No hay Trump que cien a?os dure

Gracias a Trump, los dem¨®cratas respiran. La segunda vuelta de la elecci¨®n de un senador en Georgia, un Estado emergente en el mapa electoral, ha remachado la derrota de los candidatos trumpistas en las elecciones de mitad de mandato. Joe Biden ha superado favorablemente esta cita tan peligrosa, normalmente de castigo para el partido presidencial.

La Casa Blanca contar¨¢ con una mayor¨ªa m¨¢s c¨®moda en el Senado, que le permitir¨¢ prescindir del voto de dos senadores dem¨®cratas disidentes y eliminar¨¢ los palos republicanos en las ruedas dem¨®cratas a la hora de nombrar jueces. Aunque el partido de Trump se ha hecho con la C¨¢mara de Representantes, ha sido por un margen de solo nueve esca?os, lejos del promedio de 30 que suele obtener la oposici¨®n en este tipo de comicios. Las elecciones de gobernadores y de las C¨¢maras estatales tambi¨¦n han sido buenas para los dem¨®cratas, que ahora controlan 17 Estados frente a los 22 controlados por los republicanos, tres m¨¢s que antes del 8 de noviembre.

Tambi¨¦n pueden respirar aliviados los dem¨®cratas de todo el mundo que no tienen la oportunidad de depositar su voto en unas elecciones tan trascendentales para el conjunto del planeta. Trump tiene muy cuesta arriba su candidatura ya anunciada para 2024. Ha perdido el plebiscito en el que se hab¨ªan convertido estas elecciones y el presidente Biden lo ha ganado. Arrastrado por sus peores instintos, se ha radicalizado en la campa?a y todav¨ªa m¨¢s ante esta elecci¨®n de Georgia.

Por si faltaran pruebas para que alg¨²n tribunal resuelva su inhabilitaci¨®n para cualquier cargo p¨²blico, ha exigido la anulaci¨®n de la Constituci¨®n, el texto fundacional que jur¨® preservar, proteger y defender cuando tom¨® posesi¨®n en enero de 2017 y que de forma manifiesta ha vulnerado y piensa seguir vulnerando. Y no ha tenido empacho en invitar a cenar a conocidos antisemitas negacionistas del Holocausto y en expresar sus crecientes simpat¨ªas con el movimiento conspiracionista QAnon, que particip¨® en el asalto al Congreso y est¨¢ dedicado a difundir bulos racistas y atribuir pr¨¢cticas sat¨¢nicas y ped¨®filas a sus adversarios.

La inquietud se halla ahora en el campo del Partido Republicano. Aunque extrajo excelentes rendimientos de la presidencia de Trump con el nombramiento de jueces, especialmente del Supremo, donde consigui¨® una mayor¨ªa excepcional de seis a tres, ahora puede salir muy perjudicado de su empecinada candidatura para 2024. Contando con el lastre judicial que pesa sobre ¨¦l y su familia, cualquier escenario con Trump es inconveniente. Ser¨¢ un p¨¦simo candidato si se presenta y gana las primarias republicanas. Si pierde las primarias, endosar¨¢ a los republicanos las acusaciones de fraude que ahora carga sobre los dem¨®cratas. Y si organiza una tercera candidatura fuera del partido, dividir¨¢ el voto republicano y favorecer¨¢ al dem¨®crata. El alivio para todos est¨¢ en manos del fiscal especial que le investiga y de los jueces que le puedan condenar.