Palabrotas
Sin sentido del rid¨ªculo, profesores de la Universidad de Stanford proponen una supresi¨®n masiva de palabras ¡°da?inas¡± que retrasan el progreso moral del mundo
Ser¨ªa injusto decir que en los USA carecen de esa facultad sat¨ªrica que se burla de la ridiculez humana. Ah¨ª est¨¢n Groucho Marx, W. C. Fields o Woody Allen para probar lo contrario. Y antes que ellos, el gran Ambrose Bierce y Henry Louis Mencken. Este ¨²ltimo por cierto escribi¨® The American Language, obra que viene al pelo para esta columna. Porque quienes evidentemente carecen de sentido del rid¨ªculo y de esa iron¨ªa que desde S¨®crates ha sido el tono de la sabidur¨ªa occidental son los profesores de la Universidad de Stanford (California), que proponen una supresi¨®n masiva de palabras ¡°da?inas¡± que retrasan el progreso moral del mundo. Para empezar, Stanford es una de las instituciones acad¨¦micas m¨¢s distinguidas, con 81 premios Nobel en su haber y un presupuesto medio por alumno universitario de dos millones de d¨®lares. Pues ese are¨®pago de cr¨¢neos privilegiados (Bierce dijo que ¡°la erudici¨®n es el polvo que cae desde una estanter¨ªa en un cr¨¢neo vac¨ªo¡±) ha decidido suprimir palabras que alteran el alma como ¡°adicto¡± (mejor ¡°persona con un trastorno por abuso de sustancias¡±), ¡°loco¡± (mejor ¡°sorprendente¡± o ¡°salvaje¡±), ¡°senil¡±, ¡°aborto¡±, ¡°caballero¡±, ¡°se?orita¡± y ¡°chicos¡± (hay que decir ¡°gente¡± para evitar el machismo). ?Ah, ¡°hispano¡± tambi¨¦n est¨¢ mal: mejor ¡°latinx¡±¡! Las voces abolidas est¨¢n viciadas de colonialismo, lacra suprema de una raza que ha vivido de y para colonizar, de machismo, de menosprecio a los raros, de jerarquizaci¨®n especie¨ªsta¡ Suprimidas las palabras se acaba con la rabia de que son portadoras y as¨ª progresamos (dijo Cioran que progreso es el nombre de la injusticia de cada generaci¨®n con las anteriores).
No me sorprende que la ortodoxia ideol¨®gica vuelva imb¨¦ciles a los cient¨ªficos. Pero cuando en vez de ¡°estoy loco por ti¡± digo ¡°me vuelves salvajemente diferente¡±, caramba, me gusta¡
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