P¨¢nico a la teleasistencia
Los lectores escriben sobre la falta de contacto con los m¨¦dicos, la subida del sueldo de Garamendi, el peligro de manipular surtidores de gasolina y la lucha por la jubilaci¨®n anticipada
Tengo 81 a?os, soy asm¨¢tico y desde que empez¨® la pandemia me he hecho adicto al Lexat¨ªn. En la consulta telef¨®nica anual con mi neum¨®loga le cont¨¦ que el s¨¢bado pasado me levant¨¦ acatarrado y con 38,5 grados de temperatura. En las urgencias de mi ambulatorio hab¨ªa un cartel muy grande: no hay m¨¦dicos. La prueba del coronavirus dio negativo. De all¨ª, fui a un hospital donde estuve cerca de cinco horas. Cuando me preguntaron en el triaje si ten¨ªa dificultad respiratoria, le dije que no, que lo que realmente ten¨ªa era miedo. El doctor que me atendi¨® me prescribi¨® un broncodilatador en aerosoles. No ten¨ªa nada importante. Axel Munthe fue un m¨¦dico que nos leg¨® sus memorias en una obra excepcional: La historia de San Michele. Donde dice que el ¨¦xito de un m¨¦dico reside en inspirar confianza, tambi¨¦n destaca la importancia de que un m¨¦dico toque con la mano a su paciente. Ha pasado casi un siglo desde que lo escribi¨®, hemos evolucionado bastante. Estamos a punto de que se implante la teleasistencia. Por videoconferencia, claro. Siento p¨¢nico.
Carlos Gallego Fern¨¢ndez. Madrid
La subida de sueldos
El presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha modificado su relaci¨®n laboral con la entidad que preside. Ha aumentado su salario anual en 50.000 euros, alcanzando los casi 400.000, unas cinco veces lo que gana el presidente del Gobierno. La CEOE es una entidad privada, pero con subvenciones p¨²blicas. No digo que sea ilegal, pero podremos decir al menos que es antiest¨¦tico que un hombre que se niega a que se suba el salario m¨ªnimo hasta los 1.080 euros gane tan enorme barbaridad. Aduce que la entidad es libre y que sus directivos as¨ª lo han acordado. Vale. Pero si sus directivos y los empresarios a los que representa pagan ese sueldo para que los defienda, estaremos de acuerdo que en Espa?a tenemos un problema de desigualdad tremendo.
Julio Garc¨ªa-Casarrubios. Valdepe?as (Ciudad Real)
Peligro
Que cualquier usuario de una gasolinera pueda abastecerse por s¨ª mismo y manipular el surtidor de un producto altamente inflamable es del todo inaceptable. Para pr¨¢cticamente todas las actividades se nos exigen una serie de diplomas o certificaciones y, en este caso, se prescinde de trabajadores cualificados y se traslada la responsabilidad al ciudadano que, de este modo, trabaja gratis para las multinacionales y pone en riesgo su integridad f¨ªsica.
Sonia Alcaide Cabrera. San Mateo de G¨¢llego (Zaragoza)
Las siete diferencias
De peque?o me gustaba jugar a las siete diferencias. Propongo jugar comparando a los sindicatos y grupos pol¨ªticos de Francia y Espa?a respecto a la defensa de la jubilaci¨®n anticipada de las personas con largas carreras de cotizaci¨®n: los franceses lideran manifestaciones para luchar por ese colectivo, los espa?oles ni est¨¢n ni se les espera; los franceses han logrado que el Gobierno rectifique su reforma de las pensiones y pase la jubilaci¨®n anticipada a los 60 a?os con 43 cotizados y pensi¨®n ¨ªntegra, pero continuar¨¢n su lucha hasta reducirlo a 40, mientras que en Espa?a cada vez se aceptan mayores penalizaciones; los franceses hacen, los espa?oles hablan, y mienten. Quedan otras cuatro diferencias.
Luis Ortiga Gim¨¦nez. Barcelona
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