Frustraci¨®n en Nigeria

Las elecciones presidenciales que se acaban de celebrar en Nigeria han dado la victoria al candidato oficialista Bola Tinubu, de 70 a?os. A falta de posibles recursos anunciados por la oposici¨®n, la comisi¨®n electoral ya ha proclamado al veterano pol¨ªtico nacido en Lagos como nuevo presidente electo del pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica, con unos 220 millones de habitantes. Las enormes expectativas depositadas en la candidatura de Peter Obi, del Partido Laborista, que logr¨® movilizar a millones de j¨®venes con un discurso de cambio y esperanza para un pa¨ªs sumido en la depresi¨®n, se vieron finalmente frustradas.

Lo que han puesto de manifiesto estos comicios, celebrados en un pa¨ªs formado por 36 Estados y la capital federal, es la dificultad de imponerse al statu quo, y m¨¢s si la oposici¨®n acude dividida. Hubo dos candidatos con capacidad de hacer frente a la poderosa maquinaria del Congreso de Todos los Progresistas (APC), el partido gubernamental, pero eso supuso la divisi¨®n del voto. Atiku Abubakar, del Partido Democr¨¢tico Popular, y Peter Obi sumaron 13 millones de papeletas, frente a los 8,8 de Bola Tinubu. Acudir por separado y ganar se ha revelado una tarea tit¨¢nica.

Las elecciones estuvieron salpicadas de retrasos, irregularidades, intimidaci¨®n y violencia en algunos colegios electorales y fallos t¨¦cnicos en el recuento. La introducci¨®n de nuevas medidas de reconocimiento biom¨¦trico y de transmisi¨®n electr¨®nica de datos, en aras de una mayor transparencia, no estuvo acompa?ada de la necesaria formaci¨®n del personal electoral y no contribuy¨® a la fluidez del proceso, tal y como ha puesto de manifiesto la misi¨®n de observaci¨®n de la UE.

Los nigerianos esperaban unas elecciones cre¨ªbles y el sistema les ha fallado. La muy baja participaci¨®n es otra se?al negativa. Tras la victoria de Tinubu, organismos internacionales y l¨ªderes pol¨ªticos han hecho constantes llamadas a la calma. El propio presidente electo ha recordado a sus rivales que tienen los tribunales para presentar recursos y que las calles no deben ser el escenario de batallas pol¨ªticas. Una Nigeria sumida en la inestabilidad horroriza a la comunidad internacional.

Bola Tinubu tiene ante s¨ª una tarea enorme. La crisis econ¨®mica en la que est¨¢ inmerso el pa¨ªs, que estos d¨ªas se visualiza en la dificultad para conseguir nairas, la devaluada moneda local, pero que tambi¨¦n se expresa en la escasez de gasolina, la alta inflaci¨®n o el paro galopante, es una de sus primeras tareas, as¨ª como hacer frente a los numerosos focos de inseguridad y violencia. Sin embargo, el nuevo presidente no deber¨ªa olvidarse de recuperar la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes e instituciones, empezando por el proceso electoral que lo ha llevado al poder.