?Es ¨²til fijar un l¨ªmite de uso de las redes sociales?
Un estudio preliminar concluye que restringir el tiempo que pasamos en aplicaciones como TikTok es contraproducente
En mi tel¨¦fono tengo instaladas varias aplicaciones de redes sociales. Las m¨¢s utilizadas, las que encabezan la lista que recibo cada semana en una notificaci¨®n sobre el uso del m¨®vil, son Instagram, Twitter y TikTok, adem¨¢s, claro, de WhatsApp. Sobre esas tres aplicaciones he impuesto un control horario: no puedo usarlas (esas y otras como Facebook, Discord o LinkedIn) m¨¢s de una hora y media al d¨ªa. En jornadas de mucho trabajo no supero el l¨ªmite autoimpuesto, pero hay d¨ªas en los que mi dedo pulsa autom¨¢ticamente la tecla ¡°ignorar el l¨ªmite hoy¡±. Resulta casi imposible no superar esa restricci¨®n.
No estoy solo. Aqu¨ª todos pecamos de estar m¨¢s horas de la cuenta en el bucle interminable de las redes sociales leyendo una y otra vez los tuits de nuestra p¨¢gina de inicio, los v¨ªdeos de TikTok de recetas m¨¢s o menos apetecibles o las vacaciones que tu amigo Antonio va publicando por fasc¨ªculos en Instagram. Emanoelle Santos ha analizado en este peri¨®dico un estudio preliminar, pendiente de revisar, de tres investigadores de las universidades de Duke y Delaware, en Estados Unidos, que aborda precisamente la efectividad de poner l¨ªmites de tiempo de uso a las aplicaciones. Para sorpresa m¨ªa, seg¨²n estos investigadores, los l¨ªmites son del todo contraproducentes, pues concebimos que estar esos minutos al d¨ªa es ¡°lo aceptable¡± y, como cuando nos pasamos un poco del presupuesto para las ca?as del mes, no nos cuesta tanto superar ese l¨ªmite.
TikTok ha anunciado recientemente que va a limitar el tiempo de uso a los menores de 18 a?os: los adolescentes no podr¨¢n usar la aplicaci¨®n m¨¢s de una hora al d¨ªa. Esto puede servir para que los j¨®venes dejen de lado sus tel¨¦fonos y salgan a la calle, pero en la pr¨¢ctica no es v¨¢lido, pues es posible acceder a esa red social sin haber iniciado sesi¨®n y, adem¨¢s, muchos pueden tirar de picaresca y cambiar su a?o de nacimiento para saltarse este l¨ªmite. Lo hemos hecho todos.
En un art¨ªculo sobre este l¨ªmite en The New York Times, Sapna Maheshwari cuenta el caso de unos estudiantes que, tras convertirse en adictos a TikTok durante la pandemia ¡ªpasaban unas cinco horas diarias y ten¨ªan problemas para dormir si no ve¨ªan v¨ªdeos desde la cama¡ª, decidieron dejar la aplicaci¨®n y estar sobrios de TikTok. Esto mismo hizo Judith Mudge, una lectora que coment¨® en una newsletter de The Washington Post sobre el art¨ªculo de los investigadores americanos: ¡°Elimin¨¦ las aplicaciones de las redes sociales. Ahora solo las uso para buscar algo concreto o publicar algo. Limitar el acceso puede ser m¨¢s eficaz que limitar el tiempo¡±, dijo. Quiz¨¢ esa sea la clave.
La adicci¨®n a las redes sociales es un asunto muy abordado en los ¨²ltimos tiempos. Una b¨²squeda de esta materia en Spotify devuelve numerosos podcasts que, sin entrar en su calidad, demuestran que hay inter¨¦s y preocupaci¨®n sobre el tema. En Twitter es habitual encontrar a usuarios que se consideran adictos a esa red y que quieren dejar de pasar tanto tiempo en ella. ¡°Mi principal prop¨®sito para 2023 es pasar mucho menos tiempo en Twitter. Os explico por qu¨¦. Va hilo. (1/259)¡±, tuite¨® @ManuelBartual ir¨®nicamente el 1 de enero.
Muchas veces, esta preocupaci¨®n se vuelve mayor debido a que las redes sociales afectan negativamente a la salud de las personas, sea causando trastornos de la conducta alimentaria al compararse con los ¡°modelos¡± que aparecen en las fotos y v¨ªdeos de las redes, sea convertirse en v¨ªctimas de ciberacoso... pero eso da para otra columna.
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