Trumpistas contra la democracia
La respuesta de Laura Borr¨¤s tras su condena transmiti¨® una sensaci¨®n de descarada impunidad al presentarse como inocente gracias a una coartada pol¨ªtica

El jueves por la noche, al poco de saberse que Donald Trump hab¨ªa sido imputado por el gran jurado de Nueva York, el diputado de Junts per Catalunya Jaume Alonso-Cuevillas fue entrevistado en la televisi¨®n p¨²blica catalana. A este abogado no le preguntaron por el caso del expresidente de Estados Unidos, pero se cumplieron todas las expectativas y sus declaraciones s¨ª fueron perfectamente trumpistas. A media ma?ana se hab¨ªa sabido que la presidenta de Junts Laura Borr¨¤s hab¨ªa sido condenada por prevaricaci¨®n y falsedad documental, delitos cometidos cuando ejerc¨ªa como directora de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes. Durante ese per¨ªodo no solo se fragmentaron contratos de manera irregular por orden directa suya, desoyendo a los funcionarios que advert¨ªan de la irregularidad que se estaba cometiendo, sino que adem¨¢s se atent¨® contra la norma de la administraci¨®n porque se adjudicaron a una misma persona para que cobrase un pastizal y, aqu¨ª con un par, se truc¨® el concurso p¨²blico al simular la competencia falsificando ofertas de terceros. Aunque se trata de una acci¨®n delictiva flagrante, Alonso-Cuevillas ¨Dantiguo decano del Colegio de Abogados de Barcelona¨D neg¨® la mayor. Afirm¨® sin titubear que el de Borr¨¤s no pod¨ªa considerarse un caso de corrupci¨®n porque el juicio y la sentencia eran ¡°lawfare de manual¡±: una demostraci¨®n evidente de persecuci¨®n pol¨ªtica contra el independentismo.
Uno de los problemas que el trumpismo plantea a la mec¨¢nica democr¨¢tica es que la respuesta del Estado de derecho a la degradaci¨®n iliberal de las instituciones puede consolidar al l¨ªder carism¨¢tico cuando se presenta ante su movimiento como una v¨ªctima por denunciar con desverg¨¹enza el sistema que ¨¦l mismo ha degradado. La legalidad que garantiza el correcto funcionamiento de la democracia, parad¨®jicamente, alimenta as¨ª la rabia populista. La ret¨®rica de Trump para conseguirlo ha sido evidente. Al saber que hab¨ªa sido imputado por haber pagado con dinero negro a una actriz porno, dijo que su caso era un ejemplo de persecuci¨®n pol¨ªtica y, con palabras gruesas, carg¨® contra el sistema electoral, el presidente Biden o el fiscal del distrito de Manhattan. Nada que deba sorprendernos a estas alturas. La respuesta de Borr¨¤s tras su condena no fue tan burda como la de Trump, porque siempre la adorna una buena cita de los cl¨¢sicos y todav¨ªa m¨¢s si la televisi¨®n retransmite en directo una emotiva soflama l¨ªrica ante el Parlament, pero transmiti¨® una sensaci¨®n de descarada impunidad al presentarse como inocente gracias a una coartada pol¨ªtica: ¡°Mi inocencia o mi culpabilidad no la puede determinar un tribunal politizado que act¨²a al servicio de la defensa de la unidad de Espa?a¡±.
Otro de los desaf¨ªos que plantean los trumpismos es c¨®mo eliminar el populismo de los partidos que han fagocitado a trav¨¦s de su agitaci¨®n continuada en la burbuja de las redes. No es responsabilidad principal de sus rivales, sino de los l¨ªderes que compiten por el mismo espacio en la misma formaci¨®n. Por ahora, los candidatos del Partido Republicano ¨Dempezando por el gobernador Ron DeSantis¨D no se atreven a censurar a Trump por temor a perder apoyo de una base electoral muy polarizada. En el caso de Junts, ante el pr¨®ximo ciclo electoral, tampoco nadie tiene el coraje de desmarcarse de una l¨ªder carism¨¢tica a pesar de haber sido condenada por haber cometido un delito com¨²n. Mientras Alonso-Cuevillas sosten¨ªa que Laura Borr¨¤s era v¨ªctima de la lawfare espa?olaza, ella colgaba un tuit con fotograf¨ªas y un video del acto celebrado a ¨²ltima hora de esa tarde por el partido que a¨²n preside. Se la ve cruzando el pasillo del Teatre Fortuny de Reus mientras decenas de simpatizantes de Junts se levantan para aplaudirla mostrando su solidaridad. Como le ocurre a DeSantis, que si llega a la carrera presidencial necesitar¨¢ el apoyo de la comunidad de los MAGAs, los candidatos de Junts no quieren arriesgarse a perder el apoyo de los nost¨¢lgicos del octubre del 17. Pero no revertir esa corrosi¨®n democr¨¢tica implica apostar por la degradaci¨®n institucional. Para empezar, Borr¨¤s, con otro par, ya ha reclamado ser restituida como presidenta del Parlament.
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