Polic¨ªa. Episodio 1
La eficacia (y discreci¨®n) de nuestras fuerzas de seguridad es impresionante. Pero esta capacidad se puede usar para el bien o el mal, como revelan las fechor¨ªas de la presunta ¡°polic¨ªa patri¨®tica¡± o los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n
He aqu¨ª dos historias de polic¨ªas de hace unos a?os. En el pa¨ªs A, un francotirador ha disparado a varios transe¨²ntes usando armas de mira telesc¨®pica con rayo l¨¢ser. Caminas por un parque de noche, ves un punto rojo en tu pecho, y ?zas! te ha dado. El hombre del l¨¢ser desata el p¨¢nico social. Pero la polic¨ªa es incapaz de dar con ¨¦l hasta que, por casualidad, un pescador recoge con su ca?a un rev¨®lver del r¨ªo. El n¨²mero de registro de la pistola permite identificar a su propietario, que no tiene residencia fija, pero s¨ª un buz¨®n postal. La polic¨ªa podr¨ªa apostar agentes en las inmediaciones de la oficina de correos, pero se limita a pedir a los empleados que les llamen si se acerca el presunto criminal. Obviamente, cuando el tipo aparece, dispone de tiempo para recoger las cartas e irse tranquilamente antes de que llegue la patrulla.
El pa¨ªs B se enfrenta a un sanguinario comando terrorista. No se sabe cu¨¢ndo va a volver a actuar, pero la polic¨ªa registra minuciosamente una nave industrial sospechosa y, tras una pared falsa, hallan unos papeles en los que, en lenguaje cifrado, se indica que el responsable del comando llamar¨¢ a su jefe a las siete de la tarde del d¨ªa X. Los agentes deducen que utilizar¨¢ una cabina telef¨®nica, pero hay m¨¢s de 600 tel¨¦fonos p¨²blicos en la zona donde opera el comando. Ninguna polic¨ªa del mundo tiene efectivos para un dispositivo de control tan exigente. As¨ª que, aplicando un c¨¢lculo probabil¨ªstico, que dar¨ªa envidia al mism¨ªsimo Sherlock Holmes, de la distancia de los tel¨¦fonos a las poblaciones de la provincia con m¨¢s actividad terrorista, reducen el grupo de cabinas a vigilar a unas 60. Alrededor de cada una de ellas se camuflan agentes de paisano. Cuando llegan las siete, observan que hay una veintena de personas llamando por tel¨¦fono, pero s¨®lo un hombre encaja con el perfil del terrorista. Y lo detienen.
El pa¨ªs A tiene, en teor¨ªa, un sector p¨²blico muy avanzado y el B es Espa?a.
La eficacia (y discreci¨®n) de nuestras fuerzas de seguridad (Guardia Civil, Polic¨ªa Nacional y auton¨®micas) es impresionante. Combina de forma magistral la jerarqu¨ªa marcial con la flexibilidad creativa. Pero esta capacidad se puede usar para el bien o el mal, como revelan las fechor¨ªas de la presunta ¡°polic¨ªa patri¨®tica¡± o los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. ?C¨®mo evitar esos abusos?
Lo vemos en el pr¨®ximo episodio. @VictorLapuente
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