Obligados a entendernos
Los lectores escriben sobre el 28M, la ley de la vivienda, los patinetes el¨¦ctricos en las aceras, y sobre el car¨¢cter machista de la Carrera de la Mujer en Madrid
En esta campa?a electoral que acaba de empezar ser¨ªa deseable un comportamiento dialogante, educado y respetuoso de los l¨ªderes pol¨ªticos. Los ciudadanos estamos cansados de las ri?as de gatos a las que nos tienen castigados. Todos agradecer¨ªamos menos acritud y m¨¢s informaci¨®n de sus programas electorales. Estamos deseosos de saber qu¨¦ acciones positivas y realistas est¨¢n dispuestos a acometer, si ganan, para mejorar nuestras vidas. Estamos cansados del ¡°y t¨² m¨¢s¡±, y de sacar los trapos sucios. Para devolvernos la confianza en los pol¨ªticos, necesitamos m¨¢s transparencia, m¨¢s compromiso, menos ego¨ªsmo, m¨¢s humildad, y contar m¨¢s con el pueblo para tomar decisiones. El contrario no es nuestro enemigo, s¨®lo es el que piensa distinto, el que es diferente. En la vida nos unen m¨¢s cosas de las que nos separan. Si queremos salir ganando todos, estamos obligados a escucharnos y a llevarnos bien. Tal vez estoy pregonando en el desierto, pero somos muchos los que pensamos igual.
V¨ªctor Calvo Luna. Valencia
?Avalar la compra o el alquiler?
El Gobierno, con la ley de la vivienda, ha dejado a los denominados vulnerables fuera del mercado de alquiler, ya que ning¨²n arrendador estar¨¢ dispuesto a alquilar viviendas a este colectivo si no se le garantiza el cobro de un posible impago de la renta. Solo protege por un tiempo a los vulnerables que ya est¨¢n en alquiler. Si el Estado no avala a este sector de poblaci¨®n se quedar¨¢n en una situaci¨®n desesperada, ya que los propietarios de viviendas les rechazar¨¢n. El Gobierno deber¨ªa replantearse priorizar el aval a este colectivo antes que a los potenciales compradores, que siempre tendr¨¢n un nivel econ¨®mico superior.
Jos¨¦ Antonio Salvador Polo. Valladolid
Muerte en las aceras
Soy barcelon¨¦s, tengo 64 a?os. Mi Barcelona era una ciudad donde era agradable pasear. Hab¨ªa coches, pero no hab¨ªa problemas si ibas por la acera y mirabas al cruzar. Ahora, en las aceras se atropella a ancianos y ni?os y las situaciones de riesgo son constantes. La causa es un Ayuntamiento irresponsable que permite los desmanes y hasta a veces actos criminales de los patinetes y bicicletas que no respetan ninguna norma ni se?al. Adem¨¢s, al recrimin¨¢rselo me insultan y amenazan. Tengo miedo.
Francisco Marchal Martos. Barcelona
Premios machistas
Una carrera que lucha contra la violencia de g¨¦nero y que es un s¨ªmbolo de unidad por la lucha contra el c¨¢ncer de mama se ha convertido en una carrera totalmente machista. Nunca he visto que en una competici¨®n en la que participaran hombres los obsequios fueran un robot de cocina y una aspiradora. Ser¨ªa impensable. En cambio, es lo que hemos visto en la ¨²ltima edici¨®n de la Carrera de la Mujer en Madrid. Cuando vi la noticia me acord¨® de cuando un profesor de la autoescuela me recomend¨® que cogiese el volante como si fueran pinzas de cocina. Me habr¨ªa gustado saber qu¨¦ ejemplo me habr¨ªa puesto si yo fuera un chico, porque ese, estoy segura, no. Hechos como este nos hacen ver la necesidad de esta lucha, la necesidad de la igualdad y del respeto.
Meryem Achhab El Hambali. Barcelona
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.