Prudencia macroecon¨®mica

Las narrativas pol¨ªticas dominantes hace solo medio a?o dec¨ªan que la econom¨ªa y el espacio a la izquierda del PSOE iban a ser determinantes en el ciclo electoral de 2023. Con las elecciones municipales y auton¨®micas a la vuelta de la esquina y unas generales a solo seis meses vista, el espacio pol¨ªtico a la izquierda del PSOE sigue siendo un guirigay, pero Bruselas bendijo ayer el horizonte econ¨®mico y dio la puntilla a los catastrofistas que sosten¨ªan que Espa?a iba a protagonizar una crisis econ¨®mica profund¨ªsima. La Comisi¨®n Europea mejor¨® medio punto de un plumazo su previsi¨®n: el PIB crecer¨¢ casi el 2% este a?o, por la resiliencia del mercado de trabajo y la inversi¨®n asociada a los fondos europeos. Con crecimiento todo es m¨¢s f¨¢cil, incluida la posibilidad de suavizar los desequilibrios m¨¢s flagrantes: Espa?a presenta a¨²n una tasa de paro que duplica la media europea y unas cuentas p¨²blicas en las que destacan un d¨¦ficit abultado y una deuda que supera con creces el 100% del PIB. El relato de Bruselas es positivo en crecimiento y empleo, pero menos halag¨¹e?o en lo relativo a la posici¨®n fiscal.

Y ah¨ª los avisos de la UE entroncan con las advertencias de las instituciones espa?olas. Tanto el Banco de Espa?a como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) han pedido al Gobierno un mayor compromiso con el ajuste del gasto p¨²blico. La autoridad fiscal ha advertido que, sin medidas adicionales, el d¨¦ficit p¨²blico no lograr¨¢ el objetivo declarado de bajar del 3% en los pr¨®ximos ejercicios. El banco central comparte ese diagn¨®stico y ha expresado dudas sobre los efectos que puedan tener tanto la ley de vivienda como la reforma de las pensiones. Y Bruselas prev¨¦ un d¨¦ficit superior al 4% del PIB este a?o y a¨²n por encima del list¨®n del 3% del PIB en 2024.

La incertidumbre fiscal, en definitiva, sigue ah¨ª: la bonanza econ¨®mica es innegable pero no ser¨¢ suficiente, por s¨ª misma, para corregir algunos de nuestros desequilibrios. La entrada en vigor de las reglas fiscales en 2024 pone de nuevo en marcha el contador para lograr un marco fiscal s¨®lido que es imprescindible para garantizar la estabilidad macroecon¨®mica en el medio y largo plazo. En otras palabras: el crecimiento no lo es todo si no viene acompa?ado con una disciplina fiscal robusta que d¨¦ credibilidad y confianza en la senda de reducci¨®n de nuestra deuda.

El alcance de estas medidas difiere: Bruselas no dar¨¢ pistas sobre la necesidad de un ajuste hasta que no se clarifique el debate sobre el Pacto de Estabilidad, pero la Airef apunta a un ajuste adicional de 6.000 millones al a?o, y el Banco de Espa?a sugiere aprovechar el crecimiento de ingresos ¡ªque se est¨¢ ralentizando¡ª y los fondos europeos para comenzar el reequilibrio de las cuentas este mismo 2023. El Gobierno deber¨ªa tener en cuenta estas recomendaciones, m¨¢xime en un a?o electoral en el que debe resistir la tentaci¨®n de aumentar el gasto p¨²blico con medidas de dudoso beneficio social y sesgo inevitablemente electoralista.

En abril, Espa?a present¨® un marco fiscal que adelanta parte de la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico a 2024, un a?o antes de lo previsto, apoyado en un mayor crecimiento que acaba de confirmarse. No obstante, fundamentar la solidez de las cuentas p¨²blicas espa?olas ¨²nicamente en una coyuntura favorable mantiene un grado de riesgo que ser¨ªa f¨¢cil mitigar con una pol¨ªtica fiscal m¨¢s prudente. Las buenas noticias que nos ofrece la econom¨ªa espa?ola no deben hacer bajar la guardia ante los potenciales riesgos de un escenario que podr¨ªa volverse adverso en cualquier momento ante una inseguridad que pivota sobre el ataque de Rusia a Ucrania y sus efectos globales.