Ca¨ªn nunca saldr¨¢ en la foto
Putin sufre un nuevo rev¨¦s diplom¨¢tico con la cumbre de Moldavia en la que 50 pa¨ªses arropan a Ucrania y Moldavia
Esa foto es para ¨¦l. Tomada el pasado jueves apenas a 20 kil¨®metros de donde caen sus bombas. Para que vea la imagen de la familia reunida en torno a quienes sufren directamente el efecto de sus cr¨ªmenes. Con su principal enemigo, el presidente Zelenski, en el centro, y a su lado, Maia Sandu, la presidenta de Moldavia, el peque?o pa¨ªs se?alado por el Kremlin para desaparecer despu¨¦s de Ucrania, donde ya hay tropas rusas estacionadas en la regi¨®n secesionista de Transnistria, preparadas para enlazar este territorio con Crimea.
Esa imagen es un nuevo insulto para Putin. Le dice cu¨¢n profundo es su fracaso. Le recuerda el naufragio de su invasi¨®n. Ah¨ª est¨¢ la familia europea unida, sin Rusia ni Bielorrusia, los parientes asesinos y ladrones. Esa Ucrania que quiso arrodillada, o al menos mutilada, recibe el calor de todos. La peque?a y fr¨¢gil Moldavia, descabezada ya y amenazada, ha sido la anfitriona de los 50 pa¨ªses invitados como miembros de una comunidad europea de naciones libres e iguales, respetuosas de la identidad y de la soberan¨ªa de cada una, exactamente lo que Putin desprecia y vulnera.
No es la Uni¨®n Europea, ni su sala de espera. Tampoco la OTAN, el Consejo de Europa o la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa, los espacios con los que Rusia tuvo vinculaciones y ya no tiene desde que empez¨® su guerra. Es un camino imaginado por el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, con el que recuperar la familia pol¨ªtica europea sin largos procedimientos ni negociaciones: el Reino Unido que se fue de la Uni¨®n Europea y la Turqu¨ªa que nunca ha entrado, la d¨ªscola Serbia en sinton¨ªa con Putin y el Kosovo al que desestabiliza y no reconoce como Estado independiente, la Armenia protegida por el Kremlin y su n¨¦mesis y vecino Azerbaiy¨¢n protegido por Ankara.
Como sabemos por nuestras mejores lecturas, todas las familias felices se parecen, pero cada familia infeliz lo es a su manera. No es feliz ahora esta familia, sacudida como est¨¢ por el regreso de la guerra al continente, pero tampoco se parece a ninguna otra, puesto que en el resto del mundo no hay familias as¨ª, empe?adas en la paz con el mismo encono con el que a lo largo de la historia se dedicaron a resolver con las armas sus diferencias.
No es novedad, sino que viene de lejos. Del orden europeo constituido en 1648 con los tratados de Westfalia. Y de citas posteriores como el Congreso de Viena en 1814 o el Acta Final de Helsinki en 1975. Esta foto contiene una historia tr¨¢gica, un largo camino y una promesa, la de los Estados soberanos europeos que han renunciado a la guerra entre ellos despu¨¦s de haberla librado hasta desangrarse y est¨¢n ahora comprometidos en un futuro en paz. Habr¨¢ un lugar para Rusia en la foto, ojal¨¢ m¨¢s pronto que tarde, pero no estar¨¢ Ca¨ªn. La zeta del crimen marca su frente.
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