Despilfarro de agua
Los lectores escriben sobre el malgasto de agua en las playas, la generaci¨®n de cristal, el espeto y la jornada de reflexi¨®n para las elecciones del 23-J
Desde siempre, cuando hemos ido a la playa, nos hemos sacudido la arena de los pies con la toalla una vez terminado el d¨ªa playero; sin embargo, desde que se pusieron de moda las duchas con lavaderos espec¨ªficos para los pies, todo el mundo despilfarra litros y litros de agua para quitarse hasta el m¨¢s m¨ªnimo granito de arena. Por si esto no fuera grave, no son pocas las familias que dejan que sus hijos jueguen en esos lavaderos. Es evidente el despilfarro de agua, un recurso b¨¢sico y escaso, cada vez m¨¢s escaso. ?No ser¨ªa un buen momento para aprovechar y suprimir esos lavaderos o duchas de nuestras playas como ya han hecho algunos municipios de la Costa del Sol oriental? ?Realmente es necesario ducharse en la playa para luego hacer lo mismo en casa con jab¨®n? Debemos caminar hacia un turismo de calidad y, a la vez, fomentar una protecci¨®n de nuestros escasos recursos, si no, pasaremos de ser la Costa del Sol a la Costra del Sol.
Juan Miguel P¨¦rez Porras. Mijas (M¨¢laga)
No somos d¨¦biles, nos reivindicamos
Nos llaman generaci¨®n de cristal porque somos la generaci¨®n que grita lo que siente, lucha por lo que quiere y reclama sus derechos. Critican que ¡°no aguantamos nada de lo que se nos dice¡±, que ¡°no sabemos lo que queremos¡±, que ¡°lloramos por todo¡±. Somos la generaci¨®n que busca la aceptaci¨®n, somos la generaci¨®n que est¨¢ cansada de callar, la generaci¨®n que no va a aguantar malos tratos, abusos, homofobia, bullying... No tengo que aguantar que se critique a alguien por su peso corporal, ni que uno diga a otro qu¨¦ es lo que tiene que hacer, no voy a permitir que alguien me tire del brazo y voy a luchar porque no tiren del brazo a ninguna. Somos hombres y mujeres cansados de callarnos. No somos d¨¦biles por mostrar lo que sentimos, somos personas y tenemos derechos.
Roc¨ªo Mac¨ªas Mart¨ªnez. San Fernando (C¨¢diz)
El espeto
Desde la mesa que han conseguido en el chiringuito deber¨ªan fijar su mirada en la barca de los espetos. Observar¨¢n que tras esa barca toda imagen, tambi¨¦n el mar, queda en forma tibia, se diluye. Ser¨¢ usted y el espeto. Nada podr¨¢ distraer su atenci¨®n. ?Es o no es ese magnetismo digno de ser patrimonio universal? No hay plato que te atrape en esa forma. No hay plato que haga tanto halago al inicio como el espeto.
Francisco Garc¨ªa Castro. Estepona (M¨¢laga)
A Espa?a le pido
A Espa?a le pido que tenga lugar y hogar para la palabra. Que aquellos ciudadanos que quieran amarla tengan la verdad por bandera y no solo su raz¨®n. A este pa¨ªs le pido que ense?e sus fortalezas y condene a aquellos que quieran da?ar su imagen. ?D¨®nde qued¨® la intenci¨®n de conocer la verdad, de comprobar la veracidad, de defender la equivocaci¨®n posible? Hemos dejado de escucharnos para gritarnos desde nuestro propio silencio. Reivindico la imagen de una Espa?a inteligentemente viva y no viva la muerte. Reivindico la imagen de una Espa?a quebrada que quiere curarse. Reivindico la imagen de una Espa?a con sentido cr¨ªtico, con capacidad de reflexi¨®n, con disposici¨®n a dejar atr¨¢s la soberbia de quien se cree ciudadano perfecto de un pa¨ªs imperfecto. Yo, atea y sin patria, le pido a Espa?a un milagro.
Sara Balporte. Segovia
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