El ¡®clickbait¡¯ que te explota en las manos

Vayamos a los antecedentes, aunque la relevancia p¨²blica de estos asuntos sea escabrosa. Un presentador de televisi¨®n, Christian G¨¢lvez, se separ¨® de su mujer, gimnasta y actriz, Almudena Cid. Ahora, el presentador est¨¢ emparejado con una compa?era de oficio llamada Patricia Pardo. Esta semana los dos anunciaron que llevan casados un a?o (hay pol¨¦mica sobre el tiempo que hay respetar entre un divorcio y una boda; al parecer el reglamento no dice nada y ese vac¨ªo ha soliviantado a muchos) y que ella espera un hijo. Tanto la separaci¨®n como la nueva relaci¨®n de G¨¢lvez han sido cuestiones bastante aireadas por la prensa. Cid ha hablado de ello tambi¨¦n, cosa que nos parece bien: el desamor no se gestiona como se quiere sino como se puede. Uno de los temas abordados es delicad¨ªsimo y Cid se refiri¨® a ¨¦l hace a?os: la ausencia de hijos. ¡°He tenido una ¨¦poca muy dif¨ªcil con esto porque Christian lo comparte todo en su programa y muchas veces se le olvida que lo ven millones de personas (¡­) ?l expres¨® el deseo de ser padre, luego ¨ªbamos al supermercado y la cajera dec¨ªa que cu¨¢ndo tendr¨ªa un hijo (¡­) Sent¨ªa que la sociedad me empujaba a ser madre y yo a¨²n no sab¨ªa si estaba preparada o no para serlo. Sent¨ªa tanta presi¨®n que hasta llegu¨¦ a tener pesadillas, lo pas¨¦ realmente mal¡±.

Por razones que no nos importan, nunca tuvieron hijos juntos. G¨¢lvez ahora anuncia que Pardo est¨¢ embarazada. Y se ha hecho viral (terriblemente viral) este titular de varios medios: ¡°Patricia Pardo concede a Christian G¨¢lvez el deseo que Almudena Cid siempre le neg¨®¡±. Es dur¨ªsimo, ?eh? Como para no levantarse en armas. El titular ha provocado miles de tuits, reflexiones, posts, textos, teor¨ªas¡­ Pero la noticia es de hace tres meses, concretamente mayo, y se refiere a un viaje: G¨¢lvez so?¨® siempre con ir a Jerusal¨¦n. Que Christian G¨¢lvez haya so?ado siempre con ir a Jerusal¨¦n, no fuese con su anterior pareja y s¨ª haya ido con su pareja actual, no es una noticia que vaya a cambiar el rumbo de nuestra vida. Pero la bomba debi¨® de ser de tal magnitud (?era el presentador de Pasapalabra o Jesucristo el que quer¨ªa visitar Jerusal¨¦n?) que los medios optaron por el clickbait: ¡°Patricia Pardo concede a Christian G¨¢lvez el deseo que Almudena Cid siempre le neg¨®¡±. Si los linchadores le hubiesen echado un ojo ya no a la noticia, sino al subt¨ªtulo (¡±tras un a?o juntos ambos son tremendamente felices con algo que el presentador so?aba desde 1995¡å), les parecer¨ªa raro que el sue?o de G¨¢lvez a los 15 a?os fuese ser padre.

De las tretas barriobajeras del periodismo para atraer clicks, el de convertir sus noticias en un pasatiempo seg¨²n el cual el lector tiene que adivinar a qu¨¦ se refiere el titular, es la peor. La captura del t¨ªtulo sin la noticia (y aunque la incluyese: nadie la lee) est¨¢ hoy en los muros de las redes sociales y el nombre de los medios ¡ªdel oficio, m¨¢s bien¡ª pase¨¢ndose entre insultos. Tiene mucho de injusticia y algo de justicia po¨¦tica. Los titulares del clickbait pueden acoplarse a cualquier contexto; son bombas de relojer¨ªa que pueden explotarte en las manos. Pero, de no hacerse as¨ª, ?cu¨¢l ser¨ªa el titular correcto? ?Christian G¨¢lvez visita por fin Jerusal¨¦n, como si volviese del exilio? Esa noticia no nos importa; la adivinanza s¨ª nos llama la atenci¨®n. Luego el tiempo, tres meses, hacen su erosi¨®n.