Rap feminista: el retorno de la palabra arrebatada a las mujeres
Reconocidas raperas latinoamericanas como la oaxaque?a Mare Advertencia Lirika evidencian c¨®mo el feminismo encuentra en el rap un nuevo lugar de participaci¨®n pol¨ªtica
¡°Y si somos mayor¨ªa es solo en las cifras rojas... /?Y t¨² qu¨¦ esperas? / Para contar tu verdad / La vida se va extinguiendo en medio de la oscuridad¡ / ?Y t¨² qu¨¦ esperas?¡±.
La l¨ªrica es de la reconocida rapera oaxaque?a Mare Advertencia Lirika, una de las primeras en M¨¦xico que empez¨® a nombrarse en voz alta como rapera feminista, una de las primeras en este pa¨ªs que vio en el rap una poderosa herramienta narrativa para contar lo que le pasaba a las mujeres.
¡°El movimiento feminista cobra fuerza en este pa¨ªs feminicida porque se necesita se?alar c¨²al es el entramado social que est¨¢ ocurriendo para que se violente a las mujeres de esta manera. Lo que yo hago con el rap es acompa?ar lo que otras mujeres ya est¨¢n haciendo con las organizaciones por una maternidad decidida, o que est¨¢n formando colectivos de b¨²squeda de desaparecidos. Nosotras, las mujeres que rapeamos, somos la consecuencia de que haya esos movimientos organizados dentro de nuestros territorios. Surgimos por ellas¡±, asegura contundente la cantante detr¨¢s de ¨¦xitos como ¡®Libres y vivas¡¯, ¡®Escribiendo la historia¡¯ y ¡®?rboles bajo el mar¡¯, que estuvo en la banda sonora de la pel¨ªcula Black Panther: Wakanda forever.
Mare lleva 20 a?os tomando la palabra para hablar de su propia frustraci¨®n, para hacerle eco a su indignaci¨®n en las movilizaciones de los maestros oaxaque?os en 2006, que fueron brutalmente reprimidos por el Gobierno. Mare escribe letras como la de su canci¨®n ¡®Luci¨¦rnagas¡¯ para ir dentro de sus propios duelos, hablar de sus p¨¦rdidas y desafiar el mandato de que una mujer que lucha, siempre tiene que ser fuerte.
Tambi¨¦n canta para reconocer sus propios or¨ªgenes. ¡°Soy zapoteca, de la Sierra Norte de Oaxaca, primera generaci¨®n nacida en la ciudad. Yo no empec¨¦ a rapear en zapoteco, fue al rev¨¦s, siendo rapera me descubr¨ª zapoteca, entend¨ª el proceso migratorio, identitario, las reivindicaciones que atraviesan mi cuerpo y mi voz. El rap me ayud¨® a pensar desde otro lugar. El rap me ha ayudado a encontrarme con gente com¨²n¡±.
Mare Advertencia Lirika sabe que lo que le pasa no la atraviesa sola ella y por eso lo canta con valent¨ªa. ¡°Lo que me pasa a m¨ª, a ti, nos atraviesa en comunidad, nos atraviesa como colectividad, nos atraviesa como contexto, somos v¨ªctimas de la guerra contra el narcotr¨¢fico, del racismo, de la violencia y el que yo hable en voz alta de ciertas problem¨¢ticas hace sentido para muchas otras que lo han vivido¡±.
Lejos de su Oaxaca natal, en la Ciudad de M¨¦xico, detr¨¢s del edificio B, de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), sus consignas se le meten en el cuerpo a la estudiante de quinto semestre de antropolog¨ªa Arantxa Jim¨¦nez Cruz. Ella mueve sus manos, sacude su cuerpo y canta, cual himno, con el coraz¨®n altivo las canciones de Mare. ¡°Hemos estado tan calladas, he visto a mi abuelita callar tantas cosas, que ahora que yo y que tantas otras podemos hablar, piensas ?c¨®mo no usar tu voz?¡±.
El rap para todas
Arantxa aprendi¨® a rapear gracias a un amigo que practicaba con sus l¨ªricas en las plazas de la universidad y, aunque este parec¨ªa un terreno m¨¢s bien gobernado por las voces y las narrativas pandilleras masculinas, quiso aprender a conjugar con rapidez las rimas y sigui¨® practicando para usar su voz y hacer algo que, en su momento, no le pareci¨® mayor cosa: contar su historia.
Este gusto casi ingenuo por el rap, ese placer de tomar el micr¨®fono en la plaza p¨²blica para amplificar sus sentires la llev¨® a darse cuenta de que como ella, muchas mujeres, sobre todo en Latinoam¨¦rica, estaban levantando su voz alentadas por los beats potentes de la m¨²sica del barrio. Empez¨® a o¨ªr a la rapera Sara M, en Argentina, con su canto tan crudo sobre la inmigraci¨®n; a Rebeca Lane, en Guatemala, d¨¢ndole otras miradas a la maternidad y, por supuesto, a Mare Advertencia Lirika, en M¨¦xico, cantando como mujer desde las reivindicaciones de los pueblos originarios.
¡°Ellas no est¨¢n cantando al aire, cada una tiene un discurso muy definido. Desde los ecofeminismos, pasando por las corrientes trasnsincluyentes o las nuevas maternidades. Tienen una gran responsabilidad al hablar¡±, explica la joven rapera.
Arantxa, que a fuerza de cantar ya ha conseguido un nombre art¨ªstico, Agua y viento, se dio cuenta de que la suya no era una fuerza aislada, m¨¢s bien era parte de un gran movimiento que se ha convertido, seg¨²n algunas acad¨¦micas, en una de los lugares de mayor amplificaci¨®n para el feminismo en la regi¨®n.
¡°Una estrategia del poder es quitarte la palabra y el rap es importante porque es una cultura que al provenir de la periferia y al ser cantada abre la posibilidad justamente de eso, de retomar la palabra¡±, explica Nelly Lara, doctora en ciencias pol¨ªticas e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de G¨¦nero de la UNAM, en M¨¦xico. ¡°Estamos atravesando la cuarta ola del feminismo y una de sus peculiaridades es que se est¨¢n desarticulando las maneras tradicionales de participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres y se est¨¢n gestando otras que est¨¢n encaminadas a participaciones m¨¢s art¨ªsticas. El rap feminista es uno de esos rostros que est¨¢n tomando esas nuevas formas para las mujeres¡±.
En otros territorios, lejos de Oaxaca y de las plazas universitarias de Ciudad de M¨¦xico, en la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos, en Ciudad Ju¨¢rez, la rapera Obeja Negra encuentra al igual que Mare Advertencia Lirika y Arantxa en su cuerpo, en su voz, un espacio de resistencia. ¡°Yo soy una morra fronteriza, hija de padres trabajadores de la maquila, con una familia que migr¨® de Durango a Ciudad Ju¨¢rez para perseguir el sue?o americano. Mi rap es contestatario de mi realidad en donde convergen el feminicidio, la frontera, la maquila¡ Para m¨ª, el rap se volvi¨® una ventana para decirles a todos aquellos que solo saben de ¡°las muertas de Ju¨¢rez¡±, que aqu¨ª habemos mujeres vivas, cuestionando, resistiendo y que queremos disfrutar de esta vida¡±, sentencia la cantante.
El rap para Obeja Negra fue una opci¨®n natural. Al ser de la frontera, altamente influenciada por las m¨²sicas del norte, su hermano la introdujo prontamente a la m¨²sica de Vico C, con toda ¨¦pica detr¨¢s del consumo de hero¨ªna. Luego se top¨® con un rap m¨¢s pol¨ªtico con bandas como Hechos contra el decoro, pero su propia necesidad de encontrar una voz m¨¢s femenina, que hablara de otras historias, la llev¨® a descubrir a la espa?ola Mala Rodr¨ªguez, a las argentinas de Actitud Maria Marta, a Arianna Puello, dominicana radicada en europa y a Anark¨ªa Ru¨ªz, de Venezuela. ¡°?El espa?ol nos uni¨®!¡±, enfatiza la rapera. ¡±Cuando empiezo a escuchar exponentes en espa?ol me conecto con su l¨ªrica y sus historias, y me doy cuenta de que tenemos la oportunidad de cantar nuestra propia historia por nosotras mismas, no por otras voces y me doy cuenta de que mi propia historia es valiosa¡±.
Esta ola de mujeres raperas que cada vez m¨¢s se enuncian desde el feminismo, a pesar de lo que eso implica dentro del mismo g¨¦nero del hip-hop, es un fen¨®meno que lejos de sorprender, parece coherente para la academia. As¨ª al menos lo cree la investigadora Nelly Lara, que ha hecho del rap uno de sus grandes temas de escritura. ¡°Cuando Kira Cochrane escribi¨® en el diario The Guardian en el 2013 que una nueva ola en el feminismo hab¨ªa ¡°crecido¡± y se hab¨ªa ¡°abierto paso¡±, se?al¨® que esa ola estaba muy ligada a lo art¨ªstico, m¨¢s que a lo te¨®rico convencional. Vaticin¨® que la teor¨ªa se iba a salir de los espacios acad¨¦micos y se iba a ver reflejada en otros lados, de cara a manifestaciones muy expresivas de las emociones, la rabia, el dolor, el enojo. Las raperas feministas se cuentan a s¨ª mismas, son mujeres que se narran desde sus experiencias personales, su eje rector es la denuncia de las violencia de g¨¦nero, cometidas en contra de las mujeres y eso es muy sintom¨¢tico de estas nuevas formas del feminismo¡±.
El rap es muy cercano a la tradici¨®n oral, tiene libertad creativa, no le exige a quien lo practica tener conocimientos previos de m¨²sica para hacerlo, ¡°?cualquiera que pueda hablar, puede rapear!¡±, sentencia Mare Advertencia Lirika, quien a?ade ¡°el rap no est¨¢ enfocado en solo una narrativa porque de lo que parte es que sea verdadero, que lo hayas vivido y lo conozcas. Todas tenemos historias que contar, y si te dan la oportunidad de contarlas ?por qu¨¦ no lo har¨ªas?¡±. La pregunta de la cantante oaxaque?a la responden mujeres desde muchos rincones de M¨¦xico y Latinoam¨¦rica que est¨¢n narrando su vida y su historia con su palabra cantada.
Estos son nuestros art¨ªculos recomendados de la semana:
La Suprema Corte despenaliza el aborto en M¨¦xico a nivel federal
Nosotras tambi¨¦n existimos
Acoso, soledad y desprestigio: as¨ª opera la violencia digital contra mujeres pol¨ªticas
Los vestidos car¨ªsimos de Sandra Cuevas: ?por qu¨¦ solo a las pol¨ªticas las juzgamos por su estilo?
Se Acab¨®: el ¡°pico¡± que revent¨® el sistema
?C¨®mo se llama tu Rubiales?
Cl¨ªtoris invisibles: la ocultaci¨®n hist¨®rica de un ¨®rgano que desaf¨ªa al patriarcado
¡®Creatura¡¯: impactante estudio sobre la naturaleza y la pr¨¢ctica del deseo femenino
De la patada
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.