El cristal

Si de algo me he dado cuenta a lo largo de estos a?os como docente es de la poca cantidad de tiempo que los progenitores pasan con sus hijos. El exceso de trabajo y otras circunstancias imposibilitan el hecho de establecer v¨ªnculos y educar en valores. No nos damos cuenta de que al final son v¨ªctimas de esta nueva era tecnol¨®gica con la que han crecido desde peque?os. Y que la vida ha cambiado para todos. No intenten buscar culpables. Y no, no existe una generaci¨®n de cristal, es al cristal de la pantalla donde nos estamos asomando a deg¨¹ello, sin pudor y sin verg¨¹enza, sin empat¨ªa, y encima por mucho tiempo, viendo absolutamente de todo, porque todo est¨¢ al alcance. La realidad es que sin comunicaci¨®n no hay educaci¨®n, no hay comprensi¨®n, sin comunicaci¨®n vamos a presenciar muchos m¨¢s casos tan desagradables como la violencia en un instituto de Jerez. El tiempo para hablar es escaso y los valores van naufragando en este exceso de digitalizaci¨®n, de soledad, de ego¨ªsmo y de poco esfuerzo.

Rafael del Rosal Flores. C¨®rdoba

Todo est¨¢ bien

Desde los 18 a?os pagando un alquiler. Tengo 35 a?os, a estas alturas ya tendr¨ªa mi casa casi pagada. Soy de Barcelona de tota la vida. Mi vida est¨¢ all¨ª, familia y amigos. Ahora me encuentro en que tengo que elegir entre sobrevivir cerca de los m¨ªos o vivir pero lejos de ellos. Los precios del alquiler son insostenibles. Busco piso en otras comunidades no porque quiera, sino porque vivir en una gran ciudad o cerca de ella se ha vuelto inasumible, y acabamos gastando m¨¢s de la mitad del sueldo solo en el techo. Por m¨¢s que ampl¨ªe el radio de b¨²squeda en internet no encuentro nada que pueda pagar. Lo que m¨¢s me molesta es que, con la cantidad de personas que estamos en esta situaci¨®n, no salgamos a reclamar una vivienda digna y a protestar. Todo nos parece bien, sobrevivir est¨¢ bien, compartir piso hasta jubilarnos est¨¢ bien. Todo est¨¢ bien.

Alina Merino Avil¨¦s. Badalona

Hollywood y la inteligencia artificial

La huelga de los guionistas en Hollywood ya ha finalizado, despu¨¦s de haber paralizado todas las filmaciones de Los ?ngeles durante todo el verano. Pero no escribo esta carta para explicar lo que ha pasado, escribo esta carta porque me preocupa la creciente influencia de la inteligencia artificial en nuestro mundo. Pienso que esta tecnolog¨ªa est¨¢ cambiando la forma en la que trabajamos, y no estoy en contra de su uso, al contrario, creo que es una gran herramienta que nos puede beneficiar de muchas formas, pero tambi¨¦n creo que es esencial proteger la creatividad y el talento humano. Debemos encontrar un equilibrio entre la innovaci¨®n tecnol¨®gica y la preservaci¨®n de la autenticidad humana en nuestro futuro.

Bonaventura Barba Bellsol¨¤. Barcelona

Reflexi¨®n

Por qu¨¦ todos vemos tan claro que es una agresi¨®n que un se?or ¡ªun impresentable¡ª le toque la cara al alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, y muchos no ven tan claro que es una agresi¨®n que un se?or ¡ªotro impresentable¡ª bese a una jugadora sin su consentimiento? ?Sexismo? ?Machismo? A¨²n nos queda mucho camino.

David-Siro L¨®pez Castro. Alcorc¨®n (Madrid)