Canarias no es solo una emergencia
La crisis migratoria que vive el archipi¨¦lago es el s¨ªmbolo del fracaso de las pol¨ªticas migratorias
Canarias vuelve a ganar protagonismo en el mapa migratorio. En lo que va de a?o, las llegadas de inmigrantes, m¨¢s de 20.000, ya superan las de todo 2022. A este ritmo, se superar¨¢n con creces las registradas en 2020, cuando el archipi¨¦lago se convirti¨® en escenario de una crisis humanitaria como no se viv¨ªa desde 2006. El Gobierno ha aprendido algunas lecciones de aquella experiencia y hoy el sistema de acogida es m¨¢s fuerte. Tambi¨¦n los r¨¢pidos traslados a la Pen¨ªnsula, un asunto espinoso hace tres a?os, est¨¢n evitando el colapso en las islas.
Sin embargo, la situaci¨®n de emergencia de Canarias no debe opacar el contexto en el que se produce. Las rutas cambian, se reactivan, se desbordan o se controlan, pero la inmigraci¨®n no es coyuntural: es un desaf¨ªo global al que no se est¨¢n aplicando recetas eficaces. En el ¨²ltimo siglo, la movilidad humana ha crecido en complejidad. Los seres humanos abandonan sus hogares por motivos muy diversos: huyen de guerras y de conflictos, de la esclavitud o de la mutilaci¨®n genital, pero tambi¨¦n de las consecuencias de la crisis clim¨¢tica y, de forma igualmente leg¨ªtima, de la falta de oportunidades. En muchas ocasiones, ni siquiera huyen, emigran para reencontrarse con maridos, padres o hijos ya establecidos legalmente en Europa.
A esta realidad estructural e imparable la UE responde fundamentalmente en clave de seguridad. Su estrategia consiste en financiar a los pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito para que controlen sus fronteras, para acabar con las mafias y para gestionar las expulsiones. Ese enfoque podr¨ªa ser v¨¢lido si no fallara sistem¨¢ticamente. Y, sobre todo, si la Uni¨®n insiste en no acercarse a las causas de la emigraci¨®n con nuevos enfoques, algo que no necesariamente pasa por extender un cheque. Por eso es fundamental que el Pacto Migratorio, desbloqueado pero a¨²n en v¨ªas de aprobaci¨®n, no se cierre sin agotar todas las v¨ªas.
Los nuevos enfoques implicar¨ªan, por ejemplo, revisar los acuerdos que la UE mantiene en ?frica y que, muchas veces, asfixian a las poblaciones locales. Decenas de los senegaleses llegados estos d¨ªas a Canarias son pescadores cansados de que los barcos extranjeros vac¨ªen sus caladeros. Las nuevas recetas pasar¨ªan tambi¨¦n por dise?ar una pol¨ªtica de visados m¨¢s flexible para que la expectativa de migrar de forma legal sea una opci¨®n viable y segura para un estudiante senegal¨¦s que no pertenezca a la ¨¦lite de su pa¨ªs o para una madre marroqu¨ª que quiera vivir con su marido, instalado en Espa?a. La apertura de v¨ªas seguras ser¨ªa otro elemento a tener en cuenta: nadie se sube a un cayuco si tiene otra opci¨®n.
La apuesta necesita audacia porque ning¨²n l¨ªder europeo que se atreva a presentar nuevas f¨®rmulas podr¨¢ vender resultados inmediatos. El problema es que las viejas llevan a?os probando su ineficacia.
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