Brasil, en vilo con las elecciones de la hermana Argentina
Lula sabe que, en este momento de arenas movedizas, una victoria de Milei agravar¨ªa m¨¢s, si cabe, sus problemas en el Gobierno, y envalentonar¨ªa a Bolsonaro
El domingo pr¨®ximo, gane quien gane, Argentina ya no ser¨¢ la misma, como no lo ha sido Brasil despu¨¦s del terremoto del extremista y golpista Jair Bolsonaro.
No importa que la extrema derecha haya perdido las elecciones ni que el dem¨®crata Lula haya vuelto al poder. Brasil ya no es el mismo de antes. La cr¨®nica de estos d¨ªas lo est¨¢ confirmando. La estridente y destructiva pol¨ªtica bolsonarista est¨¢ de vuelta y la democracia aparece de nuevo envalentonada.
De ah¨ª ese cierto nerviosismo que a veces sacude al nuevo y a¨²n fr¨¢gil Gobierno democr¨¢tico de Lula, que necesita para sobrevivir sonre¨ªr a la oposici¨®n y hasta arrodillarse a veces ante ella.
Todo ello para subrayar mi miedo a que la Argentina, que amo y admiro, sin la cual el mapa de Am¨¦rica Latina se quedar¨ªa gravemente herido, pueda estar al borde de un abismo: ya gane las elecciones el pol¨ªticamente insulso Massa o el desequilibrado Milei. Y no se trata de escoger entre lo malo y lo peor.
Argentina ya ha decidido por el desencanto, pues pocos ir¨¢n a votar con ilusi¨®n. Lo que reina, al parecer, es una red tupida de millones de votantes entre el cabreo, la desilusi¨®n y el miedo. Si quienes amamos la democracia y los valores del humanismo nos sentimos pesimistas ante ese quijotesco duelo electoral, es f¨¢cil imaginar la desilusi¨®n de los argentinos, sobre todo los m¨¢s golpeados por el dolor, la pobreza y el abandono de quienes les mantienen siempre al margen del banquete.
Argentina se distingui¨® siempre por su amor a la cultura y por los lazos estrechos con la Europa m¨¢s ilustrada y moderna. Verla ahora patinando en unas elecciones sin alegr¨ªa y sin un futuro esperanzador no deja de dolernos a quienes la amamos.
Si Argentina, considerada la hermana de Brasil, se desmorona democr¨¢ticamente y cae en los brazos de las tentaciones de una derecha no ya zafia, sino tambi¨¦n peligrosa y rastrera como lo ha sido la bolsonarista en Brasil, toda Am¨¦rica Latina sentir¨¢ la sacudida del terremoto que golpe¨® estos a?os a Brasil. Y con un agravante. Esa nueva extrema derecha que empieza a resurgir alrededor del mundo no es una fase m¨¢s del conservadurismo cl¨¢sico que permite una alternativa decente en el poder.
La derecha que hoy resucita y amenaza a la ya gastada y cansada democracia cl¨¢sica del pasado es otra. Es t¨®xica, con sabor de nuevo a nazismo, como lo estamos viendo en las nuevas guerras que rugen en el mundo.
Estamos ante una derecha no s¨®lo sin elegancia, sino zafia, con ganas de revancha y nostalgia de las peores tinieblas de la Historia. Justo estos d¨ªas, aqu¨ª, en Brasil, con motivo de los roces pol¨ªticos y diplom¨¢ticos entre los Gobiernos de Brasil e Israel, se ha visto c¨®mo Bolsonaro, condenado ya dos veces a ocho a?os sin poder disputar unas elecciones, ha vuelto con fuerza y ha estado a punto de crear un grave incidente pol¨ªtico entre el Gobierno de Lula y el de Israel.
Bolsonaro aprovech¨® su estrecha amistad con el extremista Netanyahu para volver al tablero pol¨ªtico con la idea de crear un clima de desconcierto que pueda arrastrar a Lula, incluso, a un posible impeachment. Bolsonaro est¨¢ resucitando ante la certeza de que, aunque est¨¢ rodeado de decenas de acusaciones que podr¨ªan acabar con ¨¦l en la c¨¢rcel, seguir¨¢ siendo la referencia de la extrema derecha golpista.
Sigue en efecto con un fuerte capital de votos fieles, entre los que se encuentran desde grandes empresarios a los millones de evang¨¦licos a los que Lula no consigue catequizar, a pesar de todos los esfuerzos que est¨¢ haciendo.
Lula y su Gobierno progresista no lo est¨¢n haciendo mal y Brasil empieza a respirar y a contar dentro y fuera del pa¨ªs, pero necesitan moverse con cuidado porque los bolsonaristas le est¨¢n cada d¨ªa a los calca?os haci¨¦ndolo sufrir en un Congreso que sigue si¨¦ndole hostil en su mayor¨ªa. Un Congreso al que necesita saciar, por no decir comprar, con ministerios y cargos en las estructuras del Estado, hasta a los m¨¢s rabiosos bolsonaristas.
Lula y su Gobierno saben que en este momento de arenas movedizas en la pol¨ªtica, una victoria de Milei en Argentina agravar¨ªa m¨¢s si cabe sus problemas en el Gobierno, y envalentonar¨ªa a Bolsonaro y sus huestes, siempre al acecho para seguir pis¨¢ndole los pies.
De ah¨ª que la gran prensa brasile?a democr¨¢tica, que nunca se destac¨® por su informaci¨®n sobre Am¨¦rica Latina, est¨¦ siguiendo con especial inter¨¦s la contienda argentina y su resultado en las urnas. Sobre todo porque ni la victoria de lo menos malo es vista como una fiesta. ?Pesimismo? No. Miedo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.