El PSOE y su marca blanca

Del PSOE de Pedro S¨¢nchez ya sabemos que poco puede esperar la clase trabajadora, ni nadie que no reine en Marruecos o en un palacete de Waterloo. Hace d¨¦cadas que se dice que el partido ha cambiado sus siglas. Que ya no es socialista, ni obrero, ni espa?ol solamente (pues americano tambi¨¦n). Pero Sumar est¨¢ reci¨¦n aparecido y ya se dice de ellos que son ¡°Sumar-ca blanca¡±. La versi¨®n Hacendado del PSOE, que calla precisamente sobre Mercadona y su ¡°capitalismo despiadado¡±, que dec¨ªa Ione Belarra. Y no es que sus cinco ministros sean mejores o peores, sino que el PSOE ha hecho un met¨®dico trabajo de domesticaci¨®n del espacio a su izquierda.

Comenz¨® en 2020, con el Gobierno de coalici¨®n junto a Podemos, cuando el PSOE se qued¨® con los ministerios de pol¨ªtica material (de Econom¨ªa a Exteriores) mientras ced¨ªa los ministerios m¨¢s dados a la batalla cultural (Igualdad, Agenda 2030, Consumo y Universidades). Estos han sido los puestos favoritos de la izquierda entonces morada y ahora rosada, centrados en intentar cambiar la mentalidad y las entra?as de la gente, por no poder cambiar la mentalidad y las entra?as del sistema. Aquella estrategia culturalista se repite: Cultura para Ernest Urtasun, Agenda 2030 para Pablo Bustinduy, Juventud e Infancia para Sira Rego. Desde estos ministerios nos sermonear¨¢n sobre los peligros para el medioambiente de poner el aire acondicionado, que ¡°la tortura no es cultura¡± o que Eurovisi¨®n ser¨¢ la tumba del fascismo. Y absorber¨¢n gustosamente el descontento popular, como hicieron Montero y Garz¨®n con el solo s¨ª es s¨ª, los juguetes sexistas y los chuletones contaminantes. Mientras tanto, seguir¨¢n pasando desapercibidos Vivienda, Educaci¨®n o Industria en manos de ¡°socialistas¡± multipropietarios cuyos hijos van a la privada y que creen, como dec¨ªa Solchaga, que la mejor pol¨ªtica industrial es no tener ninguna.

La misma l¨®gica neoliberal repetir¨¢ Sira Rego: que la mejor pol¨ªtica migratoria es no tener ninguna. La dejar¨¢n hablar de los menas y les ni?es, pero no sobre aquello que le corresponder¨ªa por origen familiar: los m¨¢s de 6.150 ni?os palestinos asesinados por el terrorismo de Estado de Israel. Tampoco permitir¨¢n a Bustinduy criticar la OTAN, sino que lo pondr¨¢n a las ¨®rdenes del otanismo sin fusiles que representa la Agenda 2030 o el Foro Davos.

El PSOE los aparta de cualquier cargo de responsabilidad exterior, desactiv¨¢ndolos como hizo en la legislatura anterior con Yolanda D¨ªaz y Alberto Garz¨®n, los ¡°peligrosos comunistas¡±, al darles ministerios capados con varias competencias descentralizadas a nivel auton¨®mico. Lo mismo le hace ahora a M¨®nica Garc¨ªa, con un Ministerio de Sanidad cuya gesti¨®n se est¨¢ resquebrajando en taifas, con el benepl¨¢cito por cierto de la ¡°izquierda plurinacional¡± a la que pertenece, que le quiere plantar cara a Ayuso pero no a lendacaries y puchdemonios.

Adem¨¢s, por si esta izquierda fuera poco, tendremos que soportar a una derecha m¨¢s perdida que el barco del arroz, que seguir¨¢ sin enterarse de nada e intentando convencernos de que la Rego es de Ham¨¢s, M¨®nica Garc¨ªa de la ETA y Bustinduy y Urtasun castro-chavistas. De que el problema de esta progres¨ªa bohemio-burguesa bruselo-washingtoniana es en realidad su totalitarismo nacional-bolchevique moscovita-pekin¨¦s.