COP28, el pesimismo es para los buenos tiempos
Las conclusiones de la cumbre del clima son claramente insuficientes. No basta con ¡°transitar hacia el fin¡± de los combustibles f¨®siles. Hay que eliminarlos de forma rotunda y r¨¢pida
La Conferencia de las Partes de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Clim¨¢tico se ha cerrado, una vez m¨¢s, con acuerdo, y no un acuerdo cualquiera. No era f¨¢cil. Se trataba, nada menos, que de tomar nota del balance de lo conseguido en materia de reducci¨®n de emisiones tras el Acuerdo de Par¨ªs, constatar que es claramente insuficiente para no sobrepasar el incremento de 1,5?C, y, por primera vez, abrir la puerta al gran desaf¨ªo: la desaparici¨®n de los combustibles f¨®siles, es decir, el carb¨®n, el gas y el petr¨®leo. La dimensi¨®n del reto es proporcional a la dificultad para conseguir el acuerdo.
?Se puede considerar suficiente esa expresi¨®n, largamente negociada de ¡°transitar hacia el fin¡± en lugar de ¡°abandonar¡± los combustibles f¨®siles? Claramente no. La ciencia muestra que hay que eliminarlos de forma rotunda y r¨¢pida, mientras las consecuencias de no hacerlo se acumulan ya por todo el planeta golpeando m¨¢s a los m¨¢s pobres, e incluso en la parte rica del mundo empezamos a intuir que todo est¨¢ cambiando ya y lo seguir¨¢ haciendo a marchas forzadas. Por eso precisamente no es momento de dar por ganada la batalla, pero tampoco de despreciar los acuerdos alcanzados. El pesimismo, para los buenos tiempos.
Casi 200 Estados se han dado cita y han conseguido acordar, en el tiempo de descuento como es habitual en todas las COP, un acuerdo donde se menciona de manera expresa la necesidad de dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles. Importante novedad. Se intent¨® esto mismo en la Cumbre de Glasgow en 2021 y no se consigui¨®. Dos a?os despu¨¦s, y en un escenario especialmente dif¨ªcil por lo que supone celebrar la cumbre en Dubai y bajo la presidencia del director de la petrolera p¨²blica del pa¨ªs, en la declaraci¨®n final se alude expl¨ªcitamente a este objetivo, a la par que se opta por triplicar la capacidad mundial de energ¨ªa renovable y duplicar la eficiencia energ¨¦tica. A esto hay que a?adir otros acuerdos de primer nivel como la creaci¨®n del fondo de p¨¦rdidas y da?os para ayudar a los pa¨ªses m¨¢s vulnerables.
Al igual que ha ocurrido en otras COP, el acuerdo deja muchos aspectos indeterminados, carece de compromisos con plazos concretos, y deja puertas abiertas para que quien quiera pueda dilatar el cambio con una alusi¨®n a la ¡°neutralidad tecnol¨®gica¡± que deja un resquicio a los ¡°combustibles f¨®siles de bajas emisiones¡±. Sin embargo, el mensaje que manda, como se ha se?alado desde el secretariado de Naciones Unidas, es n¨ªtido: es el inicio del fin de los combustibles f¨®siles. A partir de aqu¨ª, y como no puede ser de otra manera al carecer de otros marcos de gobernanza global, cada Estado, o entidades como la Uni¨®n Europea, ser¨¢n los que concreten el grado de compromiso y ambici¨®n. Las COP marcan el camino, pero son los Estados los que deben transitar por ¨¦l. El multilateralismo es a d¨ªa de hoy el ¨²nico escenario posible para la consecuci¨®n de acuerdos complejos que requieren cambios profundos de todo el modelo econ¨®mico en la medida en que consigue integrar a todos los pa¨ªses en un desaf¨ªo com¨²n. ?Por qu¨¦, si no, los productores de petr¨®leo iban a firmar esta declaraci¨®n? Ni Dubai puede permitirse cerrar una cumbre como esta, con la ciencia acumulando evidencias, la sociedad civil moviliz¨¢ndose y el sector financiero huyendo de las inversiones de riesgo, sin acuerdo.
Por otro lado, no hay que olvidar que pese a las dificultades que supon¨ªa que la cumbre se celebrara en una de las zonas de mayor producci¨®n petrolera como son los Emiratos ?rabes Unidos, la reuni¨®n ha vuelto a congregar a personas expertas en las m¨¢s diversidad disciplinas, a empresas de todos los sectores, a organizaciones de la sociedad civil, y a medios de comunicaci¨®n de todo el planeta, que mostraban que el mundo estaba vigilante. No siempre fue as¨ª. Con el paso de los a?os, la agenda clim¨¢tica se ha convertido en una de las m¨¢s participadas dentro del sistema de Naciones Unidas. A falta de una aut¨¦ntica gobernanza global, esto es lo m¨¢s parecido a un foro de encuentro, debate y visibilizaci¨®n tanto de las consecuencias de la crisis clim¨¢tica como de los posibles caminos de la transici¨®n ecol¨®gica, as¨ª como de presi¨®n social. Todo un ejercicio de innovaci¨®n pol¨ªtica, imperfecto, inacabado y limitado, pero lo m¨¢s parecido a lo que se necesitar¨ªa.
Finalmente, como sucede tras cada una de las COP, estos d¨ªas oiremos alabanzas al acuerdo de quien ve la botella media llena y cr¨ªticas de quien la ve medio vac¨ªa. Unos y otros tendr¨¢n parte de raz¨®n, y esa propia tensi¨®n ayudar¨¢ a avanzar. Quiz¨¢, conscientes de la dimensi¨®n del reto, sea m¨¢s oportuno preguntarse si la botella se est¨¢ llenando o si se est¨¢ vaciando. La respuesta salta a la vista. M¨¢s despacio de lo que ser¨ªa imprescindible, y con menos responsabilidad de lo que la situaci¨®n requiere, pero la botella, definitivamente, se est¨¢ llenando.
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