Todo lo que dice de nosotros la palabra del a?o
Si nos miramos en los t¨¦rminos que elige Fund¨¦uRAE cada mes de diciembre no nos gustaremos mucho, pero son un espejo interesante
Partamos de esta certeza cient¨ªfica: los dos polos se est¨¢n derritiendo. En el norte sufren los osos polares; en el sur, los ping¨¹inos, pero ambos llevan el mismo destino.
Conviene tenerlo en cuenta para empezar a analizar la palabra del a?o que ha elegido estos d¨ªas la Fund¨¦uRAE: polarizaci¨®n, la divisi¨®n irreconciliable en la que nos hemos metido todos como en una ratonera.
Echar un vistazo a las palabras del a?o nos permite comprobar nuestra propia evoluci¨®n. Veremos, por ejemplo, que en cuanto superamos la pandemia volvimos a las andadas: mientras dur¨® la covid se alzaron dos palabras estrella: ¡°confinamiento¡± fue la de 2020 por razones obvias; y ¡°vacuna¡±, la de 2021. A ella le sigui¨® ¡°inteligencia artificial¡± en 2022, en plena eclosi¨®n de ChatGPT. Y este 2023 nos hemos sumido en la ¡°polarizaci¨®n¡±, un t¨¦rmino que exist¨ªa desde el siglo XIX asociado a la f¨ªsica y que hoy se extiende a la pol¨ªtica por la contraposici¨®n de opciones tan distanciadas como los polos Norte y Sur.
Sigamos analizando: cuando esta fundaci¨®n empez¨® a elegir palabra del a?o, en 2013, la estrella fue ¡°escrache¡±, un fen¨®meno que import¨¢bamos de Argentina para protestar y reventar la intimidad de figuras ¡ªen ese momento¡ª del PP. Los l¨ªderes de Podemos lo defendieron entonces para convertirse a?os despu¨¦s en sus v¨ªctimas. Y hoy ya sabemos d¨®nde est¨¢n. A ella le sigui¨® ¡°selfi¡± en 2014, posiblemente la ¨²nica, junto a ¡°emoji¡± en 2019, que han reflejado un fen¨®meno que incluye la comunicaci¨®n, el ocio, la capacidad de diversi¨®n y de compartir sin m¨¢s trascendencia. Un moment¨¢neo relax.
Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de esas dos excepciones, el resto de las palabras del a?o son bastante deprimentes. Si nos miramos en ellas como en un espejo no nos gustaremos nada: ¡°refugiado¡±, en 2015; ¡°populismo¡±, en 2016; ¡°aporofobia¡±, en 2017; y ¡°micropl¨¢stico¡±, en 2018, son las dem¨¢s.
Intentaremos enlazar las 11: tras importar los escraches para denunciar el drama de la vivienda, importamos los selfis, otro movimiento social que nos une en torno a momentos compartidos, para hundirnos en 2015 frente a la imagen de los refugiados que hu¨ªan de la guerra en Siria, una hecatombe que no deja de estar relacionada con el populismo que estall¨® en todo el mundo y la aporofobia que nos record¨® que no estamos rechazando a los extranjeros, sino a los pobres. Despu¨¦s nos concienciamos sobre los micropl¨¢sticos, aunque no lo suficiente ?. Superamos el confinamiento con la vacuna y nuestra falta de inteligencia con la que llamamos artificial. Y acabamos polarizados sin que convenga olvidar lo dicho: en cualquiera de los dos polos, acabaremos derretidos. Gracias por el espejo, Fund¨¦u. @bernagharbour
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