La pol¨ªtica-ficci¨®n de Gonz¨¢lez Pons
En el mundo paralelo en el que vive el dirigente del PP es su partido quien determina qu¨¦ se cumple y qu¨¦ dice o deja de decir la Constituci¨®n
A Gonz¨¢lez Pons le gusta tanto la ficci¨®n que ha llegado a escribir dos novelas, una con el t¨ªtulo definitivo de El esca?o de Satan¨¢s, y no lo hace mal, o al menos no lo hace mal del todo: sarcasmo, comicidad, su poco de sexo y misterio, algo de turbiedad y una multitud de claves a veces muy obvias. La ficci¨®n es una forma del conocimiento plenamente leg¨ªtima, pero solo tiene un problema: es contagiosa, peligrosamente contagiosa. Lo de veras chocante es que Gonz¨¢lez Pons haya llegado a subsumir su personalidad de pol¨ªtico en la del novelista. Eso s¨ª es m¨¢s raro, y hasta peligrosamente irresponsable. Incluso un novelista c¨ªnico puede ser gran novelista: Gonz¨¢lez Pons es solo un mediocre novelista, pero es eximio pol¨ªtico, y ah¨ª es donde se le ha colado la ficci¨®n, y se le ha colado en forma de mentira objetiva. Cuando habla con la entonaci¨®n solemne de quien traslada a la ciudadan¨ªa la verdad de las tablas de la ley a unos se les pone la piel de gallina de la emoci¨®n y a otros no, incluso si est¨¢ en Bucarest (Rumania), tierra de ficciones fecundas y a menudo negras y hasta sanguinarias.
La novela de medio minuto de Gonz¨¢lez Pons ante las c¨¢maras ha sido brillantemente embustera: la causa por la que el PP no acceder¨¢ a renovar tampoco ahora el CGPJ es la pertinaz sequ¨ªa que asola a nuestro pa¨ªs bajo el nombre de Pedro S¨¢nchez y su atrevimiento por pactar una ley de amnist¨ªa con dos partidos independentistas. ?Ad¨®nde ir¨ªa a parar el Estado de derecho si un partido de Estado que no ha obtenido una mayor¨ªa suficiente para gobernar aceptase por las buenas, como si nada, por la ley de las mayor¨ªas parlamentarias, por respeto a las instituciones democr¨¢ticas, que el mandato de la Constituci¨®n le exige renovar un Consejo General del Poder Judicial caducado hace cinco a?os? ?No lo ven? ?C¨®mo va a acceder el PP a cumplir con su obligaci¨®n constitucional si mientras tanto gobiernan las izquierdas en una coalici¨®n que hace y deshace las leyes que le da la gana y le permiten los votos de los diputados en el Congreso?
El PP torea a la Constituci¨®n incluso en plaza europea, y al comisario Reynders igual se le queda cara de estupefacci¨®n mezclada de incredulidad al saber que la mesa que el propio PP exigi¨® para mediar con el Gobierno la renovaci¨®n del gobierno de los jueces acaba de saltar por los aires. Ya es verdaderamente intolerable que de acuerdo con la Constituci¨®n y las mayor¨ªas parlamentarias Pedro S¨¢nchez est¨¦ gobernando. Pero que encima el PP tenga que perder el control del ¨®rgano de gobierno de los jueces solo porque lo diga la Constituci¨®n bordea lo sat¨¢nico (nunca mejor dicho, a la vista de las ficciones de Gonz¨¢lez Pons). ?Eso lo van a perder tambi¨¦n, despu¨¦s del maldito resultado del 23-J? ?A alguien le entra en la cabeza que el PP pueda a la vez no gobernar y permitir que se cumpla la Constituci¨®n que ha incumplido reiteradamente desde hace m¨¢s de cinco a?os? O una cosa o la otra, por favor: o gobierna el PP o cumple la Constituci¨®n, pero las dos cosas a la vez no pueden ser.
No es f¨¢cil de argumentar, pero si se explica bien lo entiende cualquiera. En el mundo de la ficci¨®n paralela en el que vive Gonz¨¢lez Pons es el PP quien determina lo que se cumple y no se cumple, y qu¨¦ dice o deja de decir la Constituci¨®n porque ese es el reino lib¨¦rrimo del novelista. La ficci¨®n que tiene en marcha Gonz¨¢lez Pons en relaci¨®n con el CGPJ esta vez ni Reynders va a poder comprarla como no sea ingresando a toda mecha en el orden de la ficci¨®n pol¨ªtica y el cinismo militante.
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