Has de cambiar tu vida
En el tricentenario de Immanuel Kant, conviene volver a su obra en la que reside la filosof¨ªa de la paz
Perm¨ªtanme empezar refiri¨¦ndome a otro autor cuyo apellido comienza por K. Se cumplen cien a?os desde que falleci¨® Franz Kafka. En EL PA?S, Monika Zgustova ha aludido al modo en que anticip¨® los desarrollos m¨¢s sombr¨ªos del siglo XX: ¡°En su obra, Kafka hab¨ªa descrito con lucidez y precisi¨®n el funcionamiento de la arbitrariedad, una de las caracter¨ªsticas de los totalitarismos¡±. Hoy son muchas las se?ales que nos llevan a barruntar escenarios kafkianos, en Europa y otros lugares.
Pero este a?o celebramos tambi¨¦n otro aniversario. El 22 de abril de 1724 nac¨ªa en K?nigsberg uno de los fil¨®sofos cuya existencia supone un antes y un despu¨¦s en la historia de las ideas: Immanuel Kant.
Cuando se aborda el estudio de un pensador, vale la pena identificar lo que le preocupa y le mueve. Es como encontrar la quilla de la nave. Desde su juventud, Kant constat¨® la disparidad de las escuelas filos¨®ficas y la dificultad a la hora de lograr puntos de encuentro. En el segundo pr¨®logo a la Cr¨ªtica de la raz¨®n pura aludi¨® a la metaf¨ªsica, entonces reina de las disciplinas filos¨®ficas, como ¡°campo de batalla¡±. Hallar el espacio com¨²n donde entenderse resulte posible: he aqu¨ª el motor de la filosof¨ªa desde sus or¨ªgenes griegos. Kant prolonga esa herencia, fundadora de nuestra civilizaci¨®n.
Durante este a?o, a lo ancho y largo de todo el planeta se celebran conferencias, jornadas y congresos. La sociedad kantiana m¨¢s antigua del mundo, la Kant-Gesellschaft, decidi¨® celebrar tambi¨¦n ahora su congreso internacional. El lugar, evidente de suyo: K?nigsberg. Los colegas de Rusia, liderados por Nina Dmitrieva, se pusieron manos a la obra; alentado por la promesa de visibilidad en la comunidad cient¨ªfica, el gobierno ruso aport¨® financiaci¨®n ingente.
A ra¨ªz de la invasi¨®n de Ucrania, varios miembros de la Junta directiva de la Kant-Gesellschaft manifestamos nuestros reparos. Y es que K?nigsberg se llama hoy Kaliningrado y es el puerto ruso m¨¢s militarizado. No imagin¨¢bamos que la guerra se prolongar¨ªa tanto, pero ya asist¨ªamos al ¨¦xodo de millones de personas. Mi oposici¨®n fue en l¨ªnea de principio: no deb¨ªamos mantener el congreso en un marco que conculca lo esencial de la obra kantiana. Finalmente, se opt¨® por trasladar la sede a Bonn. En Espa?a habr¨¢ multitud de actos y dos grandes citas internacionales, en Santiago de Compostela y Valencia. La p¨¢gina web kant2024.org permite recorrer una l¨ªnea del tiempo jalonada por eventos previstos en todo el mundo.
Desde la criminal invasi¨®n de Ucrania por el gobierno de Vlad¨ªmir Putin hasta la inhumana respuesta de Benjam¨ªn Netanyahu al terrorismo asesino de Ham¨¢s, pasando por el auge populista en Alemania, Austria, Hungr¨ªa, Italia, Polonia o Espa?a, los escenarios kafkianos se multiplican. Pensemos en el surrealista ascenso de Javier Milei en Argentina o la amenaza del regreso de Donald Trump en Estados Unidos, a¨²n m¨¢s inquietante por su connivencia con las tendencias antidemocr¨¢ticas de los reg¨ªmenes ruso y chino. El aire de familia con el caldo de cultivo que aup¨® los fascismos al poder, hace ahora un siglo, resulta espeluznante.
¡°Ser¨ªa ingenuo reducir unos procesos sociales tan complejos a una cuesti¨®n del mal contra el bien¡±, escrib¨ªa Amanda Mauri en estas p¨¢ginas. Desarticular el discurso del repliegue tribal ¡°no pasa por librar una guerra de superficies, sino por subvertir la l¨®gica en la que este se apoya para existir¡±. Justamente aqu¨ª, a la vista de los desaf¨ªos que nos incumben, Kant tiene mucho que decirnos.
Su obra te¨®rica, que hace hincapi¨¦ en las condiciones universales posibilitadoras del conocimiento intersubjetivo; su filosof¨ªa pr¨¢ctica, presidida por la autonom¨ªa y la dignidad humanas; su est¨¦tica, animada por el libre juego de las facultades: en todos estos ¨¢mbitos se hallan estimulantes acicates para el pensamiento actual. El motor, un ideal pol¨ªtico: y es que el coraz¨®n palpitante de su obra reside en la filosof¨ªa de la paz. Kant es suficientemente realista para percibir que muchos intereses conspiran en contra. Por eso aporta propuestas concretas, cuya influencia ha sido y es inmensa en aras de una sociedad multicultural y cosmopolita.
Hoy, como ayer, es preciso volver a Kant. Quienes aprecian sus ideas ser¨¢n espoleados a pensar m¨¢s all¨¢. Para un kantiano heterodoxo como yo, se trata de un compa?ero de viaje: un amigo que, como un lecho duro ¡ªla imagen viene de Friedrich Nietzsche¡ª, mantiene viva la inquietud del pensar. Quienes se adhieren a otras concepciones hallar¨¢n en ¨¦l un interlocutor honesto. No se trata de ser kantianos, sino de dejarnos interpelar por Kant.
Hay unos versos de Rainer Maria Rilke que giran en torno a un hermoso busto antiguo. Al contemplarlo, el poeta percibe que tanta belleza le llama a ensanchar su horizonte, a crecer. El poema se titula Has de cambiar tu vida. Una figura como la de Immanuel Kant nos exhorta a renovarnos, a hacernos dignos de lo bueno y mejor. Vale la pena celebrar su tricentenario.
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