Proteger el derecho al aborto
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, trata de entorpecer el acceso de las mujeres a la interrupci¨®n del embarazo
Mientras Francia ha incluido el derecho al aborto en su Constituci¨®n, elev¨¢ndolo a rango de libertad fundamental y enviando as¨ª una poderosa se?al a todas las mujeres de la Uni¨®n Europea y del mundo entero, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, l¨ªder de la formaci¨®n ultraderechista Hermanos de Italia, ha aprobado esta semana un paquete de medidas que incluye la posibilidad de que las asociaciones antiabortistas accedan a las cl¨ªnicas donde las mujeres van a informarse o a poner fin a su embarazo.
La estrategia del Gobierno italiano ilustra bien una guerra ideol¨®gica, cada vez menos soterrada, en la que la extrema derecha convierte las libertades de las mujeres en el comod¨ªn de un proyecto reaccionario m¨¢s amplio: la defensa y promoci¨®n de una Europa limitadora de los derechos individuales, regresiva y excluyente. Conviene especialmente recordarlo a las puertas de las elecciones al Parlamento Europeo que renovar¨¢n en junio la c¨²pula de poder de la Uni¨®n.
Ning¨²n derecho puede darse por sentado, y la iniciativa francesa ense?a que incluir en la Constituci¨®n la libertad de recurrir al aborto sirve para proteger a las mujeres de lo que puede suceder en caso de alterarse los equilibrios pol¨ªticos en asuntos que deber¨ªan quedar fuera de la contienda partidista.
Meloni no ha tardado en confirmarlo por la v¨ªa de los hechos, pero tambi¨¦n se vio en Estados Unidos con la revocaci¨®n por parte de la Corte Suprema en junio de 2022 del fallo Roe contra Wade que en 1973 dio rango federal a la libre interrupci¨®n del embarazo: un tercio de las estadounidenses en edad de quedarse embarazadas vive hoy en un Estado que proh¨ªbe el aborto.
La realidad europea no es menos inquietante. Mientras en Malta el aborto est¨¢ directamente prohibido y en Polonia solo se permite en caso de malformaci¨®n del feto, violaci¨®n o peligro para la madre, Hungr¨ªa impone a las mujeres la aberrante pr¨¢ctica de obligarlas a escuchar el latido del feto, algo que Vox pretend¨ªa implantar en Castilla y Le¨®n, donde gobierna junto al Partido Popular desde las elecciones de mayo de 2023.
Aunque las fuerzas de ultraderecha no se atrevan a¨²n a prohibir abiertamente las libertades que las mujeres han ido conquistando generaci¨®n tras generaci¨®n, la agenda reaccionaria consiste en poner cada vez m¨¢s trabas para coartar la plena autonom¨ªa de las mismas sobre sus cuerpos. Meloni lleg¨® al poder con la promesa de que no modificar¨ªa la ley del aborto, pero no necesita hacerlo si puede, como ha hecho, poner trabas para acceder a la p¨ªldora abortiva o implementar medidas que intimiden a las mujeres que libremente decidan abortar, autorizando incluso la distribuci¨®n de informaci¨®n falsa. Utilizar un lenguaje de otro tiempo para hablar del ¡°orden natural de las cosas¡± y usar los derechos c¨ªvicos como arma ideol¨®gica es el primer paso hacia un modelo autoritario de moral.
El contraste entre los ejemplos franc¨¦s e italiano debe servir para impulsar una agenda internacional que blinde los derechos de las mujeres y contrarreste el empuje coordinado de grupos reaccionarios que operan, ellos s¨ª, globalmente. La Uni¨®n Europea debe proporcionar los instrumentos necesarios para que esa protecci¨®n sea efectiva y alcance a todas las ciudadanas de la Uni¨®n. En dos meses, las elecciones a la Euroc¨¢mara demostrar¨¢n todo lo que nos jugamos.
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