Ucrania es ahora un problema de Europa
Adem¨¢s de sistemas antia¨¦reos, lo que Kiev y sus aliados europeos necesitan con urgencia es una estrategia, una idea clara de cu¨¢les son el mejor desenlace y el segundo mejor, y de c¨®mo llegar a ellos
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado por fin un proyecto de ley de ayuda a Ucrania, una versi¨®n que cuenta con el visto bueno oficial de Donald Trump. Es lo que se llama un paquete de pr¨¦stamo y arriendo, lo que significa que Ucrania recibir¨¢ ayuda militar en forma de pr¨¦stamo comercial, y equipo militar arrendado que se devolver¨¢ despu¨¦s de su uso. La parte militar es una tapadera pol¨ªtica, como lo fue durante la II Guerra Mundial, cuando EE UU suministr¨® armas a sus aliados sobre la base de la Ley de Pr¨¦stamo y Arriendo de 1941. Pero es muy distinto que la parte de ayuda financiera del paquete venga en forma de pr¨¦stamo o en forma de subvenci¨®n.
Cuando Ucrania ingrese en la Uni¨®n Europea, si es que ingresa, su deuda se convertir¨¢ en deuda de la UE, porque la Uni¨®n ser¨¢ la que, en ¨²ltima instancia, tendr¨¢ que financiar la transici¨®n del pa¨ªs. Lo que Donald Trump y Mike Johnson est¨¢n haciendo es trasladar la carga de la financiaci¨®n a Europa. Aunque se pacte el paquete, seguir¨¢ habiendo retrasos legislativos y log¨ªsticos hasta que se aplique.
Por otra parte, Rusia ha aprovechado el vac¨ªo pol¨ªtico en la pol¨ªtica occidental hacia Ucrania y ha creado realidades sobre el terreno. Los ataques a las infraestructuras energ¨¦ticas de Ucrania son devastadores. Olaf Scholz, el canciller alem¨¢n, envi¨® uno de los 12 sistemas de defensa antia¨¦rea Patriot de Alemania a Ucrania. Esto se agradece, pero no ser¨¢ decisivo. Volod¨ªmir Zelenski, el presidente ucranio, ha dicho que necesitar¨ªa 25 sistemas para defender completamente el pa¨ªs. Se calcula que Ucrania tiene entre tres y cinco. Esta diferencia es un buen indicador de la magnitud del problema: la brecha entre las promesas occidentales y los hechos sobre el terreno.
A medida que la pol¨ªtica exterior estadounidense se centra cada vez m¨¢s en Oriente Pr¨®ximo, esta guerra est¨¢ convirti¨¦ndose en la guerra de Europa. Aparte de m¨¢s sistemas antia¨¦reos, lo que Ucrania y sus aliados europeos necesitan con m¨¢s urgencia es una estrategia, una idea clara de cu¨¢les son el mejor desenlace y el segundo mejor, y de c¨®mo llegar a ellos. Es raro que las guerras modernas acaben con vencedores y vencidos absolutos. Hay resultados m¨¢s probables de esta guerra que la anexi¨®n de toda Ucrania por parte de Rusia o la derrota total de esta ¨²ltima.
El mayor error de Occidente ha sido subestimar el poder de Vlad¨ªmir Putin y su resistencia, y sobrestimar el impacto que las sanciones econ¨®micas tendr¨ªan en la econom¨ªa rusa. Rusia ha registrado tasas de crecimiento superiores a las de cualquiera de las grandes econom¨ªas occidentales. En t¨¦rminos de poder adquisitivo, el pa¨ªs es aproximadamente del mismo tama?o que Alemania. Ahora que hay un contraataque, Occidente parece haber perdido inter¨¦s y est¨¢ centrado principalmente en la guerra de Oriente Pr¨®ximo.
Un comentario reciente de Scholz me ha recordado la ausencia de una estrategia. Dijo que preve¨ªa que la guerra de Ucrania durar¨¢ mucho tiempo. Esto guarda coherencia con un c¨¢lculo no oficial que escuch¨¦ de una fuente seg¨²n la cual la hip¨®tesis de trabajo en la canciller¨ªa de Berl¨ªn es que la guerra se prolongue durante una d¨¦cada. Esta expectativa es muy reveladora. Diez a?os est¨¢ por encima incluso de las estimaciones m¨¢s optimistas sobre la esperanza de vida del Gobierno de Scholz. Es otra forma de decir que no tenemos ni idea de c¨®mo acabar¨¢ la guerra, y que se lo dejaremos gustosamente al siguiente que est¨¦ al mando.
Los alemanes proporcionan m¨¢s ayuda y armas que nadie en Europa, pero desde el punto de vista estrat¨¦gico son un desastre. Lo ¨²nico claro que nos llega de Berl¨ªn son las l¨ªneas rojas. Sabemos que Scholz no quiere una escalada m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Ucrania. Todo lo dem¨¢s est¨¢ rodeado de una densa niebla. El enfoque de las l¨ªneas rojas nos trajo la crisis de la deuda de la eurozona en la ¨²ltima d¨¦cada. Ahora est¨¢n haciendo lo mismo con la pol¨ªtica exterior.
Es indudable que Occidente tiene m¨¢s y mejores armas que Rusia y muchos m¨¢s recursos. Fue bastante impresionante ver c¨®mo los Patriot interceptaban todos menos siete de los 120 misiles bal¨ªsticos, 170 drones y 30 misiles de crucero que Ir¨¢n envi¨® en direcci¨®n a Israel.
Una guerra subsidiaria de Ucrania contra Rusia apoyada por Occidente no supondr¨ªa un desaf¨ªo real. Pero se ha convertido en uno debido al fracaso estrat¨¦gico a la hora de establecer objetivos de guerra espec¨ªficos junto con planes sobre c¨®mo alcanzarlos: asegurar las l¨ªneas de frente actuales; liberar los territorios ocupados segmento a segmento; definir posibles salidas que se sit¨²en entre los extremos de la derrota total y la victoria total; y preparar un acuerdo diplom¨¢tico para cuando termine la guerra.
La estrategia impl¨ªcita tras una guerra de 10 a?os es el intento de agotar al enemigo, o esperar que interfiera alg¨²n otro acontecimiento. Yo no aconsejar¨ªa a los l¨ªderes occidentales que intentaran vencer a Putin en un concurso de resistencia y fuerza de voluntad. Es mucho m¨¢s probable que seamos nosotros los que sucumbamos al trastorno de d¨¦ficit de atenci¨®n geopol¨ªtico o al s¨ªndrome de fatiga cr¨®nica. Una guerra de 10 a?os tambi¨¦n pondr¨ªa la adhesi¨®n de Ucrania a la UE y a la OTAN en un estado de permafrost, y ser¨ªa devastadora desde el punto de vista financiero para Ucrania y la UE. Ni la OTAN ni la UE pueden aceptar a un pa¨ªs en guerra. ?Lo han pensado bien?
Estamos entrando en una situaci¨®n pol¨ªtica desconocida para los europeos. Alemania es el ¨²nico pa¨ªs con capacidad para ayudar a Ucrania y, sin embargo, Alemania es el pa¨ªs de las l¨ªneas rojas. Por otro lado, Estados Unidos sigue siendo un aliado distante y cada vez m¨¢s reacio. No se trata solo de Trump. Ahora es tarea nuestra.
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