Van a volver loco a Lula
En R¨ªo Grande do Sul se concentra no solo una de las mayores riquezas de Brasil, sino tambi¨¦n la extrema derecha del pa¨ªs, centro de los enemigos de todo lo que suene a izquierda
Al presidente Lula le est¨¢ tocando lidiar con uno de los problemas m¨¢s delicados de su nuevo Gobierno con motivo de la tragedia clim¨¢tica en la rica regi¨®n de R¨ªo Grande do Sul sembrada de cad¨¢veres y con m¨¢s de un mill¨®n de afectados, sin luz y sin agua.
El Gobierno ha sido r¨¢pido en mover todas las teclas para aliviar tanto dolor y tanta muerte justamente en la regi¨®n que le es m¨¢s adversa pol¨ªticamente. Es esa parte rica del pa¨ªs donde se concentra el mayor contingente de seguidores fieles del ultraderechista Bolsonaro.
En R¨ªo Grande do Sul se concentra no solo una de las mayores riquezas del pa¨ªs gracias a la fuerza del negocio agr¨ªcola, sino tambi¨¦n la extrema derecha del pa¨ªs, centro de los enemigos de todo lo que suene a izquierda. Entre ellos est¨¢ una gran masa de evang¨¦licos, quienes se le resisten siempre a Lula. Es la religi¨®n que mejor representa el lema de la derecha de Dios, patria y familia.
Y una vez m¨¢s Lula se ha visto entre la espada y la pared: olvidarse de los c¨¢lculos puramente pol¨ªticos y volcarse en la ayuda a las v¨ªctimas de la tragedia movilizando todas las fuerzas del Gobierno o dejarlos a su suerte.
El momento es doblemente dif¨ªcil debido a que Lula es empujado por los suyos a tomar decisiones que no siempre responden a su idiosincrasia, la del pol¨ªtico de izquierda, que ya en su primer Gobierno cambi¨® su atuendo de sindicalista ¡°barbudo¡± por las corbatas de Armani y acu?¨® la hist¨®rica frase de ¡°Lula: paz y amor¡±. Es lo que le llev¨® a decir un d¨ªa que ¨¦l era una ¡°metamorfosis ambulante¡±. Y lo fue. Supo en todos sus Gobiernos adaptarse a los aires pol¨ªticos del momento: del brazo de grandes caciques de la pol¨ªtica de derechas como de los movimientos m¨¢s de izquierdas.
Ahora, en su tercer mandato, Lula se encuentra en una encrucijada que para salir de ella va a necesitar desempolvar sus dotes de metamorfosis. El problema no es f¨¢cil y de alguna forma parece sufrir un cierto desconcierto, ya que los problemas le llegan del interior de su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), y de su asesor oficial de imagen, Sidonio Palmeira. Eso podr¨ªa acabar desconcert¨¢ndole.
El ala m¨¢s de izquierda, empezando por la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann, preferir¨ªan un enfrentamiento frontal con la oposici¨®n sin medias tintas. Prefieren la guerra abierta contra la derecha y el enfrentamiento sin miedos con Bolsonaro que sigue, aunque inelegible, siendo el centro indiscutible de la extrema derecha golpista y hasta de la simple derecha. Y sigue libre y coleando, movilizando miles de seguidores en sus concentraciones callejeras.
El problema, seg¨²n los asesores de im¨¢genes de Lula, es que, como revelan todos los sondeos, no es posible que el Gobierno est¨¦ mejor en todos los ¨ªndices econ¨®micos y sociales frente al c¨®mo lo percibe la sociedad. Y lo est¨¢n empujando a que se olvide de Bolsonaro, llam¨¢ndolo ¡°cobarde¡± y que intente arrancarle al bolsonarismo fascista sus banderas de Dios, patria y familia.
Lula de alguna forma est¨¢ entre la espada y la pared. Por una parte, odia y desprecia a Bolsonaro como personaje y le gustar¨ªa verle cuanto antes en la c¨¢rcel, y al mismo tiempo tiene que enfrentarse con una sociedad que lo hizo famoso y triunfador con su eslogan de ¡°paz y amor¡±, de ser una especie de padre de los pobres aunque a la vez cercano a los ricos. Y ahora su af¨¢n es ganarse esa clase media que nunca lo soport¨®.
No se sabe si es por influjo de su esposa, Janja, una gran activista y feminista que no se conforma con ser la simple primera dama de la Presidencia. O porque Lula no se conforma con la paradoja de que todo est¨¦ mejorando en el pa¨ªs y siga patinando en todos los sondeos que no parecen reflejar lo que realmente est¨¢ realizando su nuevo y tercer Gobierno, donde ya piensa en representarse a un cuarto mandato en 2026. Lo cierto es que el exsindicalista est¨¢ haciendo esfuerzos para cambiar.
Un ejemplo que ha sido notado durante la tragedia que aflige al Estado m¨¢s bolsonarista, m¨¢s evang¨¦lico y m¨¢s alejado de ¨¦l ha sido su tierna actitud revelada en el dolor que le caus¨® la noticia de que un caballo hab¨ªa quedado atrapado durante las tormentas en un tejado sin poder salir.
¡°Fui a dormir inquieto con la imagen de un caballo encima de un tejado. Me pongo a imaginar lo que aquel pobre caballo estar¨ªa pasando solito en aquel tejado¡±, coment¨®. Y a?adi¨®: ¡°Espero que por un tiempo nadie monte a ese caballo porque ¨¦l merece de un buen descanso¡±. Mientras tanto, su esposa Janja que hab¨ªa movilizado al Ej¨¦rcito para salvar al caballo Caramelo, y apareci¨® en las redes emocionada con una perrita perdida en la tragedia que acababan de adoptar ella y su marido.
Fuera ya de la peque?a pol¨ªtica, uno se pregunta a veces por qu¨¦ justamente en las tragedias sacamos lo mejor de nosotros mismos. Como est¨¢ sucediendo en esta nueva desgracia de Brasil donde est¨¢ siendo ejemplar la ayuda a los necesitados por parte de tantos voluntarios que no se preguntan si son bolsonaristas o lulistas. Como ha escrito Preto Zez¨¦ en su columna de O Globo: ¡°No necesitamos de h¨¦roes, salvadores de la patria. Necesitamos de l¨ªderes y de paz para sentirnos cerca del otro¡±.
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