Nadie por encima de la ley
Los tribunales dirimir¨¢n en los casos de Trump y Netanyahu si determinados gobernantes y pa¨ªses tienen derecho a un trato especial respecto a todos los dem¨¢s
Trump y Netanyahu comparten muchas cosas, y una de ellas es su pretensi¨®n de situarse por encima de la ley, exactamente la posici¨®n de los monarcas contra los que se levantaron las revoluciones americana y francesa y que abrieron el camino a los actuales sistemas liberales regidos por la ley y el Estado de derecho. Como en un alineamiento de los astros, los itinerarios de ambos pol¨ªticos caen ahora bajo el severo escrutinio de la justicia, la de Estados Unidos el primero y la universal el segundo.
No es una novedad que haya gobernantes y pa¨ªses que han actuado y se han situado al margen o por encima de la ley, al contrario. La novedad que se dirime ante los tribunales, los estadounidenses en el caso de Trump y los internacionales en el de Netanyahu, es la posibilidad de que unos jueces reconozcan, sea por acci¨®n, sea por omisi¨®n, el derecho de determinados gobernantes y pa¨ªses a un trato especial respecto a todos los otros gobernantes y pa¨ªses, hasta el punto de situarles por encima de las leyes que rigen para todos y de legalizar los cr¨ªmenes que hayan cometido, est¨¦n cometiendo o puedan cometer en el futuro.
Es grave el caso de Trump, con cuatro procesos penales abiertos, 88 delitos investigados y el auxilio dilatorio de un pu?ado de jueces nombrados de su mano cuando era presidente, incluyendo tres de los nueve que componen el Tribunal Supremo, por cargos nada veniales que van desde la insurrecci¨®n hasta la interferencia en los proceso electorales. Y lo son las consecuencias de su reelecci¨®n para el futuro de la democracia americana y para el mantenimiento de los compromisos de seguridad con sus aliados, especialmente con Ucrania frente a Putin.
Tanto o m¨¢s grave es el caso de Netanyahu. A diferencia de Trump, cuenta con el apoyo de Joe Biden y el aliento de numerosos pa¨ªses europeos ante las imputaciones del fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, Karim Khan. Adem¨¢s de los derechos de los palestinos, los individuales y los colectivos, el sistema democr¨¢tico que est¨¢ en juego es solo el de Israel, ahora bajo la tensi¨®n del Gobierno m¨¢s autoritario y extremista de su historia. Pero el proceso abierto en La Haya desborda en consecuencias el marco de Oriente Pr¨®ximo y afecta a la idea misma de una justicia penal universal que defienda a todas las v¨ªctimas sin excepciones y castigue por igual a los culpables de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, sean africanos o sean europeos.
El argumento preferido en favor de Netanyahu achaca al fiscal la insoportable equivalencia moral entre un grupo terrorista como Ham¨¢s y un Estado democr¨¢tico de derecho como Israel que se podr¨ªa deducir de sus acusaciones. En su contra, cuenta el argumento sim¨¦trico del doble rasero, que autoriza a la justicia internacional siempre que convenga a Estados Unidos y sus amigos, es decir, cuando se trate de pa¨ªses africanos o de una autocracia como la de Putin, pero declara exentas a las democracias aliadas, incluso si sus sistemas judiciales se han revelado insuficientes e incluso obsoletos para impartir justicia, como es el caso de Israel cuando las v¨ªctimas son ciudadanos palestinos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.