El Tribunal Penal Internacional y el doble rasero

El pasado 20 de mayo, el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), el brit¨¢nico Karim Khan, solicit¨® que la Sala de Cuestiones Preliminares de ese Tribunal dictara ¨®rdenes de detenci¨®n por la comisi¨®n de cr¨ªmenes contra la humanidad y cr¨ªmenes de guerra contra tres miembros de la c¨²pula de Ham¨¢s ¡ªYahya Sinwar, jefe de Ham¨¢s en la franja de Gaza; Mohamed Diab Ibrahim al Marsi, comandante en jefe de las Brigadas de Al Qassam, e Ismail Haniya, jefe del bur¨® pol¨ªtico de Ham¨¢s¡ª, as¨ª como contra el primer ministro israel¨ª ¡ªBenjam¨ªn Netanyahu¡ª y el ministro de Defensa ¡ªYoav Gallant¡ª.

A nadie se le escapa la gravedad de la situaci¨®n: m¨¢s de 35.000 muertos palestinos, civiles en su inmensa mayor¨ªa, con el 80% de las viviendas destruidas o gravemente da?adas, m¨¢s de un mill¨®n de personas desplazadas, que sufren ataques indiscriminados de forma diaria, la infraestructura m¨¦dica y hospitalaria ha sido eliminada, a lo que se suma una hambruna galopante causada por la privaci¨®n intencionada de ayuda humanitaria a la poblaci¨®n gazat¨ª. Tambi¨¦n hay que recordar la dram¨¢tica situaci¨®n de los rehenes que a¨²n contin¨²an, se desconoce en qu¨¦ estado, bajo poder de Ham¨¢s. Frente a este dantesco escenario, la comunidad internacional ha tenido que reaccionar, y hay que reconocer el extraordinario esfuerzo realizado por el secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, que ha presionado a Estados y dirigentes, fomentando la adopci¨®n de resoluciones e instando a un alto el fuego que a¨²n no se ha conseguido, ni siquiera a trav¨¦s del ¨®rgano encargado de garantizar el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, el Consejo de Seguridad.

Pero tambi¨¦n hay que reconocer el papel desempe?ado por pa¨ªses como Espa?a, Irlanda o Noruega, que han anunciado que proceder¨¢n a reconocer al Estado palestino el pr¨®ximo 28 de mayo, en una relevante estrategia pol¨ªtica de presi¨®n para que en un futuro la soluci¨®n de los dos Estados, ¨²nica respetuosa con las obligaciones internacionales y con el reconocimiento del derecho a la libre determinaci¨®n del pueblo palestino, sea viable. Por otro lado, es preciso recordar la determinaci¨®n de Sud¨¢frica, que ha iniciado un hist¨®rico procedimiento contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia en relaci¨®n con el incumplimiento de las obligaciones de este Estado como parte en la Convenci¨®n para la prevenci¨®n y la sanci¨®n del crimen de genocidio.

Somos muchos los que consider¨¢bamos que el Tribunal Penal Internacional deb¨ªa reaccionar. Esta organizaci¨®n internacional, creada por el Estatuto de Roma de 1998, constituye un avance sin precedentes en la historia de la humanidad, al ser un ¨®rgano permanente encargado de luchar contra la impunidad por la comisi¨®n de los m¨¢s graves cr¨ªmenes internacionales, como son los cr¨ªmenes de guerra, los cr¨ªmenes contra la humanidad, el genocidio y el crimen de agresi¨®n. El Estado de Palestina se adhiri¨® al Estatuto de Roma el 2 de enero de 2015 y acept¨® su jurisdicci¨®n sobre los cr¨ªmenes cometidos en los territorios palestinos ocupados desde el 13 de junio de 2014. La Fiscal¨ªa abri¨® un examen preliminar el 16 de enero de 2015 y el 3 de marzo de 2021 anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n sobre la situaci¨®n en el Estado de Palestina. Por su parte, la Sala de Cuestiones Preliminares decidi¨® que el Tribunal pod¨ªa ejercer su jurisdicci¨®n sobre Gaza y Cisjordania, incluida Jerusal¨¦n Este. Finalmente, el 17 de noviembre de 2023, el fiscal Kahn comunic¨® que hab¨ªa recibido una remisi¨®n sobre la situaci¨®n en el Estado de Palestina por varios Estados ¡ªSud¨¢frica, Banglad¨¦s, Bolivia, Comoras y Djibouti¡ª.

Si bien puede considerarse que la Fiscal¨ªa del Tribunal ha tardado en actuar, y a pesar de las presiones que ha recibido y que sin duda recibir¨¢, finalmente ha solicitado estas ¨®rdenes de detenci¨®n. Hay que destacar que en su solicitud el fiscal Khan afirma que si la ley no se aplica a todos por igual, si se aplica de forma selectiva, concurrir¨¢n las condiciones necesarias para su colapso. Esta frase tiene una relevancia hist¨®rica, porque m¨¢s all¨¢ del caso concreto que constituye esta segunda Nakba, desde el Sur Global se ha acusado al Tribunal Penal Internacional de actuar s¨®lo contra Estados parias de la comunidad internacional, de ser un instrumento del Norte Global ¡ªespecialmente porque la mayor¨ªa de los asuntos se han centrado en ?frica¡ª. Incluso se ha cuestionado su independencia y se le ha acusado de parcialidad a la hora de iniciar determinadas investigaciones ¡ªpor ejemplo, tras la negativa a iniciar una investigaci¨®n sobre Afganist¨¢n¡ª, lo que ha conducido a que algunos Estados como Burundi o Filipinas hayan abandonado el Tribunal.

Estamos, pues, ante un momento hist¨®rico en el que el Tribunal Penal Internacional puede relegitimarse ante el Sur Global y en el que se hace muy necesario que el deber de cooperar que tienen los Estados parte en el Estatuto de Roma se haga efectivo. Es imperativo que Occidente no caiga en la trampa de las presiones de Israel, que coopere con el Tribunal y que ejecute las ¨®rdenes de detenci¨®n que ser¨¢n emitidas por la Sala de Cuestiones Preliminares. Solo as¨ª el Tribunal ser¨¢ realmente un instrumento de la comunidad internacional en la lucha contra la impunidad por la comisi¨®n de los m¨¢s graves cr¨ªmenes internacionales.