M¨¦xico: la hora de la verdad
El pa¨ªs norteamericano celebrar¨¢ el 2 de junio unas elecciones cruciales en las que est¨¢ en juego consolidar la democracia tras el mandato de L¨®pez Obrador
El paisaje mexicano huele a sangre.
(General Eulalio Guti¨¦rrez, 1915)
M¨¦xico vive una grav¨ªsima regresi¨®n hist¨®rica. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO) ha minado varias instituciones ¨²tiles del siglo XXI y del XX. Ha amenazado tambi¨¦n a las que nos legaron los liberales del siglo XIX: la autonom¨ªa de la Suprema Corte de Justicia, el juicio de amparo, las garant¨ªas individuales y la libertad de expresi¨®n. ?l es el principal responsable de que haya vuelto el ¡°M¨¦xico bronco¡± posterior a la Revoluci¨®n.
Ese M¨¦xico encontr¨® un acuerdo pol¨ªtico entre 1929 y 2000. Era el famoso ¡°sistema pol¨ªtico mexicano¡±, que Mario Vargas Llosa llam¨® ¡°la dictadura perfecta¡±. Los presidentes mexicanos gozaban de un poder casi absoluto pero lo compart¨ªan con el PRI, cuyas siglas, Partido Revolucionario Institucional, eran una contradicci¨®n sem¨¢ntica pero no pol¨ªtica. Era ¡°revolucionario¡± en la ideolog¨ªa e institucional en su integraci¨®n corporativa de campesinos, obreros, bur¨®cratas (y, por un tiempo, militares) bajo el dominio pol¨ªtico y el patronazgo econ¨®mico del Estado. Miles de puestos ejecutivos y legislativos en los 32 Estados y m¨¢s de 2.000 municipios se repart¨ªan peri¨®dicamente dentro del PRI, que ganaba abrumadoramente las elecciones.
Aquel sistema ten¨ªa pocos l¨ªmites externos. Los partidos de oposici¨®n eran casi testimoniales, el Gobierno manejaba las elecciones, hab¨ªa poca conciencia c¨ªvica y una libertad de expresi¨®n limitada por la censura y la autocensura. No obstante, el sistema ten¨ªa l¨ªmites internos. El presidente no era el due?o del PRI. Deb¨ªa negociar con sus sectores. Su privilegio mayor era elegir a su sucesor, y se cumpli¨® a partir de 1934, con una regla: dejar el poder a los seis a?os. Al salir, gozaba de total impunidad e inmunidad, pero el presidente entrante ejerc¨ªa el poder sin deber alguno de obedecer al anterior, lo cual implicaba un distanciamiento y en algunos casos un rompimiento. ¡°El Rey ha muerto, viva el Rey¡±¡ por seis a?os.
El PRI vivi¨® casi intocado hasta fines de los a?os ochenta, cuando, gracias a los aires de libertad en Europa y Am¨¦rica Latina, perdi¨® sustento y legitimidad. Era vergonzoso que M¨¦xico no fuese un pa¨ªs democr¨¢tico y libre. Tras arduas luchas intelectuales y pol¨ªticas, un presidente dem¨®crata, Ernesto Zedillo (1994-2000), tuvo el valor de desatar el cambio: consolid¨® la independencia del Instituto Federal Electoral bajo control ciudadano, se neg¨® a designar a su sucesor, abri¨® la competencia entre partidos, reestructur¨® a la Suprema Corte d¨¢ndole plena autonom¨ªa, respet¨® la libertad de expresi¨®n. En el a?o 2000, M¨¦xico ingres¨® a la democracia de manera ordenada y pac¨ªfica.
Dos gobiernos del PAN y uno del PRI se sucedieron desde entonces hasta 2018, con resultados malos o mediocres. Frente a ellos se alz¨® la figura de L¨®pez Obrador, candidato populista de las izquierdas en 2006 (desconoci¨® su derrota, se autonombr¨® ¡°presidente leg¨ªtimo¡±) y 2012 (reclam¨® fraude). Finalmente, gracias al orden democr¨¢tico que ahora busca minar, lleg¨® a la presidencia en 2018. ¡°Aunque me llamen Mes¨ªas, purificar¨¦ M¨¦xico¡±, declar¨®, y bajo esa convicci¨®n ¡ªque lo llev¨® a compararse seriamente con Jesucristo¡ª concentrar¨ªa el poder como nunca antes en el siglo XX. Con un agravante: a diferencia de los presidentes del PRI, L¨®pez Obrador s¨ª es el due?o de Morena y, por ello, no tiene l¨ªmites internos. Adem¨¢s, a diferencia del PRI, Morena no es un partido, sino un movimiento alrededor de un caudillo. Los l¨ªmites que ha tenido L¨®pez Obrador han sido externos: est¨¢n en las instituciones de la libertad y la transparencia. Su objetivo es destruirlas y ser el due?o de M¨¦xico.
AMLO no puede reelegirse, pero s¨ª gobernar por interposita persona. Para ello ha ungido a Claudia Sheinbaum, que ha prometido seguir el programa de su l¨ªder al pie de la letra. Hay quien ve en esto una estrategia electoral y conf¨ªa en que a la postre prevalecer¨¢ su perfil biogr¨¢fico: una acad¨¦mica formada en el respeto a la ciencia. Ojal¨¢ sea as¨ª, pero hasta ahora no hay raz¨®n para dudar de su promesa y su lealtad al l¨ªder.
En t¨¦rminos pol¨ªticos, ese seguimiento implicar¨ªa continuar ¡ªquiz¨¢ con un estilo m¨¢s discreto pero no menos autoritario¡ª el libreto populista. Significar¨ªa seguir, ante el crimen organizado y la delincuencia, la estrategia ¡ªllam¨¦mosla as¨ª¡ª de ¡°abrazos, no balazos¡±, que se ha traducido en la cifra sin precedente de 186.000 muertes violentas en lo que va del sexenio. Y significar¨ªa tambi¨¦n aprobar el paquete de reformas que AMLO ha enviado al Congreso y con las cuales pretende acabar con la autonom¨ªa del poder judicial y desmantelar las dos principales instituciones aut¨®nomas que se han salvado de su implacable guillotina: el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Acceso a la Informaci¨®n.
Si, como hasta ahora parece probable pero de ning¨²n modo seguro, Sheinbaum gana la elecci¨®n presidencial por un margen peque?o, pero los partidos que la apoyan (incluido Morena, el partido de AMLO) pierden las elecciones en Ciudad de M¨¦xico y en otros Estados, adem¨¢s de no alcanzar la mayor¨ªa calificada en el Congreso, su margen de maniobra se reducir¨¢ sensiblemente. Si muestra una disposici¨®n a cambiar el rumbo y propicia una reconciliaci¨®n nacional, la democracia mexicana se habr¨¢ salvado. Si, como ha manifestado repetidas veces incluidos los debates, se empe?a en continuar el r¨¦gimen de AMLO, buscar¨¢ supeditar la Suprema Corte de Justicia al poder Ejecutivo, pero tendr¨¢ que enfrentar al Congreso. Todo ello en el contexto de una ciudadan¨ªa agraviada, volcada en las calles, las plazas, y las redes sociales. Habr¨¢ una polarizaci¨®n a¨²n m¨¢s explosiva que la actual. Resultado, la democracia podr¨¢ respirar, no descansar.
Como en los tiempos del PRI, Morena ha llevado a cabo (seg¨²n documentan diversas fuentes) una campa?a a trav¨¦s de los Servidores de la Naci¨®n con el objetivo de persuadir al votante de que la oposici¨®n suprimir¨ªa los programas sociales. Si esta pr¨¢ctica se traduce en un triunfo por amplio margen que otorgue al oficialismo la mayor¨ªa calificada, la impugnaci¨®n de la oposici¨®n y la protesta ciudadana ser¨¢n mayores. Pero el peso del poder ser¨ªa excesivo. Sheinbaum ser¨ªa la Medv¨¦dev de AMLO. Resultado, la asfixia de la democracia.
Hay otros escenarios. La candidata opositora X¨®chitl G¨¢lvez recorre el pa¨ªs con un impacto creciente. Las encuestas se est¨¢n cerrando. En esencia, propone mantener los programas sociales de AMLO sin ataduras de obediencia pol¨ªtica, y rescatar las instituciones (salud, seguridad, educaci¨®n, ecolog¨ªa, energ¨ªa) arrasadas por el Gobierno actual. Y promete algo a¨²n m¨¢s valioso: una nueva atm¨®sfera de civilidad y reconciliaci¨®n.
G¨¢lvez podr¨ªa ganar si el tercer candidato, Jorge ?lvarez M¨¢ynez, declinara por ella. Por oportunismo y c¨¢lculo (hay puestos y dineros de por medio), no lo har¨¢. Si, a pesar de ello, G¨¢lvez triunfa con un margen amplio (dif¨ªcil, no de ning¨²n modo imposible) o estrecho (como es perfectamente posible), podr¨ªa ocurrir, dados los antecedentes en 2006 y 2012, que AMLO y sus contingentes reclamen fraude y busquen la anulaci¨®n de los comicios. Pero tambi¨¦n la ciudadan¨ªa opositora defender¨ªa su triunfo. Vendr¨ªan meses de incertidumbre, angustia y turbulencia, en espera del veredicto del Tribunal Electoral, organismo muy debilitado por AMLO. ?Mantendr¨ªa su independencia? La democracia en vilo.
Para M¨¦xico ha llegado la hora de la verdad. En 200 a?os de vida independiente, M¨¦xico hab¨ªa ensayado la democracia en solo dos per¨ªodos: la era liberal de Benito Ju¨¢rez (1858-1872) y los 15 meses del presidente Francisco I. Madero (1911-1913). El primer par¨¦ntesis se cerr¨® en una dictadura; el segundo desemboc¨® la violencia revolucionaria. Este es el tercer llamado. Si la democracia sobrevive y se consolida, puede restablecer lazos de concordia con Espa?a e inspirar a los pueblos latinoamericanos oprimidos por la dictadura a conquistar la libertad.
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