Con m¨¢s ayuda, Ucrania todav¨ªa puede recuperarse y ganar
Cada vez hay m¨¢s funcionarios, incluso altos cargos, que en privado se muestran m¨¢s cautelosos que Zelenski a la hora de definir qu¨¦ es la victoria frente a Rusia
Mientras contemplo un bosque de banderitas ucranias en el Maid¨¢n (la Plaza de la Independencia) de Kiev colocadas como recuerdo por familiares de los muertos en la guerra, se me acerca un fornido soldado ucranio con uniforme de combate. Pertenece a la 95? Brigada de Asalto A¨¦reo, un cuerpo de ¨¦lite, y lleva m¨¢s de diez a?os luchando contra las agresiones rusas. ¡°Cuando llegue el momento de brindar por la victoria¡±, me dice, ¡°por favor, vierta su primera copa en el suelo, en memoria de los ca¨ªdos¡±.
Me se?ala la vida de apariencia normal que nos rodea en la capital ucrania, con j¨®venes que beben en agradables caf¨¦s, casi como si estuvi¨¦ramos en Par¨ªs o Viena, y dice: ¡°Cada d¨ªa de paz aqu¨ª cuesta muchas vidas en el frente¡±. Pero se le atragantan las ¨²ltimas palabras y se le llenan los ojos de l¨¢grimas. ¡°Perd¨®n, perd¨®n¡±, exclama, avergonzado por ese instante de debilidad. Luego vuelve a darme la mano con fuerza, agarra su mochila caqui y se aleja entre la muchedumbre de civiles como un fantasma salido de las trincheras de la Primera Guerra Mundial.
Los ¨¢nimos est¨¢n muy bajos en Ucrania ¨²ltimamente. Las v¨ªctimas no dejan de aumentar. En el cementerio militar de Lviv veo a viudas y madres afligidas, sentadas en silencio junto a las tumbas reci¨¦n excavadas para sus seres queridos, con la cabeza inclinada y una condena de perpetuo sufrimiento grabada en el rostro. Los m¨¦dicos calculan que al menos la mitad de la poblaci¨®n padece estr¨¦s postraum¨¢tico en uno u otro grado.
Las fuerzas de Vlad¨ªmir Putin avanzan poco a poco, aprovechando su ventaja num¨¦rica y la tardanza de Occidente en suministrar medios de defensa a¨¦rea y municiones suficientes. Han abierto un nuevo frente al norte de J¨¢rkov, que est¨¢ m¨¢s cerca de la frontera rusa que Londres de Oxford. Ahora existe el temor a que las tropas rusas consigan acercarse hasta poder alcanzar con la artiller¨ªa la ciudad sitiada, que ya est¨¢ sufriendo los ataques de misiles, drones y bombas planeadoras. Da la impresi¨®n de que el principal objetivo de Rusia es ampliar la l¨ªnea del frente, que ahora tiene unos mil kil¨®metros; de esa manera, mientras Ucrania desv¨ªa tropas para defender J¨¢rkov, el ej¨¦rcito de Putin podr¨ªa seguir avanzando en el Este y apoderarse de m¨¢s zonas de las provincias de Donetsk y Lugansk, que ¨¦l ya considera parte irreversible de la Federaci¨®n Rusa. Un experto militar occidental afirma que este es ¡°un momento peligroso¡± para Ucrania.
Un comandante de batall¨®n, en activo desde los primeros d¨ªas de la guerra, me dice que el estado de ¨¢nimo de los soldados ¡°no es bueno¡±. ¡°Creen¡±, a?ade el comandante Andriy, ¡°que es hora de que vayan a luchar otros¡±. ?Pero d¨®nde est¨¢n esos otros? La semana pasada entr¨® en vigor una ley muy controvertida que baja la edad de reclutamiento obligatorio a 25 a?os, pero aqu¨ª no paro de escuchar historias de j¨®venes ucranios que intentan evitarlo.
Los ataques a¨¦reos rusos han destruido casi la mitad de la capacidad de producci¨®n energ¨¦tica del pa¨ªs. Incluso en verano, los cortes de electricidad son frecuentes. Un experto calcula que, con la capacidad actual, el pr¨®ximo invierno muchos ucranios podr¨ªan sufrir cortes de electricidad de hasta 12 horas al d¨ªa; y aqu¨ª los inviernos son terriblemente fr¨ªos.
Cada vez hay m¨¢s enfado con Occidente porque no toma medidas suficientes, ni con la suficiente rapidez, para que el pa¨ªs pueda defenderse. Un ministro del Gobierno me ha dicho que ¡°el pueblo ucranio nunca perdonar¨¢¡± al Congreso de Estados Unidos por el interminable retraso de la votaci¨®n sobre el ¨²ltimo paquete de ayuda. Tambi¨¦n hay un malestar persistente con el presidente Volod¨ªmir Zelenski, cuyo mandato habr¨ªa terminado el lunes pasado si el pa¨ªs no estuviera bajo la ley marcial, y, sobre todo, con la Oficina del Presidente, dirigida por el poderoso Andrii Yermak. Diversas fuentes me han dicho que Zelenski, antigua estrella de la televisi¨®n, est¨¢ obsesionado con los ¨ªndices de popularidad, que est¨¢n bajando poco a poco.
Curiosamente, una cosa que se le critica muchas veces a Zelenski es que siga alimentando unas esperanzas poco realistas de lograr la victoria total, es decir, la reconquista de todo el territorio soberano de Ucrania con arreglo a las fronteras de 1991, incluida Crimea. Hay funcionarios, incluso altos cargos, que en privado muestran m¨¢s cautela a la hora de definir la victoria. ¡°En p¨²blico, apoyo lo que dice el presidente¡±, me dijo uno de ellos. ¡°En privado, creo que debemos sobrevivir como un Estado occidental independiente que tiene posibilidades de desarrollo¡±. Y todos est¨¢n verdaderamente preocupados por lo que haga Donald Trump si es reelegido presidente de Estados Unidos el 5 de noviembre.
La opini¨®n p¨²blica, bajo la presi¨®n de las terribles cifras de bajas, el agotamiento, el trauma y la inquietante disminuci¨®n de la ayuda occidental, ha cambiado ligeramente. A finales del a?o pasado, el Instituto Internacional de Sociolog¨ªa de Kiev realiz¨® una encuesta en la que propon¨ªa dos opciones sobre lo que deber¨ªa hacer Ucrania ¡°si Occidente reduce sustancialmente la ayuda¡±. Una clara mayor¨ªa, el 58%, respondi¨® que deber¨ªa seguir luchando, incluso pese a ¡°los riesgos para los territorios controlados por Ucrania¡±. Sin embargo, el 32% prefiri¨® la segunda opci¨®n: ¡°El cese de las hostilidades con firmes garant¨ªas de seguridad por parte de Occidente, pero posponiendo la liberaci¨®n de los territorios [ocupados por Rusia] por tiempo indefinido¡±.
Hay que destacar que esto ser¨ªa as¨ª solo en el caso de que disminuyera dr¨¢sticamente la ayuda occidental y solo con serias garant¨ªas de seguridad. Tambi¨¦n resultar¨ªa crucial para el veredicto popular saber qu¨¦ territorio se perder¨ªa. Una cosa es llegar a acuerdos sobre Crimea y las partes de Donb¨¢s ocupadas por Rusia desde 2014 y otra muy distinta sacrificar las grandes franjas de territorio ucranio que hay en medio, donde viv¨ªan y trabajaban alrededor de dos millones y medio de personas antes de la invasi¨®n. Cuanto m¨¢s grandes fueran las concesiones territoriales, m¨¢s firmes tendr¨ªan que ser las garant¨ªas inmediatas de Occidente en materia de seguridad y m¨¢s cre¨ªble la perspectiva de adhesi¨®n a la UE y la OTAN en un futuro no lejano ni incierto. Pero, incluso en ese caso, muchos ucranios estar¨ªan furiosos con el Gobierno por negociar lo que considerar¨ªan una derrota y resentidos sin remedio con Occidente por obligarlos a aceptarla.
Ucrania est¨¢ contra las cuerdas. Por seguir con la met¨¢fora del boxeo, viene a la mente de inmediato el nuevo campe¨®n mundial de los pesos pesados, el ucranio Oleksandr Usyk, que parec¨ªa haber quedado fuera de combate por la feroz arremetida del gigante Tyson Fury pero que se recuper¨® y acab¨® ganando a los puntos despu¨¦s de 12 brutales asaltos. Una ajustada victoria en 12 asaltos, en vez de un golpe definitivo en el quinto, es lo m¨¢ximo a lo que puede aspirar ahora la patria de Usyk. La gran diferencia es que, a diferencia del boxeador, Ucrania no puede derrotar por s¨ª sola a un rival mucho mayor. Necesita de inmediato que Occidente le proporcione una ayuda militar m¨¢s abundante y audaz para poder poner contra las cuerdas a Putin Fury. Entonces, y solo entonces, Ucrania estar¨¢ en condiciones de poder conseguir un resultado que para la mayor¨ªa de su propio pueblo sea una victoria y para la mayor¨ªa de los rusos una derrota. Ese deber¨ªa ser tambi¨¦n el objetivo de Occidente.
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