La era de la m¨²sica en directo

Los recitales de m¨²sica viven probablemente el mejor momento de su historia. Seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Promotores Musicales, en 2023 en Espa?a se facturaron 578 millones de euros con los conciertos, un 26% m¨¢s que en 2022, que ya supuso un r¨¦cord. Nunca hab¨ªa asistido en Espa?a tanta gente a espect¨¢culos musicales. Tras el a?o m¨¢s duro de la covid, 2020, ya en 2021 comenzaron a celebrarse conciertos, aunque con restricciones. Hoy ya no se puede decir que este furor por la m¨²sica en vivo provenga solo de una reacci¨®n a las prohibiciones por el virus.

Los conciertos de Taylor Swift en Madrid ofrecen una fotograf¨ªa de las dimensiones del momento que vivimos. Dos d¨ªas seguidos, m¨¢s de 65.000 personas han visto a la estrella estadounidense, cuya gira ya es considerada la m¨¢s rentable de la historia: m¨¢s de 920 millones de euros en recaudaci¨®n, con entradas que cuestan cientos de euros y se agotaron en horas para los 152 conciertos. Para una generaci¨®n ser¨¢ el concierto de su vida. Pero la banda de rock australiana AC/DC, que lleg¨® al ¨¦xito una d¨¦cada antes de que Swift naciera, tambi¨¦n ha demostrado esta semana en Sevilla que la pasi¨®n por ver a los grandes artistas trasciende generaciones. La era de la m¨²sica digital, donde los aficionados pueden acceder desde sus tel¨¦fonos a un cat¨¢logo casi infinito tanto como a la intimidad de sus ¨ªdolos, ha producido una paradoja: la conexi¨®n en vivo con los artistas es m¨¢s deseada que nunca.

Esta demanda, que parece no tener l¨ªmite, tambi¨¦n est¨¢ revolucionando el negocio. Las entradas son cada vez m¨¢s caras y conseguirlas a trav¨¦s de las plataformas de gesti¨®n resulta fatigoso y frustrante. Se produce adem¨¢s una preocupante concentraci¨®n empresarial que deja al usuario, y a los artistas, sin alternativas. La Fiscal¨ªa General de Estados Unidos acaba de presentar una demanda contra el conglomerado de la plataforma Ticketmaster y la promotora Live Nation por abuso de posici¨®n dominante para controlar hasta el 70% del mercado de la m¨²sica en directo. Seg¨²n la consultora Pollster, el precio medio de una entrada en EE? UU ha subido un 31% desde 2018, hasta los 122 d¨®lares. Para conseguir audiencias masivas, adem¨¢s, se recurre a veces a recintos inc¨®modos y sin garant¨ªas ac¨²sticas. No es una novedad, pero el agravio se vuelve mayor cuanto m¨¢s inasequible es el acceso a esa experiencia irrepetible.