El largo adi¨®s del ¡®proc¨¦s¡¯
El movimiento ven¨ªa deshinch¨¢ndose desde hac¨ªa tiempo, a medida que iba perdiendo efectivos hasta s¨®lo poder movilizar a unos miles de entusiastas en una t¨®rrida ma?ana de agosto ante Puigdemont
El proc¨¦s no lo ha acabado la aparici¨®n crepuscular de Carles Puigdemont, ese ¨²ltimo acto de prestidigitaci¨®n para los ya convencidos. El proc¨¦s ven¨ªa deshinch¨¢ndose desde hac¨ªa tiempo, a medida que iba perdiendo efectivos hasta s¨®lo poder movilizar a unos miles de entusiastas en una t¨®rrida ma?ana de agosto.
Desde el principio se sab¨ªa (los que quer¨ªan saberlo) que la independencia s¨®lo era posible si contaba con la participaci¨®n de una parte de los no independentistas. ¡°Ensanchar la base¡±, ese fue el lema en los a?os gloriosos previos a la consulta de 2017. El proc¨¦s se vend¨ªa como un ejercicio eminentemente democr¨¢tico, lo que invitaba a todos aquellos que simpatizaban no tanto con la independencia como con la libre expresi¨®n de una opci¨®n leg¨ªtima (dret a decidir). Eran los tiempos del 15-M.
Pero desde 2018 el proc¨¦s se fue encerrando en s¨ª mismo, reconcomi¨¦ndose en un universo propio del que cada vez m¨¢s y m¨¢s gente se iba sintiendo expulsada, o extra?ada. Lo que acab¨® siendo el posproc¨¦s s¨®lo era apto para true believers, inasequibles al desaliento. En sus ¨²ltimas fases, el proc¨¦s avanzaba (si lo hac¨ªa) depur¨¢ndose. De ah¨ª la contracci¨®n de los resultados electorales de los partidos independentistas desde 2021, una ca¨ªda del 30% en las auton¨®micas, 33% en las municipales, 40% en las generales.
Preguntados por el ICPS c¨®mo quer¨ªan que acabase el proc¨¦s, el 73% de los votantes de ERC en 2018 dec¨ªan que con la independencia, por un 26% que preferir¨ªa que fuera con un acuerdo para mejorar el autogobierno. Cinco a?os despu¨¦s, los primeros sumaban el 45%, mientras que los segundos superaban el 50%. Ya no es s¨®lo las posibilidades que se le supone a la consecuci¨®n efectiva de la independencia, sino las propias ganas de que esto ocurra. As¨ª ha acabado el proc¨¦s, cansando a su propia base.
De la misma forma que la independencia s¨®lo era posible con una combinaci¨®n de independentistas y no independentistas, la superaci¨®n de los a?os del proc¨¦s s¨®lo va a ser posible gracias a la mezcla de no independentistas y de esa parte de independentistas fatigados de un proc¨¦s que en los ¨²ltimos a?os s¨®lo serv¨ªa a su propia supervivencia no ya como proyecto pol¨ªtico, sino como ret¨®rica, como m¨¢stil al que se aferraba una minor¨ªa cada vez m¨¢s exigua, presa de una ¨¦pica de cart¨®n piedra.
El acuerdo que va a permitir la reconstrucci¨®n de esa Catalu?a compuesta, compleja, no es un regalo a los independentistas, sino todo lo contrario. Es el punto de encuentro que la deriva delirante del proc¨¦s impidi¨® durante m¨¢s de una d¨¦cada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.