Si lo ves claro, desconf¨ªa de tus ojos
El cerebro tiene su capacidad m¨¢s poderosa en el reconocimiento de patrones y en establecer conclusiones a partir de informaci¨®n parcial
La capacidad m¨¢s poderosa de la mente humana es tambi¨¦n la m¨¢s peligrosa. Se trata de saltar a las conclusiones. Por ejemplo, la inmigraci¨®n es la causa del aumento de la delincuencia, ?no es cierto? Y no, no es cierto, porque los hechos no lo avalan. Pero, ?para qu¨¦ preocuparse de los hechos? T¨² sabes que eso es cierto porque lo dice el modelo interior del mundo que llevas dentro del cr¨¢neo, y te basta ver un par de casos aislados para saltar a las conclusiones. Los alimentos transg¨¦nicos son malos, ?verdad?, puesto que los ha hecho Monsanto y violan las leyes de la naturaleza. Da igual que Monsanto no exista desde hace a?os, que los actuales alimentos transg¨¦nicos los est¨¦n dise?ando los institutos p¨²blicos africanos para resolver sus propios problemas y que la agricultura convencional sea cualquier cosa menos natural desde que empezamos a manipular los cultivos hace 10.000 a?os. T¨² has saltado a las conclusiones porque encajan con tu patr¨®n mental, y los datos te importan entre poco y nada.
Los neurocient¨ªficos llaman a esto ¡°rellenado¡± (filling in), y su ejemplo m¨¢s popular es el punto ciego de la retina. En toda la mitad de nuestro campo visual, justo all¨ª donde dirigimos los ojos para observar el mundo con mayor nitidez, en realidad no vemos absolutamente nada. La raz¨®n es que nuestra retina tiene un boquete precisamente ah¨ª para dejar pasar al nervio ¨®ptico hacia los procesadores visuales del cerebro, que est¨¢n en la parte de atr¨¢s del cr¨¢neo. Lo que creemos ver en la mism¨ªsima parte central del campo visual es, literalmente, una invenci¨®n que nuestro c¨®rtex visual manufactura con lo que supone que deber¨ªa estar all¨ª. Ha saltado a las conclusiones. Normalmente acierta, aunque es muy f¨¢cil revelar la estafa con un sencill¨ªsimo experimento casero que hacen los ni?os en la escuela, o al menos hac¨ªan en mi tiempo. Eso es el rellenado.
Y el rellenado no es ninguna peculiaridad del punto ciego ni del c¨®rtex visual. Ocurre en todas las ¨¢reas del cerebro, como las que manejan la informaci¨®n de los sentidos, s¨ª, pero tambi¨¦n las que entienden y producen el lenguaje, las que recuperan los recuerdos y las que encarnan las m¨¢s altas funciones del pensamiento. Por eso digo que es la capacidad m¨¢s poderosa de la mente humana. Nos resulta tan f¨¢cil abrir los ojos y ver la realidad que somos inconscientes del monumental problema computacional que supone eso. Si tuvi¨¦ramos que esperar a recibir toda la informaci¨®n de ah¨ª fuera antes de inferir que estamos ante una leona hambrienta, nos habr¨ªamos extinguido en forma de chuletas hace unos cien milenios, tirando por lo bajo. Es nuestro cerebro ¡ªnuestro modelo interior del mundo¡ª el que propone casi instant¨¢neamente la hip¨®tesis de la leona: el que salta a las conclusiones. Nuestros ojos se limitan a comprobarlo cuando ya hemos empezado a correr como almas a las que lleva el diablo.
Hay muchas formas de definir las matem¨¢ticas, pero esta es mi favorita: son la ciencia de la estructura, el orden y la relaci¨®n. Resulta perturbador advertir que nada de eso es una invenci¨®n humana, como tendemos a pensar. La estructura, el orden y la relaci¨®n est¨¢n en el mundo, y el cerebro humano, como el de otros animales, es un consumado especialista en percibirlos. Lo solemos llamar reconocimiento de patrones, y tiene mucho que ver con el rellenado, o saltar a las conclusiones. Nuestra visi¨®n en relieve se debe a las peque?as diferencias en la informaci¨®n que llega a un ojo y al otro, pero los neurocient¨ªficos saben desde los a?os noventa que, si muestras a cada ojo un patr¨®n aleatorio de puntos, nuestra mente deduce una figura en relieve, aunque obviamente no existe. Somos proclives a descubrir patrones donde no los hay. De ah¨ª el peligro.
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