El compromiso de las futbolistas

Ciento seis futbolistas profesionales de 24 pa¨ªses distintos han enviado esta semana una carta al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, pidi¨¦ndole que la m¨¢xima instituci¨®n del f¨²tbol mundial rompa el contrato de patrocinio que la liga por cuatro a?os a la petrolera estatal saud¨ª, Aramco, la cuarta mayor empresa del mundo y la primera no estadounidense. ¡°Las autoridades saud¨ªes han gastado miles de millones en patrocinios deportivos para intentar desviar la atenci¨®n de la brutal reputaci¨®n del r¨¦gimen en materia de derechos humanos¡±, destaca la misiva. ¡°Nos manifestamos porque estamos con los ciudadanos de Arabia Saud¨ª cuyos derechos humanos son vulnerados¡±.

Es especialmente relevante el hecho de que todas y cada una de las firmantes de la carta hayan sido mujeres. El f¨²tbol femenino se ha mostrado siempre militante para denunciar los esfuerzos del r¨¦gimen saud¨ª ¡ªde documentada represi¨®n contra las mujeres y la poblaci¨®n LGTBI¡ª por blanquear su imagen a trav¨¦s del mecenazgo deportivo. Las futbolistas ya lograron que se oyera su voz cuando consiguieron que la FIFA rompiera las negociaciones con la Oficina Saud¨ª de Turismo para esponsorizar el Mundial de f¨²tbol de 2023, celebrado en Australia y Nueva Zelanda y del que Espa?a sali¨® campeona.

El deporte, especialmente el f¨²tbol, vive en una especie de limbo entre lo p¨²blico y lo privado que sus organizaciones aprovechan con largueza. Como instituci¨®n privada, la FIFA puede buscar apoyos econ¨®micos donde le plazca, como hizo al otorgar a la propia Arabia Saud¨ª la celebraci¨®n de la Copa del Mundo de 2034. Sin embargo, como representante de una actividad deportiva de enorme influencia educativa y social y como beneficiaria de miles de millones de euros de fondos p¨²blicos ¡ªcomo se ver¨¢ cuando el Mundial se celebre en Espa?a, Portugal y Marruecos en 2030¡ª tiene la responsabilidad de considerar el objetivo ¨²ltimo de los mecenas a los que se vincula y obrar en consecuencia.

La pregunta fundamental es por qu¨¦ son las mujeres las que levantan la voz de forma recurrente, y admirable, ante una situaci¨®n que ha de preocupar a todo el mundo, ya no del f¨²tbol, sino del deporte en general. Sin duda, la discriminaci¨®n estructural que sufren en todos los ¨¢mbitos de la vida y de forma concreta en el suyo ¡ªpor ejemplo, con peores condiciones laborales¡ª hacen que las futbolistas sean m¨¢s conscientes de los problemas sociales y de los abusos de poder ¡ªlo demostraron en el caso Rubiales¡ª y est¨¦n dispuestas a dar la cara. Aunque ello suponga arriesgarse a perder mejoras salariares y de estatus. En tiempos de declaraciones ret¨®ricas, y ante el silencio de sus compa?eros, el suyo es un compromiso tangible que merece un especial reconocimiento y una toma de posici¨®n a su lado. Por parte del resto del mundo del deporte y de toda la sociedad.