Si su jefe, Trump, ataca a Occidente¡
Ante la escalada del presidente de EE UU, no solo debemos neutralizar los bulos, sino tambi¨¦n las amenazas a la soberan¨ªa y a la seguridad europea
?Qu¨¦ debe hacer el ¡°mundo libre¡± cuando su propio l¨ªder, el presidente de EE UU, amenaza con atacar a otros pa¨ªses de Occidente? ?C¨®mo deben responder los socios de la OTAN si Donald Trump viola ¨Dde momento, verbal e intencionalmente¡ª su soberan¨ªa nacional? Y en cascada, ?qu¨¦ hacer cuando eso burla el deber de defensa mutua, la clave de b¨®veda de la Alianza Atl¨¢ntica inscrita en el art¨ªculo 5 del Tratado de Washington?
Porque eso ha hecho ya al airear su prop¨®sito de anexionarse Canad¨¢, miembro fundador de la OTAN (1949); y Groenlandia, parte de otra fundadora, Dinamarca. En otro grado, nada distinto a la anexi¨®n de Crimea por Vlad¨ªmir Putin (2014).
El reto se agrava por la exigencia de aumentar la contribuci¨®n en defensa de los socios europeos hasta el 5% de su PIB: mordaz sarcasmo, cuando ni siquiera Washington llega a eso (aporta el 3,38%). No busca mejorar la seguridad colectiva para los daneses, sino que los europeos derrochen en m¨¢quinas de guerra estadounidense (su producci¨®n propia no alcanzar¨ªa a tanto). Y en detrimento de la inversi¨®n en el Estado del bienestar, consagrado constitucionalmente en Europa: art¨ªculos 2 y 3 del Tratado de la UE.
?Qu¨¦ hacer? Denunciar el abandono del liderazgo occidental, la huida del jefe al antro iliberal. Rechazar la traici¨®n, aun con lengua de terciopelo. Nunca contemporizar con la cancelaci¨®n del liberalismo multilateral y del respeto a la soberan¨ªa ajena instaurada desde la paz de Westfalia (1648), fundamentos, esencias y exigencias (de minimis) del llamado ¡°mundo libre¡±.
?Qu¨¦ debe hacer la Uni¨®n Europea contra la abusiva injerencia de Elon Musk y la plataforma X en sus procesos electorales internos? Su activismo pronazi y en favor de los herederos de Hitler de Alternativa para Alemania (AfD) no es en esencia distinto a las interferencias cibern¨¦ticas del Kremlin en el proceso electoral de Rumania. Y la porosidad de datos captados por varias plataformas estadounidenses en Europa al Pent¨¢gono y al espionaje de EE UU, no es muy diferente de la vinculaci¨®n de TikTok al Gobierno de la dictadura china.
Por eso la Comisi¨®n act¨²a bien persiguiendo la desinformaci¨®n de X y advirti¨¦ndola de multas. No basta. Con Trump y Musk se escala de paradigma: no solo debemos neutralizar las fake news, sino las amenazas a la soberan¨ªa y a la seguridad nacional y europea. La UE tendr¨ªa que seguir al Tribunal Supremo de EE UU. Un¨¢nime, decidi¨® por ellas obligar a la china TikTok a desprenderse de su filial americana (aunque los magnates, sedientos de dividendos, ya hayan corrido en su socorro).
?Con qu¨¦ instrumento? O reinterpretar en sentido amplio el art¨ªculo 36 de la Ley de Servicios Digitales de la UE sobre su ¡°seguridad jur¨ªdica¡± (lo que podr¨ªa suponer forzarla). O a?adirle una cl¨¢usula de defensa de la seguridad nacional y europea, con sanciones a¨²n m¨¢s graves. Nada original. Simplemente, copiar lo bueno de Estados Unidos.
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