La incre¨ªble historia de c¨®mo un solo hombre logr¨® llevar mascarillas a toda Am¨¦rica Central
El proyecto de un farmac¨¦utico y empresario costarricense demuestra que podemos superar los desaf¨ªos sanitarios mundiales si unimos a innovadores conscientes de su responsabilidad c¨ªvica con fabricantes de pa¨ªses en desarrollo
Hace nueve meses, a medida que se extend¨ªa la pandemia de covid-19, me reun¨ª con varios compa?eros para intercambiar ideas. El virus se propagaba con rapidez. ?C¨®mo pod¨ªamos ayudar a los pa¨ªses en desarrollo y menos adelantados a acelerar el acceso a tecnolog¨ªas sanitarias de calidad que permitan salvar vidas? Comenzamos a investigar, consultamos a los expertos y movilizamos nuestras redes; no hab¨ªa tiempo que perder.
Al mismo tiempo, el se?or Mario S¨¢nchez, un farmac¨¦utico y empresario costarricense, estaba a punto de subir a un avi¨®n y emprender una misi¨®n para intentar adquirir mascarillas de uso m¨¦dico. No obstante, lo que a priori parec¨ªa una transacci¨®n sencilla acab¨® convirti¨¦ndose en una odisea que lo llev¨® desde Costa Rica hasta los Estados Unidos, Polonia, Alemania y los Pa¨ªses Bajos. Encontrar materiales y tecnolog¨ªas aut¨¦nticos, de calidad y asequibles para la fabricaci¨®n de productos sanitarios relacionados con la covid-19 no es tarea f¨¢cil para los peque?os empresarios y fabricantes. De hecho, durante la primera mitad de 2020 era pr¨¢cticamente imposible. El se?or S¨¢nchez se dio de bruces con obst¨¢culos a cada paso del camino: pistas falsas, materiales defectuosos, vendedores sin escr¨²pulos y una reticencia a compartir tecnolog¨ªas.
Pocos d¨ªas antes de que cerraran las fronteras, S¨¢nchez volvi¨® a Costa Rica con las manos vac¨ªas y consciente de una dif¨ªcil realidad: su pa¨ªs afrontaba una escasez acuciante de mascarillas y otros equipos de protecci¨®n personal (EPP) que los profesionales sanitarios necesitar¨ªan para combatir la pandemia. Y Costa Rica solo conseguir¨ªa una cantidad suficiente de dichos suministros si empezaba a producirlos de forma local.
Lo cierto es que, en muchos aspectos, S¨¢nchez era la persona id¨®nea para acometer este desaf¨ªo: es propietario de una empresa farmac¨¦utica e incluso su tesis de fin de m¨¢ster vers¨® sobre la escasez de material m¨¦dico. Aun as¨ª, tuvo problemas a la hora de conseguir acceso a la tecnolog¨ªa necesaria para fabricar las mascarillas de uso m¨¦dico que los hospitales tanto necesitaban.
Mientras el empresario se encontraba de viaje, nuestro proyecto estaba ya en marcha. Hab¨ªa nacido la Alianza para el Acceso a la Tecnolog¨ªa, una forma de poner en contacto a fabricantes, empresarios y otros interesados por la tecnolog¨ªa en los pa¨ªses en desarrollo con innovadores mundiales, universidades y otros grupos que ponen su propiedad intelectual al servicio del bien com¨²n. A los pocos d¨ªas pusimos a S¨¢nchez en contacto con una empresa turca, MEMSIS, que hab¨ªa desarrollado una membrana para mascarillas de uso m¨¦dico. Acompa?amos a ambas partes a medida que estas alcanzaban un acuerdo y navegaban el proceso de regulaci¨®n. Esta era una asociaci¨®n en la que S¨¢nchez pod¨ªa confiar.
En apenas unos meses, este costarricense ha dise?ado y fabricado un tipo de mascarilla apta para fines m¨¦dicos, ha obtenido la aprobaci¨®n normativa del Gobierno de Costa Rica y ha producido y probado varios prototipos. En cuanto aumente el ritmo de producci¨®n, suministrar¨¢ mascarillas a su pa¨ªs, as¨ª como al resto de la regi¨®n de Am¨¦rica Central y el Caribe, hogar de casi 90 millones de personas. Trabajamos tanto con el desarrollador como con S¨¢nchez, con el objetivo de ayudarle a entender las normativas y evaluaciones necesarias para que su mascarilla recibiera el visto bueno nacional e internacional.
El proyecto de S¨¢nchez demuestra que podemos superar los desaf¨ªos sanitarios mundiales si unimos a innovadores conscientes de su responsabilidad c¨ªvica con fabricantes de pa¨ªses en desarrollo. En la Alianza para el Acceso a la Tecnolog¨ªa registramos las solicitudes y ofertas, examinamos y seleccionamos las tecnolog¨ªas en cuesti¨®n y aprovechamos la experiencia tanto externa como de las Naciones Unidas a fin de concertar combinaciones id¨®neas para la transferencia de tecnolog¨ªa. As¨ª se garantiza que las asociaciones tengan m¨¢s probabilidades de dejar una huella indeleble. Estamos en proceso de negociar con otros asociados locales en Lesotho y Sud¨¢frica, y estamos seguros de que colaboraciones de esta ¨ªndole tienen el potencial de reforzar los sistemas sanitarios de los pa¨ªses, as¨ª como sus econom¨ªas en general.
Pese a estos avances, a¨²n queda mucho por hacer. El comportamiento de la covid-19 no siempre ha sido el esperado. A medida que el virus y las necesidades de los pa¨ªses en desarrollo cambian y se adaptan, nosotros tambi¨¦n debemos hacerlo.
Si bien las mascarillas comunitarias constituyen una opci¨®n efectiva y adecuada para el p¨²blico, las mascarillas de uso m¨¦dico son fundamentales para proteger a los trabajadores sanitarios. Al menos 7.000 trabajadores sanitarios en todo el mundo han fallecido a causa de la covid-19. No cejaremos en nuestro empe?o de unir a empresarios que hacen gala de civismo, como el se?or S¨¢nchez, con la tecnolog¨ªa que precisan para contener la marea.
A medida que el virus y las necesidades de los pa¨ªses en desarrollo cambian y se adaptan, nosotros tambi¨¦n debemos hacerlo
Con la evoluci¨®n del tratamiento del virus hemos comprobado que nuestra previsi¨®n inicial respecto a la necesidad de contar con m¨¢s respiradores no se ha materializado. Lo que s¨ª necesitan los pa¨ªses en desarrollo es una mayor capacidad para mantener y reparar los respiradores de los que ya disponen, o bien adaptarlos para que puedan emplearse con pacientes de covid-19. Estamos en proceso de movilizar a otros actores para ampliar su apoyo a los pa¨ªses, adem¨¢s de hacer un llamamiento a los pa¨ªses que actualmente disponen de un exceso de respiradores, con la esperanza de que consideren asociarse con nosotros para ponerlos a disposici¨®n de aquellos pa¨ªses que todav¨ªa carecen de una capacidad adecuada. La Alianza para el Acceso a la Tecnolog¨ªa tambi¨¦n pasar¨¢ a abordar estas necesidades vitales en el ¨¢mbito de los dispositivos m¨¦dicos: ox¨ªgeno y ox¨ªmetros de pulsos.
Pese a que muchos de los pacientes m¨¢s graves de coronavirus precisan de ox¨ªgeno adicional para sobrevivir, son muchas las personas sin acceso a estos tratamientos que les salvar¨ªan la vida por el simple hecho de residir en pa¨ªses con una escasez de ox¨ªgeno. Resulta alentador comprobar que se han llevado a cabo algunos estudios piloto con el objetivo de aumentar la capacidad de producci¨®n de ox¨ªgeno de los sistemas sanitarios con recursos escasos. Redoblar estos esfuerzos es vital a d¨ªa de hoy, y creemos que la transferencia de tecnolog¨ªa puede desempe?ar un papel preponderante a tal respecto.
Asimismo, los ox¨ªmetros de pulsos conforman otra herramienta crucial para determinar si los niveles de ox¨ªgeno en la sangre de un paciente de covid-19 han ca¨ªdo por debajo del umbral de peligro. Con todo, la mayor¨ªa de los ox¨ªmetros de pulsos actualmente en el mercado solo ofrecen lecturas en los tonos de piel m¨¢s claros, lo que puede ocasionar errores m¨¦dicos de gran riesgo para las personas de piel m¨¢s oscura. Esta circunstancia no es sino otro ejemplo de una situaci¨®n en la que es necesario negociar una transferencia de tecnolog¨ªa entre los titulares de propiedad intelectual y los fabricantes locales, a fin de producir ox¨ªmetros de pulsos apropiados para la poblaci¨®n a la que se destinan.
Entretanto, pese a que los fabricantes se han comprometido recientemente a poner una cantidad determinada de pruebas de diagn¨®stico r¨¢pido a disposici¨®n de los pa¨ªses menos avanzados por medio del Acelerador ACT de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), estas donaciones no bastan para gestionar la pandemia de forma adecuada a largo plazo. No liberan a los pa¨ªses en desarrollo de la dependencia de terceros para satisfacer sus necesidades sanitarias, mientras que la transferencia efectiva de tecnolog¨ªa s¨ª puede conseguirlo. Seguiremos desempe?ando un papel preponderante en la transferencia de tecnolog¨ªa con miras a aumentar la producci¨®n crucial de pruebas a escala local. De forma simult¨¢nea, tanto nosotros como nuestros asociados seguiremos abogando por abordar la falta de inversiones para desarrollar estas capacidades de diagn¨®stico esenciales, en especial en los pa¨ªses en desarrollo.
Existe potencial para aplicar la transferencia de tecnolog¨ªa a otros problemas acuciantes que ata?en a los pa¨ªses menos adelantados
Mientras materializamos nuestro compromiso de ayudar a otros pa¨ªses a superar sus desaf¨ªos sanitarios, observamos que existe potencial para aplicar la transferencia de tecnolog¨ªa a otros problemas acuciantes que ata?en a los pa¨ªses menos adelantados. Los desechos m¨¦dicos constituyen uno de estos problemas. La OMS estima que, como parte de la respuesta a la covid-19, se necesitan 89 millones de mascarillas de uso m¨¦dico, 76 millones de guantes y 1,6 millones de gafas de seguridad a escala global cada mes. La pandemia ha generado monta?as de equipos EPP descartados, lo que lastra los esfuerzos en aras de contener la pandemia, adem¨¢s de ser nocivo para el medio ambiente. La Alianza para el Acceso a la Tecnolog¨ªa se ha comprometido a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ha comenzado a sopesar formas de abordar los desaf¨ªos relativos a la eliminaci¨®n de desechos de EPP mediante tecnolog¨ªas respetuosas con el medio ambiente y pr¨¢cticas de econom¨ªa circular.
Actualmente nos encontramos sumidos en la incertidumbre, puesto que los sistemas que hacen posible la vida ¡ªdesde nuestros sistemas sanitarios hasta nuestros ecosistemas¡ª se encuentran bajo una presi¨®n sin precedentes. No debemos dudar a la hora de adaptarnos y aspirar a las mejores condiciones posibles. El se?or S¨¢nchez corri¨® un riesgo que ha dado sus frutos gracias a que encontr¨® al socio adecuado. Nunca antes ha importado tanto contar con asociaciones aut¨¦nticas y de confianza. Durante la Cumbre Mundial de Innovaci¨®n para la Salud esta semana en Qatar, espero poder compartir c¨®mo la transferencia de tecnolog¨ªa ofrece motivos para mirar el futuro con optimismo, tanto en el ¨¢mbito comercial como en el social. Se necesitar¨¢ un esfuerzo colectivo y veloz para hacer llegar las tecnolog¨ªas capaces de salvar vidas a aquellos que las necesitan, as¨ª como para crear sistemas sanitarios s¨®lidos que puedan afrontar los mayores desaf¨ªos sanitarios de nuestro tiempo.
Joshua Setipa es el director gerente del Banco de Tecnolog¨ªa de las Naciones Unidas para los Pa¨ªses Menos Adelantados. La Alianza para el Acceso a la Tecnolog¨ªa es fruto de la colaboraci¨®n entre el Banco de Tecnolog¨ªa de las Naciones Unidas, el PNUD, la UNCTAD y la OMS.
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