El vertido de petr¨®leo y la triple pandemia que azota la Amazonia ecuatoriana
El autor recuerda que el derrame sobre los r¨ªos Napo y Coca en el noreste de la selva tropical de Ecuador, hace m¨¢s de un a?o, caus¨® un desastre humanitario y ecol¨®gico que las autoridades se resisten a reparar. Las comunidades ind¨ªgenas afectadas exigen una respuesta. Quinta y ¨²ltima entrega de la serie documental ¡®Destellos del Amazonas¡¯
La noche del siete de abril fue m¨¢s oscura que otras en el norte de la Amazonia ecuatoriana. De repente, los r¨ªos Napo y Coca se ensombrecieron de petr¨®leo y combustible. Tres tuber¨ªas se rompieron, produciendo el peor desastre socioambiental en los ¨²ltimos 15 a?os, derramando m¨¢s de 15.000 galones (casi 57.000 litros) y afectando indirectamente a m¨¢s de 120.000 personas y de manera directa a 35.000, de las que 27.000 son ind¨ªgenas kichwas de 105 comunidades distribuidas en dos provincias.
¡°Compa?ero, vemos que baja aceite por el cauce del r¨ªo, ay¨²denos a reportar lo que est¨¢ pasando. Los j¨®venes salieron de pesca en la madrugada y al volver se encuentra todo su cuerpo lleno de petr¨®leo, necesitamos ayuda urgente¡±. Este fue uno de los primeros testimonios de Olger Gallo, presidente de la comunidad kichwa de Panduyaku, en la provincia de Sucumb¨ªos, la primera persona con la que establec¨ª contacto una vez sucedido el vertido.
De hecho, ni el propio Estado ecuatoriano reconoc¨ªa el incidente y tard¨® varias horas en oficializar lo que estaba pasando. Pero nosotros, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n comunitarios, conoc¨ªamos ya en detalle lo ocurrido por los testimonios que iban brindando los comuneros, lo que facilitaba la difusi¨®n del suceso y su r¨¢pido posicionamiento entre los medios de comunicaci¨®n nacional, a trav¨¦s de nuestras plataformas digitales.
Un desastre que se pudo prevenir
Meses atr¨¢s, distintas organizaciones de derechos humanos hab¨ªan advertido al Estado ecuatoriano sobre la amenaza existente en la zona debido a un socav¨®n producido en la cascada de San Rafael, cuenca alta del r¨ªo Coca, episodio que no recibi¨® la debida atenci¨®n del Gobierno. As¨ª, el derrame se produjo por las omisiones de las operadoras de los oleoductos SOTE y OCP, quienes no cumplieron con el principio de precauci¨®n ante la acelerada erosi¨®n regresiva producida a partir del colapso de la cascada, ocurrido el 2 de febrero de 2020.
El proceso de erosi¨®n regresiva hab¨ªa sido advertido por expertos, en m¨²ltiples ocasiones, durante la construcci¨®n de la represa hidroel¨¦ctrica Coca Codo Sinclair. ¡°Siempre hemos venido diciendo al Estado ecuatoriano que nos pod¨ªa traer estos problemas, pero el Gobierno nunca nos escucha y ahora aqu¨ª est¨¢n las consecuencias, ahora que nos diga el se?or presidente qui¨¦n va a responder por lo ocurrido, m¨¢s a¨²n cuando estamos viviendo esta pandemia¡±, alert¨® el mismo Olger Gallo, que ve¨ªa con frustraci¨®n c¨®mo este nuevo desastre ocurr¨ªa y afectaba su propia comunidad.
Las comunidades ind¨ªgenas no fueron alertadas del derrame y salieron a pescar e hicieron uso del agua del r¨ªo y ahora enfrentan los impactos como afecciones en la piel y problemas estomacales
El vertido afect¨® a m¨¢s de 2.000 familias ind¨ªgenas de los r¨ªos Coca y Napo, contaminando su fuente de subsistencia y su vida cultural y espiritual. Las comunidades ind¨ªgenas no fueron alertadas del derrame. Salieron a pescar e hicieron uso del agua del r¨ªo y ahora enfrentan los impactos, afecciones en la piel, problemas estomacales, y ni?as y ni?os de 60 comunidades que presentan problemas cut¨¢neos. ¡°Las manchas de petr¨®leo son para toda la vida. Exigimos que el Estado repare los da?os causados por su falta de atenci¨®n. Ahora, quienes pagamos los platos rotos somos los comuneros. ?No m¨¢s impunidad ni injusticia!¡±, dijo Carlos Jipa, l¨ªder comunitario y presidente de la Federaci¨®n de Comunas Unidas de la Amazonia Ecuatoriana FCUNAE.
?l fue quien, ante el suceso del 7 de abril, me contact¨® para solicitar que se diera la mayor difusi¨®n posible de este desastre, as¨ª como respaldo en t¨¦rminos legales y organizativos. Su organizaci¨®n hab¨ªa decidido presentar una demanda de acci¨®n de protecci¨®n contra el Estado ecuatoriano para exigir el debido remedio ambiental, as¨ª como la reparaci¨®n de los derechos colectivos y de la naturaleza vulnerados por lo que ha acabado siendo el segundo derrame m¨¢s grande de la historia en Ecuador.
Las comunas kichwas de Orellana demandan al Estado
As¨ª, el 29 de abril de 2020, decidimos presentar, junto a diversos afectados y las comunas kichwas de Orellana, una demanda de acci¨®n de protecci¨®n ante las afectaciones sufridas por las comunidades. Se inclu¨ªa una petici¨®n concreta de medidas cautelares para detener los da?os que ya se hab¨ªan producido en relaci¨®n con derechos como el acceso al agua, la alimentaci¨®n, la salud f¨ªsica y emocional, la integridad, la vida digna, el medio ambiente sano y los derechos de la naturaleza, entre otros.
¡°Estamos aqu¨ª para exigir justicia, porque ya estamos cansados de que nuestros derechos sean vulnerados cada vez que hay derrames que afectan a nuestras comunas. Pero nunca el Estado ha asumido su responsabilidad, y por eso hoy d¨ªa hemos venido a presentar esta demanda al Gobierno para que de una vez por todas asuma las consecuencias de su falta de acci¨®n y atenci¨®n a los pedidos de las comunidades¡±. Estas fueron las palabras de la demanda jur¨ªdica basada en el relato brindado por Carlos Jipa, acompa?ando de una serie de testimonios de decenas de comuneros que, ante la gravedad del derrame, decidieron romper el silencio y levantar su voz.
¡°Hemos venido a reclamar nuestros derechos, ya basta de tanta impunidad, se?ores de PetroEcuador y OCP. Se?ores del gobierno, escuchen el clamor de nuestras comunidades. Como presidenta de la comunidad Toyuca, les digo claramente que en ning¨²n momento ha habido reparaci¨®n ambiental ante los da?os ocasionados por el derrame, mucho menos atenci¨®n oportuna a nuestras familias, mujeres y ni?os. Estamos en la total desatenci¨®n y ustedes vienen aqu¨ª a querer manipularnos con una lata de sardinas, con una funda de fideos, cuando nosotros hemos vivido milenariamente con la fuente de alimentaci¨®n que nos da el r¨ªo. Pero ahora, no podemos ni cosechar yuca y pl¨¢tano de nuestras chacras, porque hasta el suelo est¨¢ contaminado con petr¨®leo¡±, dice Ver¨®nica Grefa, joven l¨ªder comunitaria de la comuna kichwa de Toyuca, una de las afectadas por el desastre. Durante el desarrollo de las audiencias y el proceso legal iniciado por las comunidades, el Estado y las empresas pretendieron generar divisi¨®n entre la poblaci¨®n para limpiar su imagen.
Una triple pandemia
Todas estas afectaciones se produjeron en el contexto de la crisis de la covid-19. En realidad, estamos hablando de una triple pandemia derivada de la emergencia sanitaria, el extractivismo y sus secuelas, y la marginaci¨®n hist¨®rica de la regi¨®n amaz¨®nica por parte de los gobiernos de turno.
¡°Imag¨ªnese, compa?ero. Estamos en plena emergencia por el nuevo coronavirus, confinados en nuestra comunidad, como dijo el Gobierno: ¡®Qu¨¦date en casa¡¯. Pero ahora, con el derrame, de qu¨¦ nos vamos a alimentar si nuestras huertas tambi¨¦n se vieron contaminadas, si no podemos ir a pescar. Entonces, nos ha tocado buscar alimentaci¨®n en los poblados cercanos, arriesg¨¢ndonos al contagio¡±, me dijo Olger la ma?ana del 7 de abril, tras el desastre.
Los jueces tienen en sus manos la oportunidad de actuar con justicia y devolver a las v¨ªctimas sus medios de vida, exigiendo al Estado y a las empresas responsables una reparaci¨®n integral
Esto evidencia la desatenci¨®n a la que cientos de familias han estado expuestas durante la fase m¨¢s cr¨ªtica de la pandemia, entre los meses de abril y octubre, pero adem¨¢s revela un s¨ªntoma hist¨®rico de marginaci¨®n que se acent¨²a principalmente en la selva amaz¨®nica, parad¨®jicamente el rinc¨®n del Ecuador de donde se extrae la riqueza que sostiene la econom¨ªa del pa¨ªs, con un proceso de explotaci¨®n petrolera de m¨¢s de 40 a?os en el nororiente amaz¨®nico que a¨²n deja este tipo de secuelas, como la presentada con el segundo vertido m¨¢s grande de la historia en las selvas tropicales del Ecuador.
Las comunidades se encuentran desde hace muchos meses sin agua ni alimentos seguros, con su salud afectada por la contaminaci¨®n, por la pandemia, por el brote de dengue y por las insuficientes acciones de los responsables: Estado y empresas OCP y Petroecuador. Las comunidades afectadas por el derrame del 7 de abril, est¨¢n en riesgo inminente de que ocurran nuevas cat¨¢strofes tambi¨¦n previsibles, ya que el proceso de erosi¨®n regresiva se ha acelerado y ya ha producido nuevos deslizamientos. Y no cuentan con un plan sostenido de atenci¨®n, ni un plan de alertas tempranas.
Movilizaci¨®n
Pese a toda esta injusticia, las comunidades no van a parar en su b¨²squeda de la verdad y justicia. Aunque el 1 de septiembre, la justicia ecuatoriana rechaz¨® la petici¨®n de acci¨®n de protecci¨®n por ¡°improcedente¡±, el 15 de octubre las comunas kichwas presentaron el recurso de apelaci¨®n ante la sentencia injusta y absurda del Consejo de la Judicatura de la provincia de Orellana.
Acompa?aron el recurso con la entrega de 15.000 firmas en respaldo al proceso en calidad de amicus curiae (presentaciones realizadas por terceros ajenos a un litigio, que ofrecen voluntariamente su opini¨®n), incluyendo a ecuatorianos y a personas de todo el mundo. Esto se llev¨® a cabo junto a decenas de movilizaciones protagonizadas por las comunas para que su voz se escuche, no solo en Orellana, sino en el pa¨ªs y en el mundo entero. Y lo est¨¢n logrando.
¡°Urge presionar por una audiencia justa y transparente donde se escuche la voz de los perjudicados, la justicia debe dar la cara ante los 27.000 kichwas afectados. El mundo est¨¢ pendiente de la causa del #SOSDerrameAmazon¨ªa. Celebridades nacionales e internacionales, como Leonardo Di Caprio llamaron la atenci¨®n al Estado y a los jueces para que se haga justicia y se llame a una audiencia que escuche a los damnificados¡±, afirman Carlos y Ver¨®nica, junto a dirigentes ind¨ªgenas y abogados defensores de los derechos humanos.
Han pasado 11 meses, pero 120.000 personas, entre ellas 27.000 ind¨ªgenas, siguen enfrentando la pandemia sin agua ni alimento seguro. Los r¨ªos, sus sembr¨ªos e incluso sus propios cuerpos, fueron afectados horriblemente. Muchos nos sumamos a la lucha de los kichwas amaz¨®nicos por la justicia y reparaci¨®n integral, y le pedimos al nuevo Tribunal que rompa con el ciclo hist¨®rico de impunidad.
Los jueces tienen en sus manos la oportunidad de actuar con justicia y devolver a las v¨ªctimas sus medios de vida, exigiendo al Estado y a las empresas responsables una reparaci¨®n integral. La vulneraci¨®n de los derechos de las comunidades y de la naturaleza por parte de las petroleras sin escr¨²pulos no puede permanecer impune.
Andr¨¦s Tapia es dirigente de comunicaci¨®n de la Confeniae ¨C Lanceros Digitales. Esta historia es parte de la serie ¡®Destellos del Amazonas¡¯, producida en la Amazon¨ªa por democraciaAbierta. En Ecuador particip¨® el equipo de CONFENIAE junto a periodistas ind¨ªgenas de Lanceros Digitales. La serie est¨¢ apoyada por el Rainforest Jounalism Fund del Pulitzer Center. Agradecemos los testimonios y material gr¨¢fico aportados por miembros de las comunidades retratadas en esta historia, quienes permanecen aislados por causa de la covid-19.
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