Rana Plaza: los trabajadores de la industria textil de Banglad¨¦s, de nuevo en peligro
Han pasado ocho a?os del derrumbe del complejo que caus¨® m¨¢s de mil muertos y vence este mes el acuerdo vinculante que firmaron las grandes marcas de ropa para prevenir un nuevo desastre en el pa¨ªs, sin un compromiso firme por renovarlo
![Miembros de una organizaci¨®n de derechos laborales sostienen pancartas y flores para rendir homenaje a las v¨ªctimas en el lugar donde estuvo el edificio Rana Plaza en las afueras de Dacca, Banglad¨¦s, 24 de abril de 2021, octavo aniversario del desastre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KIKUWM6P52NG5PHX44WNWYBKR4.jpg?auth=1c3311ecc6fc6a648217011528e4194af9a19352e340047719a1c8da10f92dd8&width=414)
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En abril de 2021 se cumplieron ocho a?os desde el colapso del edificio Rana Plaza, un complejo de nueve plantas con varios talleres textiles de Dacca, la capital de Banglad¨¦s. Esta es la peor tragedia en el sector que se recuerda, en la que murieron 1.134 personas. La mayor¨ªa de ellas hab¨ªan dejado atr¨¢s la pobreza en las zonas rurales del pa¨ªs tras haber sido empleadas por subcontratas para trabajar para grandes marcas de moda. El d¨ªa anterior al colapso se supo que hab¨ªan aparecido grietas profundas en el edificio. Algunos empleados rogaron que no los enviaran adentro, o accedieron a hacerlo por miedo a perder sus salarios. En alg¨²n momento antes de las nueve de la ma?ana, los pisos comenzaron a caer dejando solo intacta la planta baja. Los sindicatos aseguraron que no fue un incidente laboral y lo llamaron un ¡°homicidio industrial masivo¡±.
El colapso de Rana Plaza no fue el primero de estas caracter¨ªsticas. Sin embargo, las historias de supervivientes y de sus familias se hicieron con las portadas de todo el mundo. Unas semanas despu¨¦s, naci¨® el Acuerdo de Seguridad de Banglad¨¦s como un programa vinculante al que se unieron m¨¢s de 200 marcas, algunas con empleados en el edificio derrumbado, para tomar medidas en el asunto y prevenir un desastre similar. Gracias a este Acuerdo, desde entonces se han llevado a cabo inspecciones peri¨®dicas para verificar las instalaciones de electricidad, las puertas contra incendios y la capacidad estructural de las f¨¢bricas. Sin embargo, ¡°la situaci¨®n cambi¨® en mayo de 2019¡±, explica Christie Miedema, de la oficina internacional de la campa?a Ropa Limpia, una red que trabaja para mejorar las condiciones laborales de la industria global de la confecci¨®n.
En esa fecha, el Tribunal Supremo estipul¨® que la oficina del Acuerdo, con sede en Banglad¨¦s, continuar¨ªa operando en el pa¨ªs durante un per¨ªodo de transici¨®n de un a?o. ¡°Durante este tiempo, las marcas, los sindicatos y la Asociaci¨®n de Fabricantes y Exportadores de Ropa trabajar¨ªan para establecer una nueva instituci¨®n, no vinculante, llamada Consejo de Sostenibilidad de prendas confeccionadas¡± (RSC por sus siglas en ingl¨¦s), explica la portavoz de Ropa Limpia. Este se har¨ªa cargo de esas tareas a partir de entonces.
El Acuerdo inicial finaliza el 31 de mayo y la organizaci¨®n que representa Miedema teme que, sin la opci¨®n de responsabilizar a las marcas en los tribunales, resurjan los problemas de seguridad. La activista expone que desde entonces ¡°ninguna marca o miembro minorista ha firmado un nuevo documento que sea legalmente exigible¡±. Aunque algunas compa?¨ªas comienzan a darse cuenta de la necesidad de mostrar un compromiso mayor, casi todas est¨¢n respondiendo con versiones diluidas del programa, afirma.
Ninguna marca o minorista que es miembro del Acuerdo ha firmado un documento que sea legalmente exigible a partir de ahora, seg¨²n Ropa Limpia
Adem¨¢s, Miedema denuncia que algunas acciones importantes se est¨¢n retrasando porque la nueva instituci¨®n ¡°no coopera adecuadamente¡±. Por ejemplo, seis meses despu¨¦s de asumir la responsabilidad de garantizar la seguridad en los puestos de trabajo segu¨ªan sin cumplirse algunos compromisos importantes, como la contrataci¨®n de un inspector de calderas, algo que las marcas y sindicatos acordaron desde el principio.
Del mismo modo, la activista se?ala que, de los 18 directores de la junta directiva de la nueva instituci¨®n, 12 son representantes de empresas con derechos financieros, mientras que los representantes de los trabajadores constituyen solo un tercio de sus miembros. ¡°Los representantes de los trabajadores pueden verse vencidos por los intereses corporativos de las marcas y los propietarios de las f¨¢bricas¡±, opina.
Hasta la fecha, en las revisiones rutinarias que se realizan bajo el Acuerdo, unas 200 f¨¢bricas han sido descalificadas por no cumplir requisitos y se han solucionado m¨¢s de 120.000 problemas relacionados con incendios o problemas constructivos, seg¨²n Ropa Limpia.
Aunque los edificios est¨¢n en mejor estado que en 2013 gracias a las mejoras, Miedema adelanta que el trabajo ¡°no est¨¢ terminado¡±. Por ejemplo, queda pendiente la verificaci¨®n de alarmas contra incendios correctamente instaladas en 1.200 f¨¢bricas, o las rutas de salida seguras garantizadas en caso de incidente en 900 de ellas.
Miedema recuerda que los incidentes en f¨¢bricas este mismo a?o en Marruecos, Egipto y Pakist¨¢n demuestran que es necesario trabajar en medidas de protecci¨®n que sean adecuadas. Sobre todo teniendo en cuenta que, en muchos casos, las f¨¢bricas de prendas de vestir todav¨ªa se ubican en edificios que no est¨¢n destinados a fines industriales porque la producci¨®n de la confecci¨®n puede instalarse en cualquier lugar, ya que solo necesitan una m¨¢quina de coser.
![Varios miembros del personal de emergencias rescata el cad¨¢ver de una persona entre los escombros del edificio Rana Plaza de Dacca, en Banglad¨¦s, donde se ubicaban varias f¨¢bricas textiles, en abril de 2013. El derrumbe provoc¨® m¨¢s de mil muertos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UDGGZ6CIDHKR76VBQYY66IKUKI.jpg?auth=eb852b96bd42fbecad407da7d41cc3915d024bfad3ee9547a29877869ba59b99&width=414)
A?os atr¨¢s, al conocerse el derrumbe de Rana Plaza, Mainuddin Khondker, funcionario del Gobierno que hab¨ªa encabezado un grupo especial de inspecci¨®n de f¨¢bricas de ropa reconoci¨® a la cadena de radiotelevisi¨®n brit¨¢nica BBC que el 50% de ellas funcionaba con par¨¢metros inseguros. Y admiti¨®, tambi¨¦n, que todav¨ªa no se hab¨ªa sancionado a ninguna por violar las reglas de seguridad o las normas de las construcciones.
Ratoneras humanas
Unos meses antes del colapso de Rana Plaza, al menos 120 personas perdieron la vida en un incendio en una f¨¢brica textil de nueve plantas en las afueras de la misma ciudad. Una de las causas m¨¢s comunes es que al momento de los sucesos las puertas estaban bloqueadas o cerradas, impidiendo la salida de los trabajadores. La seguridad de los edificios ha cambiado desde entonces, aunque los salarios de los empleados de las factor¨ªas siguen siendo muy bajos y esto les obliga a aguantar ciertas condiciones que no son buenas.
Algunas grandes marcas que en su momento se adhirieron al Acuerdo de Seguridad Vinculante, como Inditex y H&M, que no realizaban encargos en Rana Plaza, y Primark, que s¨ª, se han pronunciado. Por correo electr¨®nico, ambas han asegurado a este peri¨®dico que est¨¢n comprometidas con la seguridad en las f¨¢bricas y que mantienen una participaci¨®n activa en las negociaciones sobre c¨®mo proceder cuando finalice el per¨ªodo de transici¨®n en mayo de 2021. Estas firmas sostienen tambi¨¦n que, independientemente de cualquier decisi¨®n futura sobre la organizaci¨®n o la gobernanza del RSC, su compromiso ¡°se mantendr¨¢¡± en adelante.
Gracias al Acuerdo se han llevado a cabo inspecciones para verificar las instalaciones de electricidad, las puertas contra incendios y la capacidad estructural de los edificios
Ocho a?os despu¨¦s del colapso del Rana Plaza, adem¨¢s, todav¨ªa no existe un sistema de seguro para compensar a los trabajadores que se lesionan en el lugar de trabajo. Como indica Taqbir Huda de Bangladesh Legal Aid & Services Trust, una organizaci¨®n que persigue que el sistema legal sea accesible para las personas con menos recursos, esto significa que ellos est¨¢n a merced de los due?os de las f¨¢bricas, ya que los empleadores ¡°se niegan a pagar incluso las cantidades insignificantes prescritas por la ley laboral¡±.
Por lo general, la vida de los trabajadores no ha cambiado demasiado desde la tragedia del Rana Plaza. Sus salarios siguen siendo muy bajos y esto les obliga a aguantar ciertas condiciones que no son buenas. Miedema menciona que, por un lado, cada vez hay m¨¢s conciencia en la industria de que las empresas son responsables de toda su cadena de suministro y necesitan llevar a cabo la debida diligencia. Pero, por otro lado, ¡°muchas compa?¨ªas no practican lo que predican¡±.
Con lo cual, para ella, las consecuencias de no negociar unas buenas condiciones del nuevo RSC, significa que la seguridad de los trabajadores y el estado de los edificios donde trabajan no estar¨¢ cubierto por un programa legalmente vinculante. Y teme que, como consecuencia, se pueda volver a lo de antes. A Rana Plaza.
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