Una de las caras m¨¢s feas de la pandemia: el trabajo infantil
Am¨¦rica Latina y el Caribe esperaba ser la primera regi¨®n del mundo en erradicar la explotaci¨®n de menores de edad para 2025. La covid-19 ha roto este objetivo
Nota a los lectores: EL PA?S ofrece en abierto la secci¨®n Planeta Futuro por su aportaci¨®n informativa diaria y global sobre la Agenda 2030. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscr¨ªbete aqu¨ª.
Elizabeth se levanta a las 4.00 de la ma?ana todos los d¨ªas a trabajar como vendedora de pa?uelos desechables en las calles de la ciudad de La Paz, en Bolivia. Sale muy de madrugada con su mam¨¢ que es lustradora de zapatos. Tiene apenas nueve a?os e iba a clases hasta que su escuela fue cerrada el a?o pasado a causa de la pandemia. Ahora, por las condiciones econ¨®micas de la familia, trabaja para contribuir de alguna manera a sus escasos ingresos. ¡°Mi hija no est¨¢ estudiando ahora porque no tiene manera de seguir las clases virtuales. El ¨²nico tel¨¦fono que tengo es muy viejo sin contar con que el internet es muy caro y funciona mal¡±, dice su mam¨¢ algo desconsolada.
Elizabeth forma parte de los m¨¢s de ocho millones de ni?os y ni?as que trabajan en Am¨¦rica Latina y el Caribe, donde aument¨® el n¨²mero de hogares con pocos ingresos o p¨¦rdida de empleo debido a la covid-19, y que han recurrido al trabajo infantil como mecanismo de supervivencia. A pesar de la disminuci¨®n de ¨¦ste en la regi¨®n en 2,3 millones entre 2016 y 2020, se estima que la crisis provocada por la pandemia podr¨ªa revertir esta tendencia positiva. Seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL), esta pr¨¢ctica podr¨ªa aumentar hasta en 326.000 ni?os, ni?as y adolescentes m¨¢s.
A pesar de la disminuci¨®n del trabajo infantil en la regi¨®n en 2,3 millones entre 2016 y 2020, se estima que la crisis provocada por la pandemia podr¨ªa revertir esta tendencia positiva
El trabajo infantil perjudica a los ni?os y ni?as f¨ªsica y mentalmente, compromete su educaci¨®n, restringiendo sus derechos y limitando sus oportunidades futuras. De acuerdo con el ¨²ltimo reporte de Unicef, son 100 millones el n¨²mero de ellos que a¨²n no reciben clases presenciales. Miles podr¨ªan estar en riesgo de no regresar a clases debido a la falta de recursos familiares y de programas de apoyo por parte del Estado que ayuden a estos hogares para que no tengan que recurrir al empleo de sus hijos e hijas.
La combinaci¨®n de la p¨¦rdida de empleo, el aumento de la pobreza y el cierre de escuelas es una tormenta perfecta para la proliferaci¨®n de este tipo de explotaci¨®n. Abandonar la escuela y entrar prematuramente en el mercado laboral reduce las posibilidades de conseguir mejores trabajos en el futuro, perpetuando la trampa de la pobreza. Aunque reconocemos que ha habido avances en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas en la regi¨®n, las cifras de explotaci¨®n de menores de edad siguen siendo demasiado altas, y la crisis social y econ¨®mica provocada por la pandemia podr¨ªa causar un retroceso dram¨¢tico si no se act¨²a pronto.
Dado que muchas escuelas siguen cerradas, y que las familias empobrecidas en situaci¨®n de confinamiento han perdido ingresos durante muchos meses, estamos viendo que m¨¢s ni?os y ni?as de la regi¨®n se incorporan y se seguir¨¢n incorporando al trabajo infantil abandonando tambi¨¦n sus estudios. Am¨¦rica Latina y el Caribe esperaba ser la primera regi¨®n del mundo en erradicarlo para 2025. La pandemia ha hecho que este objetivo sea cada vez m¨¢s dif¨ªcil de alcanzar. Es probable que m¨¢s menores de edad de toda la regi¨®n se sumen en los pr¨®ximos meses, a menos que sus familias reciban ayuda r¨¢pidamente.
?Cu¨¢ndo volver¨¢ Elisabeth al colegio? Quiz¨¢s dentro de unos meses. Quiz¨¢s nunca. Lo que s¨ª sabemos es que cuanto m¨¢s tiempo dure el cierre de las escuelas, m¨¢s riesgo corren los ni?os y ni?as m¨¢s vulnerables de abandonar sus estudios. Ahora es el momento de que los gobiernos aumenten el gasto en servicios p¨²blicos y sobre todo en protecci¨®n social. Hay que garantizar el acceso universal a una educaci¨®n gratuita y de buena calidad, y que se reabran los centros escolares de forma segura, con las medidas de seguridad y salud que permitan proteger tanto a sus alumnos y sus familias como a los docentes. En tiempo de pandemia, las escuelas deben ser las ¨²ltimas en cerrar y las primeras en reabrir.
Ahora no es el momento de ahorrar. Al contrario, es el momento de invertir en las escuelas para impulsar la recuperaci¨®n econ¨®mica de toda la regi¨®n asegurando mejores oportunidades para los ni?os, ni?as y adolescentes
Tambi¨¦n es indispensable asegurar el trabajo decente para los adultos y los j¨®venes en edad legal de trabajar y prestar atenci¨®n al trabajo infantil en la agricultura. Igualmente, es necesario promulgar leyes que protejan mejor a la infancia, mejorar los sistemas de inspecci¨®n laboral, aplicar eficazmente sistemas integrales de protecci¨®n o fortalecerlos all¨ª donde sea necesario.
En estos tiempos de crisis, todos los gobiernos de Am¨¦rica Latina y el Caribe est¨¢n bajo presi¨®n para cortar la inversi¨®n en educaci¨®n. Sin embargo, ahora no es el momento de ahorrar. Al contrario, es el momento de invertir en las escuelas para impulsar la recuperaci¨®n econ¨®mica de toda la regi¨®n asegurando mejores oportunidades para los ni?os, ni?as y adolescentes.
Jean Gough es directora regional de Unicef para Am¨¦rica Latina y el Caribe y Vin¨ªcius Pinheiro es director regional de la OIT para Am¨¦rica Latina y el Caribe.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.