La inestabilidad laboral de los hogares en Argentina, la otra epidemia que afecta a los ni?os
3,5 millones de las familias con hijos a cargo tienen sus ingresos reducidos, seg¨²n la cuarta encuesta que realiza Unicef sobre el impacto que la segunda ola de la pandemia en el pa¨ªs sudamericano
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Entre tanta incertidumbre provocada por la covid-19, ya hay una certeza: la pandemia profundiz¨® los niveles de pobreza de ni?os, ni?as y adolescentes. Esto gener¨® mayores probabilidades de que abandonen la escuela, ingresen tempranamente al mercado laboral, consuman menos alimentos y de peor calidad, vean restringido su acceso a los servicios de salud, o sean v¨ªctimas de violencia. Unos 3,5 millones de hogares argentinos con chicos a cargo tienen sus ingresos laborales reducidos. Esta p¨¦rdida afecta la capacidad financiera de madres, padres y cuidadores para acceder a bienes y servicios esenciales para satisfacer las necesidades de los menores de edad.
¡°Desde que empez¨® la pandemia, los 20 de cada mes ya no tengo dinero. Aunque mi sueldo tuvo ajustes por la inflaci¨®n, no alcanza. Hago malabares¡±, expresa Lourdes, quien preserva su apellido, en un testimonio recogido en una investigaci¨®n de Unicef Argentina. Desde abril del a?o pasado, el organismo realiza encuestas sobre el impacto de la covid-19 en hogares donde viven ni?os. Entre el 24 abril y 12 mayo de este a?o se realiz¨® el cuarto informe.
La primera encuesta a las familias fue en abril de 2020. All¨ª se observ¨® que seis de cada diez hogares hab¨ªa sufrido una ca¨ªda de sus ingresos por la pandemia. Esto quiere decir que 3.6 millones de hogares pasaron por una situaci¨®n similar a la de Lourdes. En julio de 2020, se repiti¨® y en ese entonces se observ¨® un mejor resultado:el 45% de los hogares ten¨ªa menos ingresos.
En el tercer estudio, a principios de noviembre de 2020, se verific¨® que los indicadores eran positivos. Para a fines del a?o pasado, cuatro de cada diez familias ten¨ªan menos dinero. En la ¨²ltima encuesta la tendencia se revirti¨® y nuevamente el porcentaje volvi¨® a subir hasta alcanzar al 56% de los hogares. El impacto fue a¨²n mayor para los que reciben la Asignaci¨®n Universal por Hijo (AUH). All¨ª el indicador se incrementa al 60%. La AUH es una transferencia que se otorga a las familias m¨¢s desfavorecidas a cambio de que justifiquen que cursan sus estudios y est¨¢n al d¨ªa en revisiones m¨¦dicas y vacunas.
Desde que empez¨® la pandemia, los 20 de cada mes ya no tengo dinero. Aunque mi sueldo tuvo ajustes por la inflaci¨®n, no alcanza. Hago malabares
En este momento, m¨¢s all¨¢ de la apertura de actividades, el problema persiste en una proporci¨®n significativa de familias con ni?os y adolescentes. A su vez, la encuesta refleja que el 38% de los hogares atraves¨® situaciones de inestabilidad laboral durante el 2020, como desempleo o cambio de un trabajo formal a uno informal. ¡°Esta situaci¨®n repercute fuertemente en la econom¨ªa familiar y, en consecuencia, en el bienestar de la poblaci¨®n infantil¡±, afirma Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina. Jesica, que tambi¨¦n preserva su apellido, enfrenta esta realidad y cuenta: ¡°La pandemia al principio me trat¨® bastante mal y ahora la estoy piloteando. Cuando no pod¨ªamos salir y no pod¨ªa trabajar empec¨¦ a preocuparme. Ante la incertidumbre, comenc¨¦ a cocinar y a vender cosas dulces¡±.
Ayuda del Estado, pero insuficiente
Los datos de la encuesta marcan que, en la situaci¨®n de emergencia actual, en la que m¨¢s de la mitad de los chicos vive por debajo de la l¨ªnea de pobreza, continuar fortaleciendo los sistemas de protecci¨®n social es clave para evitar que crezca la indigencia. En 2020, el Estado argentino implement¨® una serie de medidas econ¨®micas y de protecci¨®n de ingresos para mitigar los efectos de la pandemia en la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable.
En primer lugar, se increment¨® el monto de las transferencias a los hogares con ni?os a trav¨¦s de la AUH. Luego, la Tarjeta Alimentar, un beneficio que se otorga para que todos accedan a la canasta b¨¢sica alimentaria y est¨¢ dirigido a madres o padres con hijos e hijas de hasta 14 a?os. Una medida de gran impacto para la coyuntura fue la puesta en marcha del Ingreso Familiar de Emergencia, una transferencia econ¨®mica para los trabajadores independientes en situaci¨®n de informalidad que vieron sus trabajos paralizados por las medidas de aislamiento social.
Esta prestaci¨®n econ¨®mica lleg¨® a m¨¢s de nueve millones de personas, que se desempe?an en la econom¨ªa informal, trabajadoras de casas particulares y personas que se encuentran desempleadas. Al mismo tiempo, se vio una ampliaci¨®n de las transferencias de ingresos a otros grupos como adultos mayores, la continuidad y expansi¨®n de los apoyos alimentarios y la implementaci¨®n de pol¨ªticas amigables para el cuidado de las familias. Adem¨¢s, se implementaron pol¨ªticas de protecci¨®n de empleo y los salarios, y se fortalecieron los programas de prevenci¨®n de violencia en el hogar y contra las mujeres. El esfuerzo fiscal del paquete de asistencia y contenci¨®n ante la pandemia equivale al 6,6% del PIB.
¡°Si bien se ve una fuerte presencia del Estado, es importante sostener y reforzar los programas de protecci¨®n social que apoyan a las familias para compensar la ca¨ªda o p¨¦rdida de sus ingresos. Necesitamos respuestas universales, no condicionadas y con capacidad de protecci¨®n suficiente para cubrir todas las necesidades de las ni?as, ni?os y adolescentes¡±, enfatiza Brumana.
Otro problema que se observa es que la p¨¦rdida de ingresos se traduce en muchos casos en un aumento de los niveles de endeudamiento: un 28% de los hogares reporta tener al menos una deuda. A¨²n m¨¢s preocupante, un 25% tuvo que recurrir a alg¨²n pr¨¦stamo o fiado para la obtenci¨®n de alimentos por parte de alg¨²n comercio y un 41% tuvo que dejar de comprar alg¨²n alimento por no tener dinero. ¡°Esta situaci¨®n podr¨ªa agudizar la situaci¨®n de inseguridad alimentaria en Argentina en el corto y mediano plazo¡±, expresa Brumana.
Si bien desde el Estado se brindaron apoyos alimentarios, eso no impidi¨® que el 34% de los hogares que perciben la Tarjeta Alimentar tuviera que recurrir a un pr¨¦stamo. Es evidente que la cantidad de dinero proporcionado es insuficiente para cubrir las necesidades. ¡°Me dan un 6.000 pesos argentinos (50 euros) mensuales para comprar carne, verdura y fruta. Me la entregaron el a?o pasado cuando arranc¨® la pandemia¡±, expresa Florencia, una de las beneficiarias de esta medida, al responder la encuesta de Unicef.
Del total de los hogares que se endeudaron, m¨¢s del 70% pertenecen a los estratos socioecon¨®micos m¨¢s desfavorecidos. ¡°El impacto de la pandemia en los ingresos de los hogares tambi¨¦n gener¨® que el 25% de aquellos con ni?os dejasen de pagar al menos un servicio como la luz, el gas o internet¡±, advierte Sebasti¨¢n Waisgrais, economista, especialista inclusi¨®n social de Unicef.
Otra consecuencia directa sobre los adolescentes, producto de la inestabilidad laboral de los adultos es que en mayo 2021 el 23% declar¨® realizar actividades orientadas al mercado. El 43% comenz¨® esas tareas durante la cuarentena. Adem¨¢s, un 13% busca empleo.
Tambi¨¦n, los adolescentes se ven sobrecargados con tareas del hogar. Un 43% dice cuidar a ni?os o personas mayores que convive, un 70% hacer las compras y un 86% limpiar o cocinar. En este sentido, no es de extra?ar que en un 6% de los hogares, alguno de los menores de edad abandon¨® la escuela durante 2020. Son al menos 357.000 chicos, de los cuales el 19% no retorn¨® en 2021. ¡°Es de la mayor importancia avanzar con estrategias de b¨²squeda activa y re-vinculaci¨®n escolar de aquellos que no han retornado a la escuela y, asimismo, fortalecer las instancias de acompa?amiento para garantizar que ninguno quede atr¨¢s y continuar priorizando las condiciones para asegurar la mayor presencialidad en las aulas¡±, expresa Brumana.
Los adolescentes se ven sobrecargados con tareas del hogar. Un 43% dice cuidar a ni?os o personas mayores que convive, un 70% hacer las compras y un 86% limpiar o cocinar
Los sentimientos de miedo, angustia y depresi¨®n reportados por los adolescentes aumentan. Entre los menores de seis a?os, persisten las alteraciones en el sue?o y con las comidas y aumentan significativamente los problemas de comunicaci¨®n. Con la prolongaci¨®n de la pandemia se nota un creciente agotamiento de la capacidad de adaptaci¨®n de los ni?os y aparecen dificultades para procesar simb¨®licamente lo que ocurri¨®, lo que se refleja en estados de mayor irritabilidad, mal humor, enojo, fastidio e intolerancia. ¡°Es central que el personal de salud del primer nivel de atenci¨®n, docentes, trabajadoras del cuidado y responsables de programas dirigidos a las familias cuenten con herramientas para ayudar a los chicos y chicas a elaborar y simbolizar las emociones. Los adultos tienen que identificar signos de alerta y activar mecanismos de referencia a servicios, en caso de ser necesario¡±, explica Brumana.
Adem¨¢s, las situaciones de aislamiento agudizan los riesgos y la exposici¨®n de ni?as, ni?os y adolescentes a la violencia y maltrato en el interior del hogar. Por eso desde Unicef, recomiendan reforzar los mecanismos de atenci¨®n, denuncia y respuesta contra vulneraciones de derechos, adem¨¢s de asegurar un seguimiento cercano de los casos de violencia anteriores a la pandemia y surgidos durante ella para evitar que se agudicen.
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