Ben¨ªn y su historia de liberaci¨®n contra el olvido
Tres ciudades beninesas se convierten no solo en estandarte en la recuperaci¨®n de la memoria del pa¨ªs, sino en punta de lanza en la lucha para detectar, controlar y eliminar las ETD de la piel
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El pasado marzo varios medios de comunicaci¨®n europeos dirig¨ªan la atenci¨®n del p¨²blico hacia tres ciudades beninesas: Ouidah, Abomey y Allada. La raz¨®n: una misi¨®n oficial francesa, encabezada por el director del Museo Quay Branly de Par¨ªs, visitaba Ouidah con el fin de verificar el estado de avance de las obras del nuevo museo que ha de acoger las 26 piezas hist¨®ricas que el estado franc¨¦s restituir¨¢ a Ben¨ªn a finales de 2021. Una devoluci¨®n derivada del Informe Savoy-Sarr de 2018 que, realizado a petici¨®n del presidente Emmanuel Macron, aboga por devolver al continente los m¨¢s de 88.000 objetos del patrimonio cultural subsahariano que se encontrar¨ªan en territorio franc¨¦s.
Las 26 piezas que van a ser entregadas, las primeras de una larga serie que han de retornar a Ben¨ªn y otras antiguas colonias, pertenecen al tesoro real de Abomey saqueado en 1892 por las tropas francesas dirigidas por Alfred Dobs. Abomey era en dicho momento la capital del reino de Dahomey (s. XVII-s. XIX), un reino que, junto al de Allada (creado en el siglo XVI) y el de Porto Novo (creado a principios del s. XVIII), eran los m¨¢s importantes de la regi¨®n a la llegada de los franceses.
Para el retorno de estas piezas art¨ªsticas se est¨¢ construyendo un museo en Ouidah, situada a 80 kil¨®metros de Porto Novo, hoy capital de Ben¨ªn. La raz¨®n de su elecci¨®n: en ella se encuentra ¡°la puerta del no retorno¡± erigida por la Unesco en memoria de la trata trasatl¨¢ntica. Con el fin de acoger dichas obras se est¨¢ restaurando el antiguo fuerte portugu¨¦s y la casa del gobernador. Estos dos lugares de la memoria hist¨®rica de la esclavitud y del colonialismo acoger¨¢n dicho tesoro mientras se finalizan las obras del nuevo museo de Abomey (a 160 kil¨®metros de Porto Novo) sobre los restos del antiguo palacio real de donde fueron sustra¨ªdos hace casi 130 a?os.
Estos tres lugares de gran peso en la historia de Ben¨ªn retoman as¨ª una memoria cultural silenciada, un gesto a modo de disculpa tras siglos de olvido. Pero en el contexto de una crisis sanitaria como la actual, donde el sistema de salud benin¨¦s es uno de los m¨¢s fr¨¢giles de ?frica subsahariana, estas tres ciudades tambi¨¦n tienen algo que aportar para desterrar otro problema: la presencia de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD).
Sin ir m¨¢s lejos, el nuevo museo de Ouidah se est¨¢ construyendo a escasos metros del centro de referencia de tratamiento de lepra de Ouidah y del Instituto Regional de Salud P¨²blica (IRSP). El de Abomey, no lejos del Centro de Formaci¨®n e investigaci¨®n en Medio Ambiente para el Desarrollo Sostenible (CIFRED). Y en Allada, antigua capital del reino de dicho nombre, se encuentra el Centro de detecci¨®n y Tratamiento de ?lcera de Buruli (CDTUB). Todos estos lugares est¨¢n apoyados desde hace d¨¦cadas por organizaciones como la Fundaci¨®n Anesvad, que en su compromiso con el derecho a la salud se dedica en ?frica Subsahariana a la lucha contra las ETD, m¨¢s concretamente con aquellas que presentan manifestaciones cut¨¢neas como la lepra, la ¨²lcera de Buruli, el pian o las filariasis linf¨¢tica.
Las ETD afectan a unos 1.000 millones de personas, en especial menores de 15 a?os residentes en las comunidades m¨¢s empobrecidas del ?frica subsahariana
Son unas enfermedades igualmente calificadas de ¡°desatendidas¡±, pues a ellas se dedican muy pocos fondos a pesar de que afectan a unos 1.000 millones de personas, en especial menores de 15 a?os residentes en las comunidades m¨¢s empobrecidas del ?frica subsahariana. Conllevan sufrimiento y, a menudo, un fuerte componente de discapacidad que agrava el ciclo de pobreza de las personas y comunidades afectadas, en especial de mujeres y ni?as. Por ello, las tres ciudades beninesas no solo son estandarte en la recuperaci¨®n de la memoria del pa¨ªs, sino que tambi¨¦n son punta de lanza en la lucha para detectar, controlar y eliminar las ETD de la piel.
Un compromiso que, gracias a organizaciones como Anesvad, se traduce entre otros, al apoyo a proyectos de prevenci¨®n, acceso al agua e higiene como las impulsadas con el citado CIFRED desde Abomey. O a la colaboraci¨®n con centros de investigaci¨®n y formaci¨®n como el IRSP de Ouidah. O al dado a las actividades de prevenci¨®n, detecci¨®n precoz, tratamiento, cirug¨ªa o rehabilitaci¨®n llevadas a cabo por el centro especializado de esta ¨²ltima ciudad o por el de Allada. Y todo ello de la mano de la sociedad civil y con la voluntad de que dicho trabajo con las ETD permita fortalecer el sistema sanitario p¨²blico benin¨¦s en su conjunto, avanzando as¨ª en hacer realidad el derecho humano a la salud.
La reciente voluntad pol¨ªtica de algunas de las antiguas metr¨®polis (Alemania, B¨¦lgica u Holanda reflexionan igualmente a su propio proceso de restituci¨®n) est¨¢ permitiendo devolver parte de su alma a los pueblos africanos. Esperemos que la voluntad pol¨ªtica internacional de comprometerse con las ETD, expresada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y por la OMS en su nueva hoja de ruta 2021-2030 se haga realidad y el cuerpo benin¨¦s pueda un d¨ªa hacer memoria de dichas enfermedades como algo pasado, como una puerta de no retorno.
Berta Mendiguren es doctora en Antropolog¨ªa de la Salud, patrona de la Fundaci¨®n Anesvad e Integrante del Grupo de Estudios Africanos de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
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