Un plan para acabar con las enfermedades tropicales olvidadas
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud presenta la nueva hoja de ruta para paliar la falta de atenci¨®n que sufre un grupo de 20 dolencias que, en conjunto, afectan a m¨¢s de 1.000 millones de personas
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La meta es ambiciosa: reducir en un 90%, la poblaci¨®n que requiere atenci¨®n por una o varias enfermedades tropicales desatendidas (ETD), de aqu¨ª a 2030. Hablamos de m¨¢s de 1.000 millones de personas afectadas en todo el planeta. En la nueva hoja de ruta aprobada por los Estados Miembros de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), y presentada este 28 de enero por su director, Tedros Adhanom, se incluyen varios objetivos y estrategias para lograr ¡°poner fin a la desatenci¨®n para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)¡±. Las ETD forman un grupo de 20 enfermedades con grandes diferencias y semejanzas al mismo tiempo, y algo muy importante en com¨²n: los efectos devastadores sobre la salud y las condiciones socioecon¨®micas de poblaciones, en muchos casos, ya empobrecidas.
Este 30 de enero se conmemora el d¨ªa mundial de las ETD, el inicio de una d¨¦cada marcada por la mayor pandemia del siglo que amenaza con dejar a¨²n m¨¢s relegadas a las poblaciones tradicionalmente desatendidas. Los expertos analizan si esta nueva ruta tan ambiciosa es, adem¨¢s, ¨²til y realista.
Para qu¨¦ sirve una hoja de ruta
Las estrategias y enfoques de la hoja de ruta ayudan a los ministerios de salud de los pa¨ªses a planear e integrar mejor su atenci¨®n sobre las ETD para lograr el objetivo 3.3 de los ODS, relacionado con el fin de las epidemias causadas por estas enfermedades. Y adem¨¢s, pretenden ser un instrumento para incentivar el compromiso pol¨ªtico, junto al de la comunidad de salud global, incluyendo donantes, sector privado, ONG y centros de investigaci¨®n, entre otros.
La experiencia de la hoja de ruta previa (2012-2020) arroj¨® resultados esperanzadores, seg¨²n recoge la OMS: 500 millones de personas menos que en 2010, en necesidad de atenci¨®n por una ETD; 40 pa¨ªses han eliminado al menos una ETD; la filariosis linf¨¢tica, al igual que el tracoma, se ha eliminado como problema de salud p¨²blica en cuatro pa¨ªses de Am¨¦rica; y en ?frica, ya solo quedan menos de 1000 pacientes registrados con enfermedad del sue?o.
500 millones de personas menos que en 2010 necesitan atenci¨®n por una enfermedad tropical desatendida; 40 pa¨ªses han eliminado al menos una de ellas
Estos datos permiten cierto optimismo y ambici¨®n, seg¨²n refleja la nueva hoja de ruta (2021-2030), en cuyo per¨ªodo, se espera que 100 pa¨ªses eliminen completamente una ETD y que se erradiquen del planeta al menos dos.
Con algunas queda poco para lograrse la erradicaci¨®n, como con la dracunculosis, que se adquiere principalmente por la ingesti¨®n de agua estancada (apenas quedan 50 casos), o el pian, que afecta a piel, huesos y cart¨ªlagos (para la que ya se cuenta con la cura mediante un sencillo antibi¨®tico de toma oral).
Todo ello se espera lograr mediante la integraci¨®n de los programas de ETD en las actividades cotidianas de los sistemas de salud. Por ejemplo, se estima que 40 pa¨ªses podr¨¢n adoptar estrategias integradas contra las enfermedades con manifestaciones cut¨¢neas, que son m¨¢s de la mitad de todo el grupo de las ETD.
De lo vertical a lo transversal
Una ONG espa?ola con una larga trayectoria en la lucha contra las enfermedades desatendidas con manifestaciones cut¨¢neas es Anesvad. Gabriel D¨ªez, responsable de incidencia de esta organizaci¨®n, que trabaja principalmente en pa¨ªses de ?frica Occidental, ha visto con sus propios ojos el gran avance que supone cambiar de enfoque: de buscar y tratar una sola enfermedad a hacerlo de una manera integrada, con el objetivo de fortalecer la respuesta de los sistemas de salud.
Cuando D¨ªez empez¨® a visitar los proyectos en Ben¨ªn, antes de 2010, hab¨ªa m¨¢s de 1.000 casos y ahora apenas llegan a 200. ¡°Pero lo importante¡±, indica, ¡°es que antes solo se iba a buscar una enfermedad, mientras que ahora la atenci¨®n incluye a otras muchas asociadas al contexto en el que vive la poblaci¨®n afectada¡±. La b¨²squeda activa de casos de ¨²lcera de Buruli (que afecta en gran medida a menores de 15 a?os) en una comuna de Benin, por ejemplo, mediante un trabajo conjunto con el ministerio de salud, arroj¨® datos interesantes. De m¨¢s de 1.000 personas examinadas, se encontraron 15 casos de ¨²lcera de Buruli, 3 de lepra, y otros 879 de infecciones cut¨¢neas diversas que fueron tratadas.
Gabriel D¨ªez valora muy positivamente el cambio de enfoque que plantea la nueva hoja de ruta de la OMS y que ¡°recoge la experiencia acumulada por las organizaciones y los sistemas de salud que trabajamos en los lugares donde las ETD son end¨¦micas¡±.
La colaboraci¨®n del sector privado, as¨ª como las fundaciones y centros de investigaci¨®n, juegan un papel fundamental para que los pa¨ªses se acerquen a los objetivos de la nueva hoja de ruta
La colaboraci¨®n del sector privado, as¨ª como las fundaciones y centros de investigaci¨®n, juegan un papel fundamental para que los pa¨ªses se acerquen a los objetivos deseados. La doctora Silvia Gold, presidenta de la fundaci¨®n Mundo Sano, sostenida principalmente por el grupo farmac¨¦utico Insud Pharma, lleva muchos a?os comprometida en la lucha contra varias ETD, entre las que se encuentra la enfermedad de Chagas, que afecta a millones de personas en las regiones end¨¦micas de Am¨¦rica Latina, y que est¨¢ presente en muchos otros pa¨ªses como EE UU y Espa?a. Gold tiene muy claro que la integraci¨®n en alianzas p¨²blico-privadas favorece el fortalecimiento de las respuestas de los sistemas de salud. Por ello, la fundaci¨®n que preside trabaja en coordinaci¨®n con ministerios de salud, es socia de la OMS, y adem¨¢s es parte de la alianza p¨²blico-privada Uniting to Combat NTDs y de la Coalici¨®n Global de Chagas.
¡°Muchas enfermedades desatendidas son curables y m¨¢s a¨²n evitables¡±, apunta Gold. ¡°No atenderlas expone a estas poblaciones a reducir su oportunidad de desarrollo. Lo m¨¢s distante que podemos imaginar de cumplir con los ODS. En el contexto de la pandemia que estamos viviendo, con el colapso del sistema de salud en el mundo, donde se incrementa la dificultad de atenci¨®n de las enfermedades normalmente mas atendidas, imaginemos el riesgo en que se encuentran las personas afectadas por enfermedades desatendidas¡±.
La investigaci¨®n de las desatendidas
Entre las duras lecciones que deja la pandemia de la Covid-19, est¨¢ la necesidad de mejorar el compromiso con la investigaci¨®n en salud as¨ª como con la traslaci¨®n de sus resultados a soluciones accesibles para las poblaciones desatendidas. A investigar y desarrollar nuevas herramientas de diagn¨®stico y tratamiento se dedica, desde que fue fundada por M¨¦dicos Sin Fronteras, la Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi por sus siglas en ingl¨¦s). Nathalie Strub-Wourgaft, que coordina desde Ginebra el trabajo de su organizaci¨®n para las ETD, sostiene que ¡°estas enfermedades afectan a poblaciones que est¨¢n olvidadas (tambi¨¦n) por el sistema de investigaci¨®n y desarrollo (I+D)¡±.
A¨²n queda mucho camino para saber realmente c¨®mo evolucionan estas dolencias. ¡°En especial¡±, se?ala Nathalie Strub, ¡°necesitamos una prueba fiable que confirme la curaci¨®n en muchas ETD, lo que permitir¨ªa desarrollar m¨¢s r¨¢pidamente nuevos f¨¢rmacos que sean seguros y eficaces¡±. Se trata de algo esencial, como se?ala la experta: ¡°Puede ser que no encuentres un par¨¢sito en la sangre, pero eso no significa que el tratamiento haya funcionado. Necesitamos m¨¢s herramientas de diagn¨®stico y tratamiento adaptadas al terreno end¨¦mico de las ETD¡±.
La experta de DNDi ejemplifica la necesidad con la oncocercosis (tambi¨¦n llamada ceguera de los r¨ªos). ¡°Tenemos un tratamiento con ivermectina, con el que conseguimos eliminar el gusano joven que transmite esta ETD. Pero no atajamos la ra¨ªz del problema, que son los gusanos adultos que viven m¨¢s de 15 a?os y generan a los j¨®venes que provocan la enfermedad¡±.
Descuidar la atenci¨®n y la inversi¨®n en las poblaciones que sufren estas enfermedades trae consecuencias desastrosas y hace que rebroten con m¨¢s virulencia, seg¨²n los expertos
Pese a todas las dificultades, las alianzas p¨²blico-privadas han permitido el desarrollo de nuevas herramientas, como el fexinidazol para la enfermedad del sue?o, por ejemplo. ¡°Se trata del primer tratamiento oral para esta terrible enfermedad¡±, se?ala Nathalie Strub. ¡°Y se ha logrado gracias a una fant¨¢stica coordinaci¨®n desde la OMS y la contribuci¨®n de todos los aliados necesarios que trabajamos con un objetivo com¨²n. Fue genial. Creo que es uno de los mejores ejemplos de c¨®mo todas las dimensiones del manejo de una enfermedad se integraron y se consigui¨® el apoyo financiero y la coordinaci¨®n necesaria¡±. Para Nathalie, las ETDs necesitan el compromiso de ¡°nueva gente y nueva ciencia¡±, una nueva forma de hacer e invertir en investigaci¨®n.
La nueva hoja de ruta (2021-2030) establece objetivos diferentes para las ETD, seg¨²n sea factible hablar de su control (de las v¨ªas de transmisi¨®n), eliminaci¨®n o, incluso, erradicaci¨®n. Todo ello depender¨¢ de c¨®mo se aborden integralmente muchos otros componentes que se relacionan con la salud, como se?ala Gabriel D¨ªez. ¡°El impacto ser¨¢ mayor cuanto mayor sea la mejora en otros aspectos claves como educaci¨®n, acceso a agua y saneamiento, as¨ª como la estabilidad pol¨ªtica e institucional y la colaboraci¨®n intersectorial¡±.
Hay enfermedades, como el pian, para la que, a pesar de contar recientemente con el hallazgo de su cura a trav¨¦s de una simple dosis de azitromicina (descubierta hace pocos a?os por el cient¨ªfico Oriol Mitj¨¤), a¨²n se necesita superar los casos de resistencias al antibi¨®tico. Y a ellos se a?ade, como indica Gabriel D¨ªez, de Anesvad, que ¡°el factor de contar con un tratamiento eficaz, permite localizar y detectar m¨¢s posibles casos, lo que implica un esfuerzo econ¨®mico y log¨ªstico muy costoso para los sistemas de salud¡±.
Una gran inversi¨®n: 25 x 1
?Y si se enfoca el problema de las ETD como un asunto de inversi¨®n econ¨®mica? Seg¨²n la OMS, las intervenciones en ETD supone uno de los mayores beneficios econ¨®micos en el sector de la salud p¨²blica. Se calcula que, al eliminar las afecciones causadas por las ETD, el beneficio por cada individuo es de 25 d¨®lares por cada d¨®lar invertido en tratamiento quimioprofil¨¢ctico.
En respuesta a la pregunta planteada al inicio, sobre si esta nueva hoja de ruta es m¨¢s ambiciosa que realista, Gabriel D¨ªaz considera que posiblemente lo es, ¡°pero al mismo tiempo se necesita. M¨¢s all¨¢ de los objetivos, la hoja de ruta se?ala un horizonte y establece un marco temporal que nos dice d¨®nde ir y d¨®nde enfocarnos. Ojal¨¢ se consiga una movilizaci¨®n de compromisos pol¨ªticos y recursos financieros que pongan a las ETD en el mapa de la salud global¡±.
La OMS da con la hoja de ruta el pistoletazo de salida para que los pa¨ªses integren la atenci¨®n en sus sistemas de salud. Por eso, Silvia Gold considera que el papel de la hoja de ruta de la OMS es crucial en estos momentos, ¡°para estimular el fortalecimiento de los sistemas de salud y la colaboraci¨®n de los diferentes sectores¡±.
Seg¨²n se?alan los expertos consultados, descuidar la atenci¨®n y la inversi¨®n en las poblaciones que sufren estas enfermedades trae consecuencias desastrosas y hace que rebroten con m¨¢s virulencia. La hoja de ruta es un compromiso para no olvidar a m¨¢s de 1.000 millones de personas en el planeta.
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