Pioneros de la permacultura urbana
Joan Carulla y Robert Strauss llevan d¨¦cadas haciendo crecer el campo en las azoteas de Barcelona
![Joan Carulla y Robert Strauss en el huerto del primero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2E6JPYIL7RDSPJ2XKARYHUAZOE.jpg?auth=a1cd8371d4001c250160591e29771cf51a78e76cdbe6c1be86b623e24e65de5f&width=414)
Las grandes ciudades tienen muchas asignaturas pendientes. La mayor pasa por el modelo alimentario que han decidido adoptar. Cuando nuestra comida llega desde muy lejos y se elabora y procesa diversas veces por el camino, podemos imaginar qu¨¦ pasar¨¢ el d¨ªa que alg¨²n eslab¨®n de esa cadena falle de verdad. Y, si buena parte de la humanidad acabar¨¢ viviendo en las ciudades, algo que pasar¨¢ bien pronto, ?qui¨¦n cultivar¨¢ la tierra y el campo? ?C¨®mo conseguiremos devolver a la tierra la vida que le hemos extra¨ªdo despu¨¦s de tanta presi¨®n sobre ella?
Cultivar en ciudad y convertir un pedazo de espacio en lugar f¨¦rtil es objetivo de cient¨ªficos, t¨¦cnicos agr¨ªcolas y hortelanos urbanas que lo ven necesario para avanzar hacia un cierto punto de autosuficiencia en momentos de verdadera crisis. De entre estas personas destacan dos que se apoyan la una a la otra para conseguir una cosecha suficiente que devuelva la dignidad all¨ª donde solo hay cemento. Y han decidido hacerlo en la azotea de sus casas.
Reunimos a Joan Carulla y Robert Strauss para un di¨¢logo que form¨® parte de les 48H d¡¯Agricultura Urbana celebradas por primera vez en Barcelona. Se dieron cita en la azotea de Joan Carulla y los grabamos gracias al trabajo del estudio de producci¨®n La Fresca. Joan acaba de cumplir 98 a?os y lleva casi 50 cultivando en un 5? piso en el centro de la ciudad. Son 150m? y 40 toneladas de tierra que ha ido incorporando a lo largo de todos estos a?os. Claro que el edificio est¨¢ bien asentado, cimentaci¨®n que dobla la estructura actual, tela asf¨¢ltica, pintura anti poros y baldosas, adem¨¢s de un sistema de medias tuber¨ªas interiores cortadas en forma de ¡®U¡¯ que funcionan como drenaje.
Carulla recoge de su azotea-huerto 100 kilos de uvas al a?o, adem¨¢s de un mont¨®n de cajas de n¨ªsperos, patatas, tomates¡
Riega con agua de lluvia gracias a un dep¨®sito instalado en el piso inferior donde vive. Un motor canaliza el agua hacia el huerto y luego ¨¦l la distribuye en bidones de seis litros que deja aqu¨ª y all¨¢ para facilitar el riego manual. Las plantas lo agradecen y a la vista est¨¢n los resultados.
![Un pedazo del huerto de Robert Strauss.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2OHSOPE7NZCYHFA3SW6KUGQPKE.jpg?auth=4e7986ce83fcc046dc0a04a52fda3206d37fae7bd1b24371577d6ac1f79c0016&width=414)
El caso de Robert Strauss es un tanto diferente. Lleg¨® a Barcelona hace ocho a?os con la idea de encontrar un peque?o lugar urbano donde cultivar. Tarea dif¨ªcil pues el espacio est¨¢ totalmente copado, as¨ª que adapt¨® cinco rincones exteriores de su casa con diferentes orientaciones. Instal¨® sistemas de riego para cada una de ellas, adaptadas a las necesidades de cada zona y a las plantas que ha decidido cultivar. En invierno riega con manguera. Sabe que el cloro no es bueno en el cultivo y sue?a con instalar un sistema parecido al de Carulla para recuperar el agua de lluvia. Estos dos permacultores urbanos han ido experimentado paso a paso en sus vidas c¨®mo hacer m¨¢s f¨¦rtil el peque?o trozo de tierra cultivable.
Carulla consigui¨® que las 40 toneladas de tierra, vertidas desde un lugar cercano a la ciudad, tuvieran vida gracias a que incorpor¨® materia org¨¢nica de todo tipo: papeles y facturas, el contenido de las latas del supermercado que regentaba hace a?os, incluso conglomerado de madera, que parece ser muy apreciado por las ra¨ªces de los ¨¢rboles y las plantas.
Debemos nuestra vida al reino vegetal. ?Qu¨¦ mejor pr¨¢ctica de la permacultura que esta puede existir?Joan Carulla, permacultor
Strauss tiene sus cultivos en cajas de pl¨¢stico de fruter¨ªa, dispersas por todas partes con una profundidad de 40 cent¨ªmetros y aporta el compost que genera con los residuos org¨¢nicos de su familia, pero tambi¨¦n con los restos de fruta y verdura de las tiendas cercanas. Cada tarde Robert comienza un periplo de recogida org¨¢nica por el barrio.
Carulla lleva tiempo observando el comportamiento de las ra¨ªces de los ¨¢rboles en su jard¨ªn comestible. Asegura que se mueven en busca de alimento por el interior de los pasillos que ¨¦l distribuy¨® entre zona y zona de cultivo. As¨ª es como la higuera o el n¨ªspero acceden al alimento que tienen al otro lado de la terraza, a trav¨¦s de sus ra¨ªces en el subsuelo. Lo dem¨¢s lo hace la empat¨ªa que tanto Joan como Robert tienen con el mundo vegetal. ¡°Las plantas, como las personas, emiten vibraciones¡±, dice el primero, ¡°Los humanos a menudo emitimos vibraciones negativas pero las plantas son tan nobles que solo dan positivas. Las quiero, como sentimiento profundo, de t¨² a t¨², y ellas me dan lo mejor de su fruto. Debemos nuestra vida al reino vegetal. ?Qu¨¦ mejor pr¨¢ctica de la permacultura que esta puede existir?¡±
Y as¨ª es el resultado: Carulla recoge de su azotea-huerto 100 kilos de uvas al a?o, adem¨¢s de un mont¨®n de cajas de n¨ªsperos, patatas, tomates¡ El camino hacia la autosuficiencia en la ciudad ya est¨¢ marcado. Por eso es tan importante el di¨¢logo y las ense?anzas que nos lanzan ambos en este v¨ªdeo.
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