Se me baja la espa?olidad: cambiar la pol¨ªtica migratoria
Nos sentimos buenas personas por recibir afganos en nuestro pa¨ªs, cuando lo que en realidad nos pasa con el fen¨®meno migratorio es que encadenamos un fracaso tras otro
C¨®mo se nos sube el #OrgulloPa¨ªs al ver a nuestra gente recibiendo afganos en el aeropuerto de Torrej¨®n. Parece que hemos ganado la guerra. Yo a¨²n dir¨ªa m¨¢s: incluso somos buenas personas. Es como si un adolescente imberbe que ha destrozado la casa de sus padres tras una fiesta buscase el reconocimiento de estos por quedarse un rato a limpiar: nos admiramos por no haberla destrozado por completo.
La redenci¨®n est¨¢ en recoger los restos de un fracaso colectivo sin igual. Y no solo nos pasa con el caso afgano: lo hacemos continuamente con el fen¨®meno migratorio: dejamos zarpar un d¨ªa de cada 30 al OpenArms: ?hurra! Recibimos cuatro personas migrantes con los brazos abiertos (tambi¨¦n una vez de cada 30): ?hurra! Damos la nacionalidad a dos senegaleses que intentan salvar a un chaval de una paliza: ?hurra! Y as¨ª sucesivamente en un esperp¨¦ntico ejercicio de auto-onanismo colectivo que no hace sino ocultar nuestra propia mediocridad: no tenemos ni idea de lo que hacemos en cuesti¨®n migratoria.
Visto desde fuera, y desde dentro de los gruesos muros ministeriales, pareciera que las migraciones son saltos a la valla (o llegadas en patera) y centros de acogida. Seguridad y atenci¨®n humanitaria. Porrazos (cerrad al salir) y zanahorias. De vez en cuando, desde esos mismos muros se vislumbran otras cosas: la estrategia Espa?a 2050 intenta levantar la mirada y observar desde la distancia hasta d¨®nde pueden llegar las implicaciones de las migraciones: sostenibilidad del Estado de Bienestar, innovaci¨®n y futuro del trabajo, desarrollo territorial y Espa?a vaciada¡ Pero lo cierto es que las estructuras de gobierno siguen un esquema que compartimenta el entendimiento y las posibles pol¨ªticas migratorias: migrantes econ¨®micos o refugiados; migraci¨®n regular o irregular; ni?os que viajan solos o n¨®madas digitales; migrantes o expatriados¡ Son parcelas que impiden una visi¨®n completa del fen¨®meno con un sesgo que obliga a una visi¨®n de t¨²nel para cada una de las tem¨¢ticas.
Las estructuras de gobierno siguen un esquema que compartimenta el entendimiento y las posibles pol¨ªticas migratorias
Y s¨ª, quiz¨¢s esa visi¨®n nos permita aportar soluciones que transformen esa faceta concreta de la realidad, pero tambi¨¦n nos impide entender fen¨®menos cruzados que pueden ofrecer propuestas que trasciendan a cada una de las cajitas en las que hemos separado la realidad migratoria. Y esto se traduce en pol¨ªticas p¨²blicas contradictorias y fragmentadas.
El caso para una pol¨ªtica migratoria diferente est¨¢ ya m¨¢s que construido (tengo pensado tatuarme este p¨¢rrafo en el pecho para ahorrarme la verg¨¹enza de discutirlo con los gur¨²s de la ¡°teor¨ªa de la invasi¨®n¡±):
1. Las migraciones aumentan conforme aumenta el desarrollo de los pa¨ªses hasta la renta media (y tenemos muchos pa¨ªses todav¨ªa con margen de mejora muy cerquita).
2. Las razones que empujan a la salida son mucho m¨¢s determinantes que las barreras a la llegada.
3. La evoluci¨®n demogr¨¢fica de los pa¨ªses ricos se encamina hacia un modelo insostenible del sistema de bienestar.
4. El futuro del trabajo, con dos macro tendencias: de crecimiento en trabajos de prestaci¨®n de servicios no automatizables y de trabajos de alto valor a?adido y alta capacitaci¨®n, requiere mecanismos mucho m¨¢s flexibles de movilidad internacional de trabajadores.
Y lo cerramos con una guinda (quiz¨¢s m¨¢s de cosmovisi¨®n universalista no necesariamente compartida por todos) de que la diversidad conduce al crecimiento (personal y econ¨®mico) y el aislamiento a una endogamia de hibridaci¨®n muerta (llam¨¦mosle escenario Carlos II El Hechizado).
Por todo ello es necesaria una pol¨ªtica migratoria coordinada al m¨¢s alto nivel y que aspire a constituirse como una pol¨ªtica de Estado (signifique esto lo que signifique en una Espa?a en la que la palabra acuerdo equivale a quemarse a lo bonzo); construir una visi¨®n que entienda y analice los movimientos migratorios desde el ¨¢mbito del empleo, de la innovaci¨®n, de la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar, de los retos y las asimetr¨ªas territoriales e incluso de la cooperaci¨®n al desarrollo y que, por supuesto, integre la seguridad y los desaf¨ªos de la integraci¨®n como una variable m¨¢s (no la determinante) para hacer todo lo anterior posible.
Es necesaria una pol¨ªtica migratoria coordinada al m¨¢s alto nivel y que aspire a constituirse como una pol¨ªtica de Estado
Tras esto, deben seguir reformas irremplazables del sistema de asilo, de los mecanismos de movilidad de trabajadores, de pol¨ªticas de promoci¨®n territorial para la Espa?a vaciada, de atracci¨®n de talento internacional¡ Y cuando todo esto est¨¦ hecho, habr¨¢ entonces que crear plataformas de actores para coordinar la implementaci¨®n de estas pol¨ªticas, promover la generaci¨®n de una industria funcional de la movilidad internacional de trabajadores, generar acuerdos con pa¨ªses terceros y un sinf¨ªn m¨¢s de pasos en la buena direcci¨®n¡ ?Suena dif¨ªcil no? Pues mucho m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ si no lo hacemos.
Porque entre tanto, entre la espera y ese divide y vencer¨¢s de la inteligencia de la pol¨ªtica p¨²blica, se abren resquicios que permiten que el Ministerio del Interior se pase por el arco del triunfo la legalidad nacional e internacional y expulse c¨®mo y cu¨¢ndo quiera a menores y mayores, que los ministros de asuntos exteriores del mundo rico se re¨²nan para pensar la mejor manera de incumplir el estatuto del refugiado en el caso afgano, o que ciertos grupos pol¨ªticos incendien el debate p¨²blico para agitar el odio al diferente y sacar r¨¦ditos pol¨ªticos mientras el resto baja la cabeza con el temor a que la defensa de las personas pueda hacerle perder votos. Pero lo m¨¢s grave es que desaprovechamos todas las oportunidades para generar un futuro mejor para todos (para los que se quedan, los que se van y los que reciben). Probablemente el ¨²nico futuro posible. Todo por falta de valent¨ªa. O de visi¨®n. O de ambas. As¨ª que seguid d¨¢ndole en Twitter vivas a nuestro modelo. Mientras tanto, a m¨ª #SeMeBajaLaEspa?olidad.
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