El mundo se desv¨ªa ¡°peligrosamente¡± de la lucha contra el hambre
Al menos 47 pa¨ªses se alejan de la meta de ¡®hambre cero¡¯ para el 2030. Los conflictos, la crisis clim¨¢tica y la covid-19, por este orden, empujan a un mundo cada vez m¨¢s hambriento, seg¨²n el ?ndice Global del Hambre 2021 publicado hoy. Construir paz es una de las herramientas m¨¢s valiosas
Las cifras de Naciones Unidas ya alertaban que en el ¨²ltimo a?o el hambre hab¨ªa tocado sus peores niveles de la d¨¦cada. Ahora el ?ndice Global del Hambre 2021 lo reafirma: hay 47 pa¨ªses ¡ª28 del ?frica subsahariana¡ª que no llegar¨¢n a reducir la hambruna lo suficiente para el 2030, quedando lejos de la meta de hambre cero, trazada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Adem¨¢s, dentro de este r¨¢nking anual de la plataforma paneuropea Alliance 2015, hay 10 pa¨ªses en los que la situaci¨®n es alarmante: Somalia, Yemen, Rep¨²blica Centroafricana, Chad, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Madagascar, Burundi, Comoras, Sud¨¢n del Sur y Siria. Y no es casualidad que ocho de ellos est¨¦n afectados por conflictos armados.
Pese a la devastadora pandemia, a¨²n es la guerra la principal causa del hambre en el mundo, y no hay signos de que esta tendencia vaya a cambiar. Por el contrario, en la ¨²ltima d¨¦cada va en aumento al punto de que m¨¢s de la mitad de las personas que sufren desnutrici¨®n habitan en pa¨ªses afectados por violencia, seg¨²n El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2021, elaborado por cinco agencias de Naciones Unidas.
Hay 10 pa¨ªses en los que la situaci¨®n es alarmante: Somalia, Yemen, Rep¨²blica Centroafricana, Chad, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Madagascar, Burundi, Comoras, Sud¨¢n del Sur y Siria
De los 116 pa¨ªses con datos disponibles este a?o, Somalia es el ¨²nico en situaci¨®n extremadamente alarmante con un puntaje de 50,8 dentro del ?ndice Global del Hambre, que va de 0 para la mejor calificaci¨®n y 100 para la peor con una baja ingesta de calor¨ªas, emaciaci¨®n infantil, desnutrici¨®n cr¨®nica y mortalidad de menores de cinco a?os. De los otros nueve pa¨ªses en condici¨®n alarmante, hay cuatro que se encuentran all¨ª de forma provisoria ¡ªBurundi, Comoras, Sud¨¢n del Sur y Siria¡ª, pues faltan datos debido, precisamente, a la violencia. De haberlos, uno o m¨¢s de ellos caer¨ªan en la categor¨ªa de extremadamente alarmante.
La guerra destruye pr¨¢cticamente todos los aspectos de los sistemas alimentarios. ¡°Si miramos las estad¨ªsticas, los conflictos se dan muchas veces en ¨¢reas rurales donde se producen alimentos y los pa¨ªses m¨¢s afectados son aquellos donde la mayor¨ªa trabaja en agricultura¡±, afirma Caroline Delgado, una de las autoras del informe y directora del Programa de Alimentaci¨®n y Seguridad del Instituto Internacional de Investigaci¨®n para la Paz de Estocolmo (Sipri). ¡°Los grupos armados atacan a los productores, siembran minas, restringen el suministro de agua o semillas, confiscan la tierra, y los obligan a producir cultivos, muchas veces il¨ªcitos, cuyas ganancias financian que la guerra dure m¨¢s¡±, enumera.
Al mismo tiempo, ese aumento de inseguridad alimentaria detona m¨¢s conflictos en una espiral dram¨¢tica. Para la investigadora se trata de un c¨ªrculo vicioso. ¡°Aunque realmente no hay casos donde el hambre por s¨ª misma haya causado una guerra, s¨ª es un factor que la dispara¡±, aclara. ¡°A la vez es evidente que sin lograr la seguridad alimentaria ser¨¢ dif¨ªcil construir paz, y sin paz ser¨¢ casi imposible acabar con el hambre¡±.
Un c¨®ctel t¨®xico
En esta radiograf¨ªa de la hambruna, la crisis clim¨¢tica y la pandemia de la covid-19 tambi¨¦n hacen lo suyo. Al respecto, el ?ndice Global del Hambre del 2021 indica que ambas fuerzas t¨®xicas junto a los conflictos ¡°amenazan con eliminar cualquier progreso logrado contra el hambre en los ¨²ltimos a?os¡±. En particular, citan un reciente estudio del Instituto Internacional de Investigaci¨®n sobre Pol¨ªticas Alimentarias (Ifpri) que estima que el cambio clim¨¢tico empujar¨¢ a otras 78 millones de personas a pasar hambre cr¨®nica para 2050, m¨¢s de la mitad de ellas en ?frica subsahariana.
¡°Es dif¨ªcil ser optimista¡±, advierten al respecto los autores del ¨ªndice. Aunque los puntajes muestran que la hambruna global ha ido en declive desde 2000, el progreso se est¨¢ desacelerando. ¡°Es un fracaso para la comunidad internacional en su intento por transformar los sistemas alimentarios y acabar con el hambre¡±, sostiene Alberto Casado, director de Incidencia de Ayuda en Acci¨®n, una de las ONG que elabora el informe. ¡°Sin embargo el ODS de Hambre Cero, por ahora lejano, todav¨ªa es posible. Falta m¨¢s voluntad pol¨ªtica que, si bien est¨¢ en los discursos, no pasa a la pr¨¢ctica con pol¨ªticas concretas¡±, subraya.
Romper el c¨ªrculo de hambre
Aunque parezca imposible s¨ª se puede romper el v¨ªnculo entre conflicto y hambre, incluso en los entornos m¨¢s hostiles. ¡°Parece muy dif¨ªcil porque el hambre nunca es la ¨²nica causa de la guerra, pero eso tampoco es pretexto para no hacer nada¡±, asevera la investigadora Delgado. ¡°Hasta en los contextos m¨¢s violentos se pueden crear condiciones que favorezcan la paz y la resiliencia, y desde ah¨ª acabar la relaci¨®n entre hambre y conflicto¡±.
Se estima que el cambio clim¨¢tico empujar¨¢ a otras 78 millones de personas a pasar hambre cr¨®nica para 2050, m¨¢s de la mitad de ellas en ?frica subsahariana
Los autores apuestan por poner unos ¡°lentes de construcci¨®n de paz¡± en los sistemas alimentarios, y viceversa. Para la experta, una condici¨®n para eso es entender el contexto y ¡°comprender c¨®mo las comunidades entienden el conflicto y la paz¡±. ¡°Tambi¨¦n hay que ser muy ¨¢gil, porque ning¨²n proceso de paz es lineal, hay momentos muy favorables y otros no. Entonces la financiaci¨®n tambi¨¦n debe apoyar a pasar ¨¢gilmente de la respuesta humanitaria a un trabajo m¨¢s de desarrollo cuando el contexto cambia y al rev¨¦s¡±.
Colombia es una evidencia de esa din¨¢mica. ¡°En ese pa¨ªs se est¨¢ construyendo paz mientras siguen los conflictos, se trabaja con proyectos locales que incluyen a civiles y reintegran a excombatientes para salir de ese c¨ªrculo¡±, indica Delgado. Es el caso del Valle del Cauca, una de las zonas m¨¢s azotadas por medio siglo de conflicto que afect¨® a 10 de cada 100 de sus habitantes, seg¨²n la Unidad de V¨ªctimas. En el municipio de Tulu¨¢, antes controlado por las FARC, Jaime V¨¦lez preside la Asociaci¨®n de Peque?os Caficultores de La Marina que produce y vende caf¨¦ pergamino. ¡°Por muy dif¨ªcil que sea la situaci¨®n, el campo siempre va a ofrecer una salida¡±, comenta el agricultor en un testimonio recogido por Ayuda en Acci¨®n. ¡°La pregunta que la sociedad debe hacerse es: ?cada uno est¨¢ dispuesto a darle lo mejor a nuestra tierra, a nuestros campesinos y a nuestra gente?¡±.
En esta zona rural, la ONG ha apoyado a las cooperativas con capital semilla para mejorar su productividad y tambi¨¦n ha formado a los productores en convivencia y prevenci¨®n de la violencia. ¡°Trabajamos en este tipo de iniciativas sobre todo para que las personas puedan permanecer en el territorio y, en la medida de lo posible, que las tensiones que siguen existiendo se rebajen¡±, asegura Casado.
Consumo responsable
Para la experta Delgado, a la par de estas intervenciones es fundamental que los consumidores en otras partes del mundo tomen conciencia. ¡°No podemos quedarnos solo con lo que pasa en un pa¨ªs afectado por el conflicto, pues nuestras decisiones de compra tambi¨¦n tienen un impacto, sobre todo si se trata de un producto proveniente de ese pa¨ªs¡±, asegura.
Al respecto, Casado coincide en que hay que entender c¨®mo al consumir tambi¨¦n se est¨¢ ¡ªo no¡ª contribuyendo a la lucha contra el hambre. ¡°Para que los ODS se cumplan debe haber apropiaci¨®n por parte de la ciudadan¨ªa. Y al consumir algunos productos de los pa¨ªses en guerra, pues se puede estar alimentando a una de las partes del conflicto. Algo puede mejorar en la medida que seamos todos y todas m¨¢s conscientes de nuestra manera de consumir¡±.
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