Una plataforma virtual permite apadrinar ¨¢rboles para combatir el hambre
Un vivero en el municipio de Petat¨¢n (Huehuetenango, en Guatemala) dona ¨¢rboles a mujeres ind¨ªgenas guatemaltecas con el objetivo de plantar 10.000 ejemplares y generar as¨ª ingresos que reduzcan la alta desnutrici¨®n de la zona, muy castigada por el cambio clim¨¢tico
Ana Julia Ram¨ªrez se esmera por cuidar los diez ¨¢rboles que ha plantado en el patio de su humilde vivienda a medio construir en la comunidad La Bendici¨®n del municipio de Santa Ana, al norte de Guatemala. Los palitos a¨²n est¨¢n peque?os, pero Ram¨ªrez conf¨ªa en que dentro de poco comiencen a dar sus frutos y pueda llevar a su mesa carambolas, limones, mandarinas, naranjas y guan¨¢banas. Reconoce que ser¨¢n de un ¡°gran beneficio¡± porque ya no se ver¨¢ obligada a ir al mercado a comprar estos alimentos, sino que los siembra ella misma e incluso los podr¨¢ vender para que ¡°entre un dinerito al hogar¡±, donde confiesa que ha llegado a pasar hambre.
Ram¨ªrez pudo cultivar estos frutales gracias a que una persona an¨®nima en la otra parte del mundo dio un clic en la plataforma virtual Treedom, que se encarga de plantar ¨¢rboles en diferentes pa¨ªses del planeta. Entre ellos se encuentra Guatemala, donde trabaja en los Departamentos de Huehuetenango y Pet¨¦n en colaboraci¨®n con la ONG italiana AMKA en un proyecto dirigido a empoderar a las mujeres ind¨ªgenas y lograr el crecimiento econ¨®mico y fortalecimiento social de las agricultoras. Desde que esta plataforma para apadrinar un ¨¢rbol se fundara en 2010 en Florencia, se han plantado por parte de agricultores locales m¨¢s de dos millones en ?frica, Asia, Latinoam¨¦rica y Europa (en Italia).
El coronavirus y los huracanes ¡®Eta¡¯ e ¡®Iota¡¯ aumentaron la pobreza en Guatemala, que afecta al 79% de la poblaci¨®n ind¨ªgena
Este a?o, Treedom y AMKA crearon un vivero en el municipio de Petat¨¢n (Huehuetenango), con el objetivo de plantar 10.000 ejemplares, en alianza con 80 mujeres ind¨ªgenas. Ellas as¨ª podr¨¢n generar ingresos en el marco del Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible establecido por las Naciones Unidas, que pretende conseguir la igualdad de g¨¦nero, teniendo en cuenta que el 93% de las beneficiarias declara no trabajar, mientras que el 80% de las mayores de 20 a?os tiene tan solo estudios primarios. Seg¨²n un informe de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), la poblaci¨®n ind¨ªgena representa un tercio de las personas que viven en situaci¨®n de pobreza extrema en Latinoam¨¦rica y un 7% de las mujeres ind¨ªgenas vive con menos de 1,9 d¨®lares (1,6 euros) al d¨ªa. En el caso concreto de Guatemala, la poblaci¨®n ind¨ªgena representa el 43,8% de la poblaci¨®n y el 79% de este colectivo se encuentra en situaci¨®n de pobreza.
El modelo a seguir en Huehuetenango es el vivero que desde el 2018 funciona en la comunidad Nuevo Horizonte de Pet¨¦n, que ha permitido entregar miles de frutales en diez comunidades de este departamento azotado por la pobreza. El 60,8% de la poblaci¨®n de Pet¨¦n no alcanza a consumir 10.218 quetzales (1.135 euros) por persona al a?o, porcentaje que se eleva al 73,8% en Huehuetenango, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta Nacional de Condiciones de Vida publicada en 2014. Estos porcentajes est¨¢n por encima de la media en el pa¨ªs centroamericano, que se sit¨²a en el 59%, con m¨¢s del 23,4% viviendo en condiciones de extrema pobreza.
La pobreza ha aumentado a¨²n m¨¢s con la pandemia del coronavirus y los efectos de los huracanes Eta e Iota de 2020, raz¨®n por la cual la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios ha hecho un llamamiento a la comunidad de donantes internacionales para que destinen 210 millones de euros a Guatemala en el marco del Plan de Respuesta Humanitaria, con el fin de ayudar a 3,8 millones de personas que presentan necesidades humanitarias.
La ONU advierte de que la cifra de personas en esta situaci¨®n de emergencia ha aumentado en 500.000 (15% m¨¢s) en comparaci¨®n con las 3,3 millones estimadas para el Panorama de Necesidades Humanitarias de principios de 2020, debido a que la crisis de la covid-19 y los huracanes Eta e Iota est¨¢n causando un ¡°impacto devastador en poblaciones que ya se enfrentaban a una inseguridad alimentaria y nutricional cr¨®nica¡±, situaci¨®n que afecta a 3,5 millones de personas en Guatemala. De acuerdo al Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU, la mayor¨ªa de las personas en necesidad de asistencia son ind¨ªgenas, hasta alcanzar la cifra de 2,25 millones, debido a ¡°riesgos elevados y brechas en su acceso a servicios de salud y nutrici¨®n¡±.
De acuerdo al ¨²ltimo informe de la FAO, titulado El estado de la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n en el mundo 2021, en Guatemala, el 16,8% de la poblaci¨®n sufre desnutrici¨®n, un porcentaje superior a la media de Centroam¨¦rica (10,6%). Asimismo, refleja que el 42,8% de los menores de cinco a?os padece un retraso en el crecimiento. Desde enero al 9 de octubre de este a?o han fallecido en Guatemala 44 ni?os y ni?as en esa franja de edad por desnutrici¨®n aguda, lo que supone m¨¢s del doble que en el mismo periodo de 2020, cuando a esta fecha hab¨ªan muerto 16, seg¨²n la Secretar¨ªa de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN).
A lo largo del 2021, ya se han registrado 23.028 casos de desnutrici¨®n aguda en menores de cinco a?os, frente a los 21.017 contabilizados hace un a?o. Seg¨²n Unicef, uno de cada dos ni?os y ni?as menores de cinco a?os sufre desnutrici¨®n cr¨®nica en este pa¨ªs centroamericano y, por ello, el Gobierno de Guatemala puso en marcha la Gran Cruzada Nacional por la Nutrici¨®n con la que pretende reducir en siete puntos porcentuales el hambre en este sector de la poblaci¨®n para el 2023, si bien no acaba de dar sus frutos.
Soberan¨ªa alimentaria para empoderar a las mujeres
En este escenario, la comunidad guatemalteca de Nuevo Horizonte, fundada y habitada por antiguos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), reparte desde hace dos a?os hasta 17.000 frutales cada a?o, con el fin de garantizar la ¡°soberan¨ªa alimentaria¡± a las familias, seg¨²n explica Silvia Sganga, asistente del proyecto de AMKA. Recalca que la entrega de los ¨¢rboles va acompa?ada de capacitaciones a las mujeres para ¡°empoderarlas¡±, teniendo en cuenta que hay ¡°bastante machismo y los hombres piensan que ellas no pueden trabajar en el campo y hacer lo que ellos hacen todos los d¨ªas¡±. ¡°Las mujeres quieren empoderarse y aprender y ¨¦sta es nuestra pol¨ªtica para no ser puros asistencialistas y dar las plantas e irnos, sino que hay todo un proceso de capacitaci¨®n para preparar el terreno, podar los ¨¢rboles y fertilizar la tierra¡±, destaca.
La donaci¨®n de ¨¢rboles va acompa?ada de capacitaciones a las mujeres para empoderarlas ante el machismo imperante en la sociedad de Guatemala
Sganga se?ala que, una vez dan sus frutos los ejemplares plantados, las mujeres pueden ¡°diversificar¡± su alimentaci¨®n para evitar la desnutrici¨®n o enfermedades como la diabetes y pueden vender los excedentes en el mercado para obtener un ingreso econ¨®mico extra para sus familias. Por tanto, asegura que se crea una ¡°econom¨ªa alternativa¡±, al tiempo que se est¨¢n recuperando especies de frutos ancestrales, como el zapote, utilizado por las civilizaciones precolombinas de Centroam¨¦rica y que se estaba perdiendo en la zona del Pet¨¦n a consecuencia de la deforestaci¨®n. Cada a?o, desaparecen m¨¢s de 27.000 hect¨¢reas de bosque en este departamento de Guatemala, debido a la tala y a los incendios, seg¨²n el ¨²ltimo mapa de cobertura forestal de 2010-16.
Por otro lado, Sganga detalla que la mayor¨ªa de las mujeres que reciben los frutales no finalizaron sus estudios y se dedican a las labores del hogar, por lo que este proyecto les permite ¡°aprender a cuidar los palos, algo fundamental en esta tierra de campesinos¡±. Se logra, por tanto, una ¡°autonom¨ªa y soberan¨ªa alimentaria¡± que, seg¨²n aclara, va mucho m¨¢s all¨¢ de la seguridad alimentaria, que consiste en obtener ¨²nicamente comida y bienes de primera necesidad, tal como sucedi¨® tras los huracanes Eta e Iota.
Deysi L¨®pez Paredes mira con orgullo los cuatro ¨¢rboles que recibi¨® en los ¨²ltimos meses y a los que mima cada d¨ªa para que le den en un futuro naranjas, mandarinas y guan¨¢banas. Ello le permitir¨¢ una ¡°buena cantidad de ahorro¡±, dado que ya no tendr¨¢ que acudir a adquirir estos productos en el mercado donde est¨¢n ¡°caros¡±. El objetivo, seg¨²n explica, tambi¨¦n ser¨¢ venderlos, teniendo en cuenta que ahora no obtiene ingresos econ¨®micos, debido a que se dedica a cuidar a su hijo de a?o y medio, as¨ª como a varios animales de granja que tiene en su vivienda. ¡°Hasta ahora, no sab¨ªa sembrar y es la primera vez que estoy dando mantenimiento a las plantas¡±, manifiesta esta joven de 22 a?os, quien dej¨® de estudiar en quinto de primaria cuando a¨²n era una adolescente. ¡°Ya no me llam¨® la atenci¨®n, aunque me arrepiento porque si una se pone a buscar un trabajo, lo primero que te piden es el estudio¡±, lamenta.
En el mismo municipio de Santa Ana, Estela Guti¨¦rrez cuenta con cinco ¨¢rboles de los que obtiene naranjas, mandarinas, chicles y mangos: ¡°Han ayudado bastante a la econom¨ªa familiar, porque me la paso comiendo fruta que yo misma produzco¡±, remarca esta mujer quien tampoco trabaja de manera remunerada al quedarse siempre en casa cuidando a sus dos hijos de ocho y once a?os. Tambi¨¦n ha recibido de manos de AMKA 50 gallinas, algunas de las cuales se las comer¨¢ y otras las vender¨¢ a 100 quetzales cada una (11 euros), lo que supondr¨¢ una peque?a inyecci¨®n a la econom¨ªa familiar. As¨ª, Sganga explica que, junto al proyecto de reparto de ¨¢rboles, se han distribuido tambi¨¦n 5.000 gallinas a 100 mujeres de Pet¨¦n, de cara a que con el dinero que obtengan con la venta de huevos o de las propias gallinas, puedan variar los productos que adquieren para comer y tener una dieta m¨¢s saludable.
17.000 ¨¢rboles al a?o
Antes de que los ¨¢rboles lleguen a las casas de esas mujeres, Miguel Jim¨¦nez, acompa?ado de otros dos hombres injertan las plantas en el vivero de 3.000 metros cuadrados gestionado por la Cooperativa de Nuevo Horizonte. Acaban de recibir por primera vez semillas de cacao porque van a intentar producir chocolate. Durante un a?o, van cuidando los palos hasta que crecen y comienzan a entregarlas a las familias tras hacer un estudio previo de las necesidades de cada una de ellas y del espacio que tienen en sus casas para plantar los frutales. Durante el primer a?o, en 2018, recuerda que tuvieron que comprar plantas a otros viveros para hacer la primera distribuci¨®n a las comunidades: ¡°Pero, a partir de abril de 2019, ya empezamos a producir nuestras propias plantas y gracias al apoyo t¨¦cnico y econ¨®mico de AMKA y Treedom, alcanzamos un promedio de hasta 17.000 frutales al a?o de limones, naranjas, mandarinas, mangos, guayabas, carambolas, guan¨¢banas y especies nativas de la selva del Pet¨¦n, como el zapote del que se extrae resina para elaborar el chicle y que hoy pr¨¢cticamente es una reliquia¡±.
Jim¨¦nez explica que, habitualmente, el ¨¢rbol est¨¢ en el vivero un a?o hasta que se entrega a las mujeres, quienes tendr¨¢n que esperar de dos a tres luego para ver los primeros frutos que brotar¨¢n de manera permanente durante, al menos, 15 a?os, aunque podr¨ªa prolongarse hasta los 20 o 25 a?os de productividad. Lo que marca la diferencia en estos ¨¢rboles, seg¨²n subraya, es que son fotografiados en el momento en el que se siembran y geolocalizados a trav¨¦s de un GPS, de manera que la persona que los compra a trav¨¦s de la plataforma de Treedom puede hacer un seguimiento de c¨®mo crecen y se desarrollan a trav¨¦s de su propia p¨¢gina web. De este modo, las personas responsables del vivero tambi¨¦n hacen un mapeo de d¨®nde ha sido sembrada cada planta para monitorear su evoluci¨®n.
Ana Julia Ram¨ªrez se muestra ilusionada con sus frutales a los que dedica todo su tiempo para que le den sus primeros frutos. Admite que no estudi¨® porque su madre, de escasos recursos, no la llev¨® a la escuela. Lo que s¨ª le ense?¨® fue el ¡°amor a la tierra¡±, inculc¨¢ndole la idea de que ¡°quiz¨¢, la siembra no le iba a ayudar en una gran riqueza, pero s¨ª a sobrevivir¡±. Ahora destaca que, gracias a sus ense?anzas, ha podido sembrar los ¨¢rboles que ¡°nos dieron con ese amor¡± y reconoce que est¨¢ ¡°contenta porque ya vamos a ver el fruto¡±.
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