Los animales salvajes tampoco aguantan la crisis en L¨ªbano
Con el aumento de los precios y el deterioro de la econom¨ªa libanesa, los zool¨®gicos no pueden abastecer a los osos, leones o macacos. Una ONG local se esfuerza por rescatarlos de esta situaci¨®n y enviarlos a otros pa¨ªses
¡°?Yo! ?Yo!¡± Todos los ni?os, sobre todo los m¨¢s mayores, quieren fotografiarse con una cr¨ªa de le¨®n, de oso o incluso con dos traviesos macacos. Esperan en el otro lado de la valla, impacientes a que el monitor los invite a acercarse a ellos, uno por uno.
¡ª?Mirad la c¨¢mara! ¡ª. Los padres los animan para inmortalizar los mejores recuerdos del que es, posiblemente, el primer contacto con estos animales salvajes, tan ajenos a su cotidianidad. Los zool¨®gicos en L¨ªbano han encontrado en estas actividades una forma nueva y desesperada de generar ingresos y as¨ª ocurre en Animal City, a raz¨®n de 50.000 liras, unos dos euros, por posar junto a un ejemplar. Este es uno de los centros m¨¢s importantes del pa¨ªs, a unos 20 minutos en taxi de Beirut. Son 26.000 metros cuadrados de terreno y, seg¨²n su p¨¢gina web, contiene unas 200 especies. ¡°Sol¨ªan tener muchos¡±, apunta en voz baja para que no escuchen los trabajadores, una madre que acompa?a a su hijo, mientras observa a los canguros que intentan correr en el poco espacio del que disponen.
Es una tarde de finales de verano y el sol ha dejado mella en los animales que, tras todo el d¨ªa de bochorno, empiezan a levantarse e interactuar m¨ªnimamente con los visitantes. ¡°Es raro porque no es un zoo; es una corporaci¨®n privada, dan espacio a una fiesta de aniversario en el restaurante, pero al mismo tiempo hay felinos de gran tama?o¡±. Es la impresi¨®n de Khaldoun, un joven artista residente en Beirut. Es la primera vez que visita uno y su sensaci¨®n no est¨¢ siendo buena. ¡°No hay suficiente espacio para los leones, tigres, osos, hienas¡ Necesitan m¨¢s porque juegan mucho¡±, a?ade. De hecho, mientras, dos hienas no paran de moverse de una punta a otra de su jaula, siguiendo repetidamente el mismo recorrido. ?Ser¨¢ el nerviosismo por los ni?os que juegan alrededor o la estrechez de su aposento?
La crisis econ¨®mica extrema que sufre L¨ªbano, con el aumento de precios en los productos b¨¢sicos y la devaluaci¨®n casi completa de la moneda local, est¨¢ impactando de forma colateral en los animales. En concreto, uno de los problemas principales es el precio de la comida. Un le¨®n necesita unos 50 kilos de alimento a la semana, que cuesta unas 100.000 libras por kilo ¡ªpoco m¨¢s de cuatro euros¡ª para gozar de buena salud. ¡°Es normal que en una situaci¨®n de crisis todo sea m¨¢s dif¨ªcil. Si tienes todos estos animales y cada vez menos ingresos y m¨¢s gastos, est¨¢ claro que no podr¨¢s hacer un buen mantenimiento en tu zoo¡±, explica Jason Mier, director de la ONG Animals Lebanon, desde su oficina en Beirut. La preocupaci¨®n se encuentra en que la entrada al centro, con la devaluaci¨®n de la moneda local, solo cuesta ahora 20.000 libras, que equivalen actualmente a menos de un euro.
Un le¨®n necesita unos 50 kilos de comida a la semana, que cuesta unas 100.000 libras por kilo, poco m¨¢s de cuatro euros, para gozar de buena salud
¡°No pueden levantarse del suelo, est¨¢n tumbados todo el d¨ªa. Es muy estresante para su cuerpo, como si estuvieras encerrada 24 horas al d¨ªa en esta habitaci¨®n. Pero si al menos te dieran una comida adecuada, tu cuerpo lo resistir¨ªa¡±, completa el activista, cuya organizaci¨®n est¨¢ evaluando la situaci¨®n precaria en la que viven muchos animales en este contexto de crisis para organizarse y hacerle frente.
Cumplir con los est¨¢ndares m¨ªnimos
Esta ONG en defensa de los animales ha lanzado una campa?a de recogida de firmas para presionar al Gobierno liban¨¦s para que aplique penalizaciones contra aquellas personas o centros que no cumplan unos m¨ªnimos est¨¢ndares de bienestar animal. As¨ª, lograr¨ªan interpelar a los propietarios de los seis zoos existentes hoy en el pa¨ªs para que mejoren las condiciones o colaboren para enviar a los animales a pa¨ªses donde puedan tratarlos dignamente.
¡°Son cosas muy b¨¢sicas las que pedimos. Un le¨®n tiene que ser capaz de levantarse del suelo, tener un ¨¢rea donde pueda estar resguardado. Si no quiere estar con la gente, contar con tal opci¨®n¡±, sentencia Mier. Para conseguirlo, Animals Lebanon se escuda en las leyes nacionales que reconocen esos derechos. En concreto, en el art¨ªculo 2 de la ley de Protecci¨®n y Bienestar Animal, cuyo prop¨®sito es ¡°asegurar la protecci¨®n y el bienestar de los animales vivos y regular los establecimientos que los manipulan o utilizan, de conformidad con los convenios y reglamentos internacionales relacionados¡±.
Estaremos encantados de trabajar con cualquier zool¨®gico que quiera cumplir con los est¨¢ndares de la ley. Pero si simplemente sientes que eres una persona poderosa y que nadie te va a decir qu¨¦ hacer, estamos felices de tener esa pelea
Con la Ley en la mano, ?c¨®mo se aseguran los principales zoos libaneses de que las especies vivan saludablemente y dentro de los est¨¢ndares? ¡°El parque est¨¢ abierto 365 d¨ªas al a?o y nos estamos expandiendo. Los animales est¨¢n en muy buenas condiciones de salud. La gerencia est¨¢ manejando la situaci¨®n en cualquier circunstancia que se d¨¦¡±, responden desde el zoo Animal City que, de hecho, es uno de los que no colaboran en el trabajo de Animals Lebanon, seg¨²n precisa Mier. No obstante, a?aden: ¡°Cualquier donativo ser¨¢ apreciado; aunque no es una necesidad, se agradece¡±.
Desde otro centro, Zazoo Lebanon, todav¨ªa se muestran m¨¢s escuetos: ¡°Muchas gracias por su preocupaci¨®n, pero actualmente no estamos respondiendo ninguna pregunta de los medios de comunicaci¨®n¡±.
Antes de que sea demasiado tarde
El problema de L¨ªbano en esta cuesti¨®n encuentra su origen en un negocio mucho m¨¢s amplio: el tr¨¢fico de animales, sobre todo entre ?frica y el pa¨ªs ¨¢rabe. Naciones Unidas denunci¨® ya en 2013 que entre 2004 y 2011 m¨¢s de 22.000 grandes simios ¡ªla mitad de ellos chimpanc¨¦s¡ª fueron vendidos il¨ªcitamente por contrabandistas, sobre todo desde el centro y oeste de ?frica, hacia pa¨ªses como L¨ªbano, Arabia Saud¨ª o Emiratos ?rabes Unidos. Tambi¨¦n un informe de 2020 de la Universidad Libanesa Americana estima que el valor estimado del comercio de vida silvestre en el pa¨ªs es de m¨¢s de 380.000 euros. En el ¨¢mbito internacional, se considera que este tipo de transacci¨®n es uno de los cinco delitos mundiales m¨¢s lucrativos junto al de las armas, drogas, lavado de dinero y tr¨¢fico de personas, con un valor de entre 50.000 millones y 150.000 millones anuales, seg¨²n United for Wildlife.
La legislaci¨®n laxa libanesa y el d¨¦bil control en las importaciones hace que sea m¨¢s f¨¢cil que especies for¨¢neas lleguen hasta aqu¨ª. ¡°Este pa¨ªs ha sido realmente un centro de tr¨¢fico de fauna salvaje¡±, afirma Mier, ¡°desde donde se pod¨ªan enviar al este de Europa o a los Estados del golfo P¨¦rsico. Muchos de ellos tambi¨¦n los podemos ver ahora en los zoos libaneses¡±.
Sin embargo, ahora Animals Lebanon encuentra grandes dificultades para enviarlos a otros pa¨ªses donde puedan gozar de mejores condiciones. ¡°Es un proceso muy dif¨ªcil. Los ¨²ltimos dos ejemplares que hemos enviado son dos osos a los Estados Unidos. Se necesitaron al menos seis meses para cumplir con todos los requisitos y con las leyes del L¨ªbano y los Estados Unidos, y cost¨® varios miles de d¨®lares¡±. Por otro lado, ¡°si lo haces por contrabando, pagas algunos sobornos y ya est¨¢¡±, prosigue el director de la ONG. A Khaldoun, preocupado por el estado de los animales, se le ocurre una soluci¨®n, aunque dif¨ªcil de imaginar en el contexto de crisis actual: ¡°L¨ªbano necesita un parque nacional en las monta?as. Ser¨ªa una buena inversi¨®n para el pa¨ªs¡±. Para evitar, adem¨¢s, ¡°que algunos puedan extinguirse en un tiempo¡±.
La ONG ha conseguido que se cierren hasta ahora cuatro zoos que estaban en malas condiciones, desde uno montado por un particular con dinero que compra animales hasta los m¨¢s grandes y comerciales, aunque asegura que su objetivo no es este. ¡°No se trata de cerrar nada. Se trata de asegurarse de que cumplan con los est¨¢ndares. Estaremos encantados de trabajar con cualquier zool¨®gico que quiera cumplir con la ley. Pero si se creen que por ser poderosos nadie les va a decir lo que tienen que hacer, no tendremos problema en luchar. Ojal¨¢ no sea as¨ª y podamos llegar a un entendimiento¡±, apunta Mier.
Lo que de verdad teme la organizaci¨®n es que, si la crisis contin¨²a empeorando en L¨ªbano, pueda ser demasiado tarde para enviarlos al exterior. ¡°Es m¨¢s urgente ahora, porque los animales todav¨ªa est¨¢n en unas condiciones suficientemente buenas para enviarlos fuera. Si esperas otro a?o o dos, podr¨ªan no estarlo, tener problemas de salud y ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil moverlos¡±, explica Mier, cuyo compromiso viene de hace mucho tiempo. ¡°Cuando era ni?o me llevaban a zool¨®gicos y de alguna manera me empec¨¦ a interesar por los animales. Sin embargo, en lugar de querer ser due?o de uno de ellos, quiero ayudarlos. Hay zoos con valor y muy buenos que hacen un trabajo positivo de conservaci¨®n y educaci¨®n¡±. Como repite a lo largo del encuentro, solo necesitan cumplir con los derechos b¨¢sicos.
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