Una pel¨ªcula para el hombre blanco que va a ?frica con una c¨¢mara
La cinta ¡®Dejad de grabarnos¡¯, presentada en el festival de Barcelona l¡¯Alternativa, es pieza clave del debate sobre la ¨¦tica de la imagen y la condescendencia de las organizaciones extranjeras en el continente. M¨¦dicos Sin Fronteras quiere usarla en su 50 aniversario como reflexi¨®n para cambiar el relato lastimero que se hace de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo
El holand¨¦s Joris Postema recibi¨® el encargo de documentar la vida en Goma, una de las ciudades de Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, escenario de la gran guerra africana. Esta dej¨® al menos cinco millones de muertos y la disputa sin final de grupos armados que luchan por el control de los yacimientos de minerales tan apreciados por occidente como el colt¨¢n. La intenci¨®n del cineasta fue ampliar la visi¨®n de la Goma que grab¨® hace 10 a?os, desde un jeep, cuando fue contratado por una de las 250 ONG asentadas en esta ciudad y ¨¦l mismo se convirti¨® en un protagonista del documental.
Postema, cumpliendo el encargo hecho por Yole Africa, una organizaci¨®n local que promueve la reflexi¨®n decolonial a trav¨¦s del arte, grab¨® durante un mes las rutinas del fot¨®grafo Mugabo Baritegera. Este intenta mostrar la belleza de la vida en la urbe de la realizadora Bernadette Vivuya, que busca financiaci¨®n para una pel¨ªcula sobre el pasado colonial de Goma; y de la periodista Ley Uwera, que trabaja para ONG occidentales que le piden im¨¢genes de una ?frica miserable.
Pero Postema tambi¨¦n dej¨® correr la cinta cuando recibi¨® las cr¨ªticas y las demandas de los miembros congole?os de su equipo por el enfoque de su trabajo y sus prejuicios culturales, y luego incorpor¨® parte de eso a la pel¨ªcula Stop Filming Us (Dejad de grabarnos), que estren¨® en 2020 y que se present¨® el pasado domingo, en el festival de cine de Barcelona l¡¯Alternativa.
Congo no es solo guerra, es importante hablar de la vida que sigueBernadette Vivuya, la cineasta que aparece en Stop Filming Us
¡°Estaba muy asentado en mi mente que Goma era un lugar peligroso, con gente siempre en la miseria. Pero muchas personas simplemente se despiertan en la ma?ana, van a trabajar, toman un caf¨¦ con sus padres y van a la cama de nuevo al igual que en ?msterdam o en Barcelona. Yo quer¨ªa mostrar que todos tenemos estereotipos, prejuicios y privilegios impl¨ªcitos y quer¨ªa exponerlos mientras filmaba¡±, explic¨® en una entrevista v¨ªa Zoom.
Hay una escena en la pel¨ªcula en la que se cuestiona al director por regalar una galleta a un ni?o que se acerca a su veh¨ªculo. Los congole?os le explican que act¨²a movido por el estereotipo occidental de que los ni?os africanos tienen hambre. ¡°Creo que, en cierto modo, lo de las galletas es una met¨¢fora de muchas ONG que llegan a lugares como Congo para ofrecer ayuda y no preguntan si se necesita o qu¨¦ tipo de ayuda se necesita¡±, explic¨® Postema.
La pel¨ªcula se ha convertido en una pieza clave del debate sobre la ¨¦tica de la imagen y la representaci¨®n de las personas que est¨¢ promoviendo M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) por su 50 aniversario. La ONG quiere cambiar el relato lastimero que se hace de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Para Fran?ois Dumont, director de Comunicaci¨®n de la delegaci¨®n espa?ola de la entidad, las organizaciones humanitarias tienen parte de la responsabilidad sobre los imaginarios que se construyen alrededor de los pa¨ªses del sur. ¡°La mayor parte de la informaci¨®n que llega de esos contextos, a trav¨¦s de los medios, pero tambi¨¦n a trav¨¦s de nosotros, de las ONG, es a menudo reduccionista o est¨¢ asentado en hechos negativos. Nosotros tambi¨¦n tenemos una responsabilidad en la imagen que llega aqu¨ª de un pa¨ªs como Congo¡±, dice durante una entrevista telef¨®nica.
M¨¦dicos Sin Fronteras quiere cambiar la l¨®gica de su comunicaci¨®n y dejar de presentar a las personas como v¨ªctimas o actores pasivos. ¡°Queremos presentarles como h¨¦roes; por ejemplo, las personas que han caminado decenas de kil¨®metros para salvar su familia o que han cruzado el Mediterr¨¢neo, tienen una fuerza incre¨ªble¡±, dice Dumont. Y a?ade que tambi¨¦n intentan alejarse del concepto del ¡°salvador blanco¡± y de su legado colonial. ¡°En los ¨²ltimos a?os hay un esfuerzo para cambiar esta imagen. El 90% de los 60.000 trabajadores de nuestra organizaci¨®n son reclutados localmente. En general, tenemos una mirada pensada en la persona, la evaluaci¨®n de las necesidades y la definici¨®n de proyectos y programas tiene que involucrar a la poblaci¨®n local¡±.
Tras el estreno del documental en Barcelona, MSF abri¨® el debate en el Centre de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona y se escuch¨® el punto de vista de Bernadette Vivuya, la cineasta que aparece en Stop Filming Us, que no est¨¢ contenta con lo que se cuenta de su pa¨ªs. ¡°Congo no es solo guerra, es importante hablar de la vida que sigue¡±, dijo. Para Postema, la cinta se aleja de los lugares comunes, pero a¨²n tiene algo de lastre y es el reflejo de los que tienen los medios para contar el mundo. ¡°Joris Postema vino como observador y aprendi¨®, pero todav¨ªa hay algunos estereotipos, y est¨¢ la l¨®gica colonial que no cambia. Nos encontramos ante un director que tiene fondos para hacer una pel¨ªcula. El sistema no cambia¡±, afirm¨® Vivuya.
El 90% de los 60.000 trabajadores de M¨¦dicos Sin Fronteras son reclutados localmente
Los que siguen contando ?frica, o al menos la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, siguen poniendo titulares que hablan de una guerra sin fin, violencia, enfermedad y pobreza. Basta poner Goma y Congo en un buscador de Internet y el primer titular que salta dice: ¡°Goma, el lugar m¨¢s desgraciado del mundo¡±.
Se sigue retratando a los pa¨ªses africanos de la forma que tanto criticaba Binyavanga Wainaina, uno de los escritores e intelectuales m¨¢s importantes del continente africano. En su texto How to Write about Africa, (C¨®mo escribir sobre ?frica), publicado en 2006, ironizaba con un inventario de las palabras que se deben usar para hablar de su continente: ¡°Utiliza siempre la palabra ?frica u oscuridad o safari en tu t¨ªtulo. Los subt¨ªtulos deber¨ªan incluir las palabras Zanz¨ªbar, masai, zul¨², Zambeze, Congo, Nilo, grande, cielo, sombra, tambor, sol o pasado. Tambi¨¦n son ¨²tiles palabras como guerrillas, eterno, primordial y tribal¡±.
Wainaina advert¨ªa, con la misma sorna, de los temas que no se deben tocar: las escenas dom¨¦sticas cotidianas, el amor entre africanos (a menos que haya una muerte de por medio), las referencias a escritores o intelectuales africanos, las menciones a ni?os que van a la escuela y no tienen bubones o ¨¦bola ni han sufrido mutilaciones genitales.
Postema es consciente de que la pel¨ªcula est¨¢ incompleta y ha aceptado que habr¨¢ una segunda parte hecha en ?frica, por los propios congole?os. En la ¨²ltima escena del documental queda claro que no pas¨® la prueba cuando someti¨® su trabajo al escrutinio del ojo congole?o. El p¨²blico que vio un primer corte del documental sinti¨® que todav¨ªa hab¨ªa prejuicios y cosas negativas y concluy¨® que la pel¨ªcula est¨¢ hecha para un p¨²blico occidental, por eso esperan la edici¨®n local, una segunda parte para ellos.
¡°Lo que quer¨ªa lograr con el filme era la discusi¨®n y pens¨¦ que la forma de hacerlo era ir all¨ª y que me dijeran qu¨¦ hice mal o si hice algo est¨²pido o me ayudaran cuando quer¨ªa hacer algo y ten¨ªan una mejor idea. Mucha gente tuvo un trato muy honesto conmigo y tambi¨¦n me criticaron lo que creo que fue muy bueno para la pel¨ªcula, pero a veces fue un poco inc¨®modo para m¨ª. Pero est¨¢ bien, fue parte del trato¡±, advirti¨® Postema. Para ¨¦l, la cita de la escritora francesa Ana?s Nin, explica mucho de su visi¨®n de hombre blanco: ¡°We don¡¯t see things as they are, we see them as we are¡±. En espa?ol: No vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros.
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