Europa: destruir selvas para hacer calzoncillos

El tejido m¨¢s utilizado del mundo procede del petr¨®leo y cada a?o llena los oc¨¦anos de toneladas de micropl¨¢sticos. Es el poli¨¦ster. En cambio, la viscosa procede de los ¨¢rboles, un recurso renovable y biodegradable. Luego est¨¢ la piel de vacuno, otro material natural que, al fin y al cabo, es un subproducto de la industria c¨¢rnica. En teor¨ªa, ambas son alternativas sostenibles a los tejidos procedentes de combustibles f¨®siles.

En la pr¨¢ctica, las cadenas de suministro globales de viscosa y cuero, complejas y opacas, est¨¢n empujando a grandes marcas de moda europeas a deforestar la Amazon¨ªa brasile?a y las selvas de Borneo, en Indonesia, tal y como indican las pesquisas recientes de la Red de Investigaciones de Bosques Tropicales y de ONG locales e internacionales. Seg¨²n ha constatado EL PA?S, la moda espa?ola tampoco se salva.

El viaje desde el terreno hasta el armario empieza en el territorio de la etnia dayak, en la provincia de Kalimantan Norte, en Borneo. La isla conserva la selva m¨¢s antigua del planeta, de 130 millones de a?os; tiene la especie de ¨¢rbol tropical m¨¢s alto del mundo (Shorea faguetiana), equivalente a un edificio de 26 plantas; y alberga turberas, un tipo de humedales cuyos suelos org¨¢nicos almacenan el doble de carbono que toda la vegetaci¨®n del globo.

El bosque ancestral es un runr¨²n de simios, p¨¢jaros e insectos vital para el clima y la biodiversidad. Pero all¨ª donde los bulldozers est¨¢n drenando las turberas y arrasando los ¨¢rboles para establecer plantaciones industriales de eucaliptos y acacias, solo hay silencio.

La viscosa, como el papel, es una fibra procedente de la celulosa y fue desarrollada hace un siglo. Para producirla, se somete la madera a un agresivo tratamiento qu¨ªmico para obtener una pasta. Plantas especializadas convierten esta masa en fibras de viscosa que, a su vez, otras empresas transforman en productos como ropa, toallitas desmaquillantes y mascarillas. La viscosa es la tercera fibra m¨¢s usada del mundo, despu¨¦s del poli¨¦ster y el algod¨®n.

¡°No podemos seguir talando ¨¢rboles de 400 a?os y drenando turberas para hacer calzoncillos y camisetas¡±, sostiene Nicole Rycroft, fundadora de la ONG canadiense Canopy Planet, que promueve cadenas de suministro sostenibles. La organizaci¨®n estima que, cada a?o, se cortan 200 millones de ¨¢rboles para satisfacer la demanda de fibras del sector de la moda; a menudo, cortando bosques ancestrales para establecer monocultivos de eucaliptus y acacia, dos especies de crecimiento r¨¢pido que se utilizan como fuente de celulosa.

Mientras tanto, en la Amazonia brasile?a, un lugare?o convierte una parcela de bosque tropical primario en pasto para su reba?o. Es ilegal, pero ¨¦l est¨¢ tranquilo. Sabe que vender¨¢ sus vacas a una granja regularizada que, a su vez, suministrar¨¢ los animales blanqueados a un matadero. Borradas las trazas del origen del ganado, puede empezar el periplo internacional. El matadero vender¨¢ las pieles a una tener¨ªa, y ¨¦sta ofrecer¨¢ el cuero a f¨¢bricas que producir¨¢n zapatos, bolsos e incluso asientos de veh¨ªculos para marcas norteamericanas y europeas.

La ganader¨ªa comercial es la primera causa de deforestaci¨®n de la Amazon¨ªa, el mayor bosque tropical del mundo, y la industria del cuero es una pieza importante del engranaje productivo. Solo el sector de la moda necesitar¨¢ 430 millones de vacas anuales para satisfacer la demanda global hasta 2025.

Hasta el 80% de la huella de carbono de las empresas de la moda depende de c¨®mo y d¨®nde obtienen la materia prima y c¨®mo manufacturan los productos, apunta Rycroft.

¡°No es suficiente tener f¨¢bricas limpias¡±, remarca la directora de campa?as de Changing Markets, Nu?a Urbancic. ¡°Las marcas tienen la responsabilidad de conocer el origen de sus materias primas, pero muchas ni lo intentan¡±. Urbancic se refiere a la viscosa para el sector de la moda, aunque lo mismo puede aplicarse al cuero.

Seg¨²n un informe de WWF de 2021, Europa es responsable del 16% de la deforestaci¨®n tropical, solo por detr¨¢s de China, y Espa?a es el Estado de la Uni¨®n Europea (UE) con m¨¢s deforestaci¨®n importada despu¨¦s de Alemania e Italia. Adem¨¢s, Espa?a es un l¨ªder mundial en moda r¨¢pida, aunque las materias primas insostenibles tambi¨¦n se usan en las marcas de lujo.

Por ello, la Comisi¨®n Europea (CE) est¨¢ elaborando un arsenal de iniciativas, estrategias y regulaciones para reducir la huella ecol¨®gica de las empresas y consumidores europeos en el mundo, y para cumplir sus compromisos en materia de clima y biodiversidad.

Entre las m¨¢s relevantes est¨¢n el reglamento contra la deforestaci¨®n importada, pendiente de aprobaci¨®n por la Euroc¨¢mara y el Consejo de Europa; la Iniciativa sobre Productos Sostenibles, la de Diligencia Debida para empresas y la Estrategia para los Textiles Sostenibles, que ver¨¢ la luz a principios de 2022. Este 2021, Espa?a y otros diez pa¨ªses escribieron a la CE para pedir una estrategia ambiciosa, indicando que, ¡°de media, un ciudadano de la UE compra un 60% m¨¢s de ropa que hace 15 a?os y la conserva la mitad de tiempo¡±.

Europa podr¨ªa convertirse en la potencia con la legislaci¨®n m¨¢s avanzada del mundo en la materia. ¡°Lo que nos preocupa ahora es que las nuevas normas europeas flojeen y acaben, o bien legitimando pr¨¢cticas insostenibles, o permitiendo que se cuelen por la puerta de atr¨¢s¡±, se?ala Emily Macintosh, experta en textil del European Environmental Bureau (EBB). El EBB es la mayor red europea de ONG medioambientales y trabaja para influenciar las pol¨ªticas comunes desde Bruselas.

Para comprender de qu¨¦ depende la efectividad de las medidas hay que regresar a la selva y seguir a dos grupos empresariales: dos proveedores que est¨¢n exponiendo al consumidor espa?ol a un alto riesgo de vestir y calzar, inadvertidamente, productos hechos a costa de los ¨²ltimos bosques tropicales intactos del planeta.

Kalimant¨¢n - Madrid - Nueva York

El tit¨¢n global de la viscosa Royal Golden Eagle (RGE), domiciliado en Singapur, controla diversos eslabones de la cadena de suministro en Asia y Am¨¦rica: su subsidiaria APRIL, por ejemplo, produce pulpa de madera en Indonesia y la vende a su empresa hermana, Sateri, cuyas factor¨ªas chinas la transforman en fibras de viscosa.

En 2015, RGE y APRIL se comprometieron a frenar la producci¨®n de pulpa a partir de bosques naturales y turberas, despu¨¦s de a?os de notorio descalabro ambiental y conflicto con las comunidades. Hasta el d¨ªa de hoy, y a pesar de las acusaciones de ONG locales, sostienen que mantuvieron su promesa. Pero el trabajo del f¨ªsico Edward Boyda ¨Cque ense?¨® al ordenador cu¨¢ntico de la NASA a contar cada ¨¢rbol de California a partir de im¨¢genes de sat¨¦lite¨C cuenta otra historia.

NBC News, que como Planeta Futuro/ELPA?S integra la Red de Investigaciones sobre Bosques Tropicales, encarg¨® a Boyda, cofundador del grupo de estudios ambientales Earthrise, que analizase la deforestaci¨®n en Kalimantan Norte. La zona demarcada abarca siete concesiones que suministran madera a APRIL.

Utilizando im¨¢genes de la NASA y de sat¨¦lites comerciales, el experto concluy¨® que se hab¨ªan talado, por lo menos, 7.700 hect¨¢reas de bosque natural desde 2015. Las comunidades dayak relatan que se han quedado sin caza, y que las inundaciones y los incendios son m¨¢s frecuentes. Y APRIL tiene planes de expansi¨®n.

La tala infringe el compromiso de RGE y APRIL pero, en Indonesia, es legal; por lo menos, la fracci¨®n que tiene lugar dentro de las concesiones. La viscosa resultante acaba en f¨¢bricas de todo el mundo que han producido ropa para marcas como la sueca H&M y la espa?ola Desigual, presente en 150 pa¨ªses. As¨ª lo han declarado las propias compa?¨ªas en los informes de la ONG Changing Markets sobre moda y viscosa; el m¨¢s reciente, de diciembre de 2020.

En respuestas a EL PA?S/Planeta Futuro por correo electr¨®nico, la directora de Producto de Desigual, Clara Delmuns, indica que han dejado de trabajar con proveedores que obtienen su viscosa de Sateri. ¡°Hemos reaccionado r¨¢pido y los cambios se ver¨¢n reflejados en nuestras colecciones de 2023¡å, se?ala la portavoz. ¡°Nos aprovisionamos con antelaci¨®n, de modo que los compromisos necesitan tiempo para convertirse en resultados tangibles¡±.

¡°Las cadenas de suministro de la moda son muy complejas y tienen muchos actores que no siempre son f¨¢ciles de trazar y auditar¡±, a?ade Delmuns, e indica que est¨¢n realizando una prueba piloto con tecnolog¨ªa blockchain para trazar las materias primas hasta su origen.

Changing Markets hace un ranking anual de empresas de la moda en funci¨®n de su transparencia, y en este contexto Desigual revel¨® su lista de proveedores de viscosa. Pero esto es solo la punta del iceberg.

?D¨®nde acaba el resto de la producci¨®n de fabricantes como Sateri? ?En qu¨¦ blusas con etiqueta de papel reciclado, en qu¨¦ chaquetas ¡°respetuosas con el medio ambiente¡±? ?En qu¨¦ toallitas de usar y tirar ¡°biodegradables¡±? No lo sabe el consumidor. No lo saben las autoridades aduaneras. No lo saben los gobiernos europeos. Y a menudo, no lo saben ni las propias empresas.

Legal, pero insostenible

Indonesia ha perdido 13 millones de hect¨¢reas de bosque tropical en los ¨²ltimos 20 a?os, un ¨¢rea del tama?o de Grecia, seg¨²n la ONG Auriga y otros grupos ambientales indonesios. Buena parte de las tierras se han convertido en plantaciones de aceite de palma y caf¨¦, pero no son estos cultivos los que le quitan ahora el sue?o al director de Auriga, Timer Manurung.

Seg¨²n Manurung, las concesiones para pulpa de madera todav¨ªa contienen 2,8 millones de hect¨¢reas de bosque tropical, y varias pertenecen a algunas de las personas m¨¢s influyentes de Indonesia: por ejemplo, la familia Tanoto, propietaria del ya mencionado imperio de la viscosa y el aceite de palma RGE, y el tit¨¢n de la banca y el tabaco Robert Budi Hartono, el hombre m¨¢s rico de este pa¨ªs de 273 millones de habitantes. Por ley, pueden talar todo lo que est¨¦ dentro de su concesi¨®n, incluyendo el bosque natural.

¡°De cara a los pr¨®ximos a?os, lo que m¨¢s me preocupa es la deforestaci¨®n legal y las concesiones de pulpa de madera, porque les resulta sencillo obtener permisos del Gobierno¡±, explica Manurung, que ha participado en estudios de calado sobre los impactos ambientales y sociales del sector.

Mientras, la demanda de fibras celul¨®sicas en Europa podr¨ªa aumentar de forma significativa. La viscosa y el celof¨¢n, que tambi¨¦n procede de la pulpa de madera, est¨¢n emergiendo como sustitutos del pl¨¢stico de un solo uso en productos como toallitas h¨²medas y envoltorios. En cuanto a ropa, solo un 10% de las 250 marcas analizadas en el ?ndice de Transparencia de la Moda 2021, de la ONG Fashion Revolution, tiene compromisos concretos sobre deforestaci¨®n cero. Y menos todav¨ªa verifican la puesta en pr¨¢ctica de sus pol¨ªticas a lo largo de las cadenas de suministros.

¡°Las firmas ponen un gran ¨¦nfasis en la sostenibilidad de los envases, pero no de las prendas¡±, observa Delphine Williot, coordinadora de Pol¨ªticas e Investigaci¨®n de la entidad. La experta lo atribuye a lo siguiente: ¡°Las compa?¨ªas act¨²an para proteger su reputaci¨®n, pero pocos consumidores conocen el v¨ªnculo entre viscosa, madera y destrucci¨®n de bosques; relacionan la deforestaci¨®n con alimentos como la soja, pero no con la ropa¡±. O sea, los compradores no van a pedir cuentas a una empresa por un da?o que no saben que est¨¢ cometiendo.

Las ONG entrevistadas coinciden en que la autorregulaci¨®n del sector es bienvenida, pero insuficiente. Lo que hace falta, dicen, son leyes. Normas que proh¨ªban la entrada de fibras causantes de deforestaci¨®n al mercado ¨²nico de la UE, con 450 millones de personas; que establezcan diligencia debida obligatoria, verificaciones independientes y una combinaci¨®n de sanciones y de incentivos para las alternativas sostenibles.

¡°Incluso los tejidos que, en principio, son m¨¢s respetuosos con el medio ambiente pueden producirse de formas muy destructivas, y no podemos seguir esperando a que las empresas eliminen la deforestaci¨®n y la poluci¨®n de su negocio de forma voluntaria¡±, remarca Urbancic, de Changing Markets.

¡°La UE deber¨ªa incluir la viscosa en su nuevo reglamento contra la deforestaci¨®n importada¡±, pide Urbancic en referencia al texto propuesto este noviembre por la Comisi¨®n Europea, que busca frenar la entrada de soja, ternera, aceite de palma, cacao y caf¨¦ conectados a la destrucci¨®n de bosques. La norma incluye derivados como el cuero y la pulpa de madera, pero no productos finales como un bolso o fibras de viscosa y modal. ¡°Europa tambi¨¦n deber¨ªa obligar al sector de la moda a ser m¨¢s transparente para que ninguna marca pueda seguir escondi¨¦ndose detr¨¢s de opacas cadenas de suministro¡±, a?ade Urbancic.

Cuero: de la Amazon¨ªa a la estanter¨ªa

Brasil tiene el mayor n¨²mero de cabezas de ganado del mundo (215 millones) y exporta el 80% de su cuero bovino. La carne se destina al consumo humano, pero la piel aumenta la rentabilidad del negocio, de modo que es m¨¢s que un simple subproducto.

The New York Times, que tambi¨¦n integra la Red de Investigaciones sobre Bosques Tropicales, document¨® este noviembre c¨®mo las pieles de granjas ilegales en la Amazon¨ªa llegan a mataderos de los tres mayores envasadores de carne de Brasil ¨CJBS, Marfrig y Minerva¨C y, luego, a diversas tener¨ªas. La mayor¨ªa de las pieles de Marfrig son procesadas por Vancouros y Viposa, uno de los diez mayores exportadores de cuero del Brasil. Dichas observaciones se suman a a?os de informes de ONG internacionales. Este 2021, por ejemplo, Rainforest Foundation Norway indic¨® que Viposa ¡°no tiene ninguna estrategia para rastrear el origen de su cuero¡±, y estim¨® que podr¨ªa estar conectada a la desaparici¨®n de m¨¢s de 126.000 hect¨¢reas de vegetaci¨®n nativa en Brasil entre agosto de 2018 y julio de 2020.

Y las pieles de Viposa llegan a Espa?a.

M¨¢s de 100 marcas de moda podr¨ªan estar contribuyendo a la destrucci¨®n de la Amazon¨ªa por sus conexiones con estas y otras empresas, seg¨²n un estudio publicado este noviembre por la ONG ambiental Stand.Earth, dedicada a investigar cadenas de suministro y que analiz¨® 500.000 hileras de datos de aduanas para el informe. Entre las compa?¨ªas que considera expuestas a un mayor riesgo de deforestaci¨®n est¨¢n Adidas, H&M, Clarks, Geox, Guess, LVMH y Prada, adem¨¢s de las espa?olas Camper y Zara.

En respuestas a EL PA?S/Planeta futuro por correo electr¨®nico, la marca de calzado Camper confirma que trabaja con el fabricante de zapatos Stella Footwear y con la tener¨ªa Isa Tantec que, ¡°entre otras¡±, compra pieles a Viposa. Las tres entidades figuran en el informe de Stand.Earth como vinculadas a la deforestaci¨®n.

Camper asegura que solo trabaja con granjas fuera del bioma amaz¨®nico y muestra un documento emitido por Viposa del 29 de noviembre de 2021: ¡°Declaramos que todas nuestras plantas cumplen con las regulaciones sociales y ambientales del pa¨ªs [Brasil], y que todos los cueros que compramos son de proveedores que cumplen con estas regulaciones¡±.

Viposa tambi¨¦n dice contar con la Certificaci¨®n de Oro del Leather Working Group (LWG o Grupo de Trabajo sobre el Cuero), un compromiso voluntario de trazabilidad del sector. Por su parte, la p¨¢gina web de Camper indica que pertenece a este mismo grupo y no utiliza ¡°cueros procedentes de Brasil que contribuyen a la deforestaci¨®n del bioma amaz¨®nico¡±. Sin embargo, el Grupo de Trabajo sobre el Cuero solo traza el material hasta los mataderos, no hasta los ranchos ¨Clegales o ilegales¨C donde nacen y se cr¨ªan las vacas.

¡°Asumir que una certificaci¨®n del LWG zanja el problema de la tala de bosques es un craso error¡±, alerta el investigador de Stand.Earth, Greg Higgs. ¡°Por ejemplo, todas las tener¨ªas JBS tienen la insignia de oro, a pesar de que sus lazos con la deforestaci¨®n est¨¢n extremadamente bien documentados¡±.

El sector del cuero no cuenta con un mecanismo de certificaci¨®n independiente, a diferencia de la madera. Por ello, los expertos sostienen que una empresa de moda solo puede garantizar sus compromisos ¨Cen este caso, cero deforestaci¨®n¨C si conoce el origen del ganado desde su nacimiento. ¡°Un tercio de las empresas que revisamos tiene alg¨²n tipo de pol¨ªtica sobre deforestaci¨®n en sus cadenas de suministro, pero esta contin¨²a¡±, explica Higgs. ¡°No se trata solo de tener pol¨ªticas, sino de implementarlas¡±.

Camper, con tiendas en 40 pa¨ªses, se?ala que est¨¢ en contacto con los autores del informe: ¡°Si detect¨¢ramos alguna desviaci¨®n de nuestro c¨®digo de conducta o estrategia Medio Ambiental, Social y de Gobernanza, dejar¨ªamos de trabajar con ellos [los proveedores implicados] inmediatamente¡±.

Tambi¨¦n recalca que est¨¢n trabajando para mejorar la transparencia y la trazabilidad. Seg¨²n explica, en 2019 dieron a conocer las f¨¢bricas con las que colaboran y prev¨¦n publicar las tener¨ªas. Asimismo, est¨¢n realizando una prueba piloto con ID Factory para mejorar el seguimiento de la cadena de suministro. ¡°Las tecnolog¨ªas blockchain y QR ser¨¢n fundamentales para tener una trazabilidad completa, segura e instant¨¢nea de cada uno de los cueros, desde la granja hasta el producto acabado¡±, sostiene Camper.

El caso de Inditex

Inditex, entre cuyas marcas est¨¢ Zara, encabeza diversas iniciativas para una viscosa m¨¢s sostenible. Pero seg¨²n Stand.Earth, el grupo no ha dado a conocer pol¨ªticas concretas para eliminar la deforestaci¨®n de su cadena de suministro de cuero, y mantiene m¨²ltiples conexiones con JBS y Viposa. El coloso JBS se autodefine como el mayor procesador de cuero del mundo y se ha comprometido a cesar la deforestaci¨®n, pero solo a partir de 2035.

En respuestas a EL PA?S por correo electr¨®nico, Inditex evita comentar los resultados del informe de Stand.Earth y los presuntos v¨ªnculos de Zara con estos proveedores brasile?os. ¡°Estamos ampliando el alcance de nuestras herramientas de trazabilidad para asegurar el cumplimiento de los est¨¢ndares, y somos miembros de iniciativas como Leather Working Group y Textile Exchange junto a otros agentes de la industria¡±, responde la empresa, y apunta que el cuero y la piel representan menos del 2% de su materia prima. ¡°Este impulso a la trazabilidad es clave para la protecci¨®n de los bosques primarios o amenazados¡±, a?ade la compa?¨ªa.

El Leather Working Group, insisten las ONG, no certifica que una empresa est¨¦ libre de deforestaci¨®n. En cualquier caso, si las marcas no publican sus proveedores, ni sus compromisos ni sus progresos, ?c¨®mo pueden rendir cuentas?, se preguntan.

El turno de los ciudadanos...

La trazabilidad y la transparencia son importantes porque permiten a los consumidores y a las ONG identificar malas pr¨¢cticas corporativas, pero no son la soluci¨®n definitiva. ¡°Podemos seguir usando la madera como fuente de celulosa, y por lo tanto viscosa, y seguir pendientes de que no se produce a costa de ecosistemas vitales, o podemos sustituirla por otras materias primas¡±, dice Rycroft, de Canopy Planet. Por ejemplo, se pueden utilizar las toneladas de ropa de algod¨®n y viscosa usadas que hoy en d¨ªa acaban en vertedero, residuos agr¨ªcolas que ahora se incineran, e incluso microorganismos productores de celulosa.

Suecia, por ejemplo, ya est¨¢ construyendo la primera f¨¢brica de pulpa de disoluci¨®n del mundo que solo utilizar¨¢ deshechos textiles como insumo. Este es un ejemplo de la econom¨ªa circular, o sin residuos, hacia la que apuntan los expertos y el Pacto Verde Europeo. ¡°Para 2030, la mitad de la viscosa del mundo deber¨ªa proceder de estos insumos alternativos¡±, detalla Rycroft, quien llama a la UE a incentivar esta y otras soluciones de nueva generaci¨®n; unas soluciones que tambi¨¦n pasan por producir menos.

?Y qu¨¦ pueden hacer las personas, como consumidoras y como ciudadanas? Los expertos coinciden en tres acciones concretas: recordar que ¡°la ropa m¨¢s sostenible, es la que ya tenemos en el armario¡±, en palabras de Macintosh, del European Environmental Bureau; preguntar a las marcas por el origen de sus materias primas en foros p¨²blicos como las redes sociales; y exigir a la UE y a los respectivos gobiernos que elaboren legislaciones fuertes para acabar con la deforestaci¨®n vinculada a la viscosa y a los productos con cuero importado.

... y el de los legisladores

En respuestas a EL PA?S por correo electr¨®nico, un portavoz del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico (Miteco) se ha referido al reglamento europeo sobre deforestaci¨®n importada, se?alando que est¨¢ coordinando un grupo de trabajo interministerial para trabajar el texto propuesto.

La Comisi¨®n Europea (CE) plantea regular las importaciones de pulpa de madera, pero no de viscosa, que podr¨ªa seguir entrando, aunque contribuya a la destrucci¨®n de selvas de 130 millones de a?os como las de Borneo. ¡°La viscosa no est¨¢ entre los productos listados, pero podr¨ªa incluirse en la tramitaci¨®n si se considera necesario¡±, responde el Miteco.

EL PA?S pregunt¨® a la CE si prev¨¦ adoptar medidas, y cu¨¢les, para evitar las importaciones de viscosa causante de deforestaci¨®n tropical. ¡°La Iniciativa Europea para los Textiles Sostenibles no impondr¨¢ los est¨¢ndares de la UE a la viscosa importada¡±, avanz¨® la portavoz de la Comisi¨®n para El Pacto Verde Europeo, Vivian Loonela, por correo electr¨®nico. ¡°La futura Iniciativa de Productos Sostenibles s¨ª establecer¨¢ requisitos m¨ªnimos para ciertos productos, incluyendo los tejidos¡±, a?adi¨®, sin ofrecer m¨¢s detalles. El sector de la moda necesitar¨¢ un 35% m¨¢s de tierras para 2030: en total 115 millones de hect¨¢reas adicionales para producir ganado, fibras celul¨®sicas y algod¨®n, seg¨²n Global Fashion Agenda, un foro global para la moda sostenible radicado en Dinamarca.

¡°La industria de la moda mueve billones de euros en todo el mundo¡±, dice el investigador de Stand.Earth Greg Higgs. ¡°Creemos que con esta cantidad de dinero, y sumando fuerzas, pueden desarrollar soluciones creativas para acabar con la deforestaci¨®n de una vez por todas¡±.

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