La tecnolog¨ªa ochentera ayuda a urbanizar ?frica
La poblaci¨®n en el continente aumenta con rapidez y no hay casas para todos. Para solucionar la escasez de vivienda en pa¨ªses como Kenia o Nigeria, una empresa ha recuperado y adaptado una t¨¦cnica arquitect¨®nica desarrollada hace m¨¢s de tres d¨¦cadas que combina rapidez y sostenibilidad
El transbordador espacial, los trenes de alta velocidad y los tel¨¦fonos inteligentes son la muestra de que el ser humano aspira constantemente a la eficiencia. Hace 35 a?os naci¨® un sistema de construcci¨®n eficiente, r¨¢pido, seguro, s¨®lido, rentable, innovador, resistente a los terremotos y con aislamiento t¨¦rmico llamado Tecnolog¨ªa Emmedue (M2). Esta idea provino de Angelo Candiracci. Este era un ingeniero italiano contratado por el Gobierno de Arabia Saud¨ª en los a?os ochenta. Candiracci necesitaba una soluci¨®n para levantar edificios m¨¢s deprisa, sin que por ello dejaran de ser de primera calidad en un contexto complicado: en pleno desierto, el calor de d¨ªa era extremo; las noches, muy fr¨ªas, y las carreteras no se encontraban en buen estado, por lo que le costaba recibir cemento y otros materiales necesarios.
Actualmente, el sistema Emmedue est¨¢ dejando su huella en todo el mundo. Su elemento b¨¢sico es un panel modular no prefabricado, sino formado por dos mallas de alambre de acero electrosoldadas y unidas entre s¨ª mediante conectores. Entre ambas se intercala una plancha de espuma de poliestireno de la forma conveniente.
En Kenia, CMAX Holdings Limited empez¨® a introducir esta tecnolog¨ªa hace cinco a?os, cuando se plante¨® la necesidad de sustituir la piedra y el ladrillo debido a que no son materiales respetuosos con el medio ambiente: necesitan grandes canteras, y en el caso de los ladrillos, hay que talar ¨¢rboles para obtener la energ¨ªa para cocerlos.
El material en cuesti¨®n tiene m¨²ltiples propiedades. Alberto Soprani, director de CMAX, destaca, por ejemplo, que los paneles est¨¢n hechos de poliestireno expandido autoextinguible, resistente al fuego. ¡°Soy constructor y esta tecnolog¨ªa me parece incre¨ªble. La he utilizado en Asia, alguna vez en Europa y ahora en ?frica. Los edificios son extraordinariamente s¨®lidos y resisten los ciclones y los terremotos m¨¢s violentos. Las paredes no dejan pasar el ruido; las viviendas son silenciosas, no se oye a los vecinos¡±, explica.
Soprani asegura que les cost¨® unos cuantos a?os establecerse, pero que ahora la f¨¢brica trabaja a pleno rendimiento. De momento, la demanda supera su capacidad de suministro, as¨ª que ha tenido que rechazar algunos encargos. ¡°Les decimos que vuelvan a intentarlo dentro de dos meses, lo cual no es muy bueno si uno quiere hacerse una casa. No nos gusta que la gente espere si quiere edificar inmediatamente, cosa comprensible¡±, lamenta.
CMAX ha trabajado en las ciudades de Garissa, Wajir, Mombasa, Diani, Kisumu, Siaya, y en toda Kenia. El ingeniero explica que la tecnolog¨ªa se ha propagado como un virus, algo que solo puede ocurrir cuando la innovaci¨®n es de calidad. Con esta t¨¦cnica se han levantado edificios en muchos pa¨ªses, como Italia, M¨¦xico, Angola, Egipto, Nigeria y Kenia. En ?frica hay 20 f¨¢bricas, mientras que el Sistema Avanzado de Construcci¨®n Emmedue proporciona a todas las empresas africanas las m¨¢quinas originales para efectuar las obras. Seg¨²n Soprani, Nairobi es un caso especial, ya que all¨ª est¨¢ la sede del Centro de Investigaci¨®n y Desarrollo para todo el continente. ¡°En Nairobi investigamos la maquinaria, la probamos y hacemos mejoras. Tambi¨¦n fabricamos los repuestos para abastecer a ?frica. Somos un centro de excelencia a nivel continental¡±, declara.
En estos momentos tienen entre manos el mayor centro comercial de ?frica, el Business Bay, en el barrio keniano de Eastleigh. Tambi¨¦n acaban de finalizar el cine Imax en el centro Comercial Two Rivers, en Nairobi. ¡°Hemos erigido la residencia de estudiantes Qwetu de la Universidad de Strathmore y en solo nueve meses hemos acabado 850 apartamentos para la polic¨ªa. Probablemente, sea un r¨¦cord en Kenia. Estamos levantando un gran hospital en Migunguu, en la provincia de Meru. Nuestra tecnolog¨ªa se adapta a cualquier tipo de edificio¡±, asegura el constructor.
Al principio, este sistema no tuvo aceptaci¨®n en Kenia. Se dec¨ªa que los paneles eran demasiado grandes y no parec¨ªan lo bastante s¨®lidos. La empresa tuvo que convencer con hechos. ¡°Cuando empezamos a acometer obras de edificios con nuestro sistema, la gente empez¨® a preguntar por tecnolog¨ªas r¨¢pidas y la informaci¨®n corri¨® de boca en boca. Esta es la verdadera prueba para cualquier t¨¦cnica: si es buena, se hablar¨¢ de ella. Estoy muy contento con el progreso¡±, celebra Soprani.
La construcci¨®n siempre ha sido fuente de estr¨¦s. ¡°Esta t¨¦cnica lo elimina en parte al reducir el tiempo y el material de manera significativa, en un 15%, un 30% o un 35%. Podemos levantar hasta cinco plantas sin las tradicionales vigas y columnas. En seis meses tienes un edificio de apartamentos de cinco pisos, mientras que con el sistema tradicional se tarda m¨¢s o menos un a?o. Un inversor se ahorra mucho dinero al poder alquilarlos antes¡±, se?ala Soprani.
La rapidez es tambi¨¦n el principal inconveniente de este sistema, porque el precio es mayor. Soprani dice que muchas personas est¨¢n acostumbradas a tardar unos dos a?os en concluir una vivienda, con lo que el coste se reparte a lo largo de los a?os. ¡°Con nuestra tecnolog¨ªa ¨Cexplica¨C eso ya no se puede hacer. Se paga al contado¡±.
Cuando se edifica a la manera tradicional, los precios aumentan cada a?o. Se empieza con un coste de cinco chelines kenianos y se acaba con 15, asegura Soprani, y a?ade: ¡°Este sistema exige que acabemos el edificio m¨¢s deprisa, as¨ª que hay que disponer del dinero cuanto antes. Si quieres tener tu hogar r¨¢pidamente, tienes que pagarlo r¨¢pidamente¡±.
El Banco Mundial considera que, de aqu¨ª a 2030, 3.000 millones de personas, el equivalente a un 40% de la poblaci¨®n mundial, necesitar¨¢n una casa nueva
CMAX forma a j¨®venes y los cualifica para utilizar su sistema. Tambi¨¦n da formaci¨®n en empresas y a todos los que quieran trabajar en el sector, y ha creado as¨ª entre 4.000 y 5.000 nuevos puestos de trabajo en el campo. ¡°Ahora la gente sabe, y muy pronto podr¨¢ hacerse su propia casa. Tambi¨¦n tenemos ingenieros disponibles que ponemos en contacto con posibles clientes que est¨¢n interesados¡±, informa el ejecutivo.
La f¨¢brica est¨¢ totalmente automatizada y emplea a unos 30 ingenieros. Las m¨¢quinas son de alta calidad y se controlan por ordenador. Soprani afirma que trabajan con profesionales kenianos porque son ¡°realmente buenos¡±, califica. ¡°La nuestra es una tecnolog¨ªa perfeccionista, todo tiene que hacerse al m¨ªnimo detalle¡±.
El futuro de CMAX es ilimitado, vaticina el constructor, porque en ?frica hay una enorme escasez de viviendas mientras se estima que el continente va a multiplicar su poblaci¨®n en los pr¨®ximos 25 a?os y Kenia, en concreto, la va a duplicar. ¡°Actualmente, ya faltan much¨ªsimos alojamientos en todo el continente. Creo que en Kenia falta un mill¨®n¡±, calcula.
El Banco Mundial considera que, de aqu¨ª a 2030, 3.000 millones de personas, el equivalente a un 40% de la poblaci¨®n mundial, necesitar¨¢n una casa nueva. En Kenia, la escasez se estima en dos millones de unidades, mientras que algunos estudios calculan que Nigeria necesita 17 millones, aunque el Gobierno de este pa¨ªs lo niega.
¡°Tenemos que trabajar deprisa. En la construcci¨®n no hay atajos. Hace falta una calidad de primera para cubrir estas necesidades¡±, reflexiona Soprani. ¡°He tenido conversaciones con el Gobierno de Ruanda y necesitan 30.000 nuevos hogares al a?o, pero con la tecnolog¨ªa tradicional solo se puede llegar a 1.000. Esto significa un d¨¦ficit anual de 29.000. La presi¨®n es cada vez mayor y se est¨¢n desesperando¡±.
Lo que CMAX pueda hacer se ve condicionado por la oferta y la demanda. ¡°Podemos cubrir el 3% de las necesidades de alojamiento. Tambi¨¦n hemos estado estudiando c¨®mo mejorar los barrios marginales con las ONG y las instituciones educativas. Es muy importante, pero no podemos sustituir la idea de la vivienda barata, que tiene que estar siempre presente. Debe ser econ¨®mica, digna, planificada, higi¨¦nica y segura¡±, afirma el t¨¦cnico.
Soprani cree que la gente necesita un techo para vivir una vida digna. ¡°Es una necesidad b¨¢sica, como el alimento; y con una demanda tan enorme como la que hay en ?frica, depende de tecnolog¨ªas como las nuestras asegurar que todo sea m¨¢s eficiente y de f¨¢cil acceso¡±, concluye.
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