Clarisa Ramos, exiliada filipina: ¡°Mis hijos me dijeron que prefer¨ªan verme lejos con vida, que de vuelta en un ata¨²d¡±
Dos activistas del pa¨ªs asi¨¢tico viven asiladas en B¨¦lgica y Alemania, pero contin¨²an denunciando las vulneraciones de los derechos humanos en su pa¨ªs, gobernado por la mano dura de Rodrigo Duterte. De visita en Espa?a, alertan del peligro de que la hija del mandatario contin¨²e su guerra ¡®antiterrorista¡¯

Clarisa Ramos quiere volver a Filipinas, pero no puede. Es refugiada pol¨ªtica en B¨¦lgica desde julio de 2020. Sali¨® de su pa¨ªs en febrero de ese mismo a?o para denunciar ante las autoridades europeas el asesinato de su marid,o Atty Ben Ramos Jr., abogado defensor de los derechos humanos. Debido a las acusaciones que Ramos present¨® ante el Parlamento europeo, en las que se?alaba al Estado filipino de estar detr¨¢s del asesinato, y la ley que califica a cualquier persona o acto en contra del Gobierno de terrorista, Ramos vio imposible su regreso. Actualmente, es la coordinadora en Europa de la Coalici¨®n Internacional por los Derechos Humanos en Filipinas (ICHRP, por sus siglas en ingl¨¦s).
¡°Me llev¨® muchos d¨ªas tomar la decisi¨®n de aceptar el asilo, porque era dejar a mis dos hijos all¨ª y todo el trabajo con las comunidades. Pero mis hijos me dijeron que prefer¨ªan verme lejos con vida, que de vuelta en un ata¨²d. Con la muerte de su padre ya era suficiente¡±. Aunque le cost¨® aceptar su exilio, asumi¨® que su papel ahora desde Bruselas es el de visibilizar y denunciar las vulneraciones de los derechos humanos de la poblaci¨®n filipina por parte del Gobierno de Rodrigo Duterte, que asumi¨® el cargo en 2016. ¡°Es duro, pero tengo que hacer mi parte desde aqu¨ª. No puedo callar sabiendo que muchas personas est¨¢n siendo encarceladas o asesinadas. As¨ª que decid¨ª continuar con mi campa?a para buscar justicia con la ayuda de mis compatriotas y de las organizaciones con sede en Europa. Desde el silencio no se hace nada¡±.
La defensora afirma que es complicado explicar en Europa lo que ocurre en su pa¨ªs, un conjunto de islas que se conocen m¨¢s por sus maravillosas playas y paisajes que por las m¨¢s de 30.000 ejecuciones extrajudiciales, los miles de detenciones ilegales, el casi medio mill¨®n de desplazamientos forzados y los m¨¢s de 700 prisioneros pol¨ªticos desde 2016, seg¨²n Karapatan, una alianza nacional de organizaciones que trabaja por la promoci¨®n y protecci¨®n de los derechos humanos en Filipinas.
Mis hijos me dijeron que prefer¨ªan verme lejos con vida, que de vuelta en un ata¨²d
¡°El n¨²mero de muertes con Duterte es mucho mayor de las que hubo durante la dictadura de Ferdinand Marcos. Adem¨¢s, el red-tagging, fen¨®meno por el que se acusa y estigmatiza a cualquier persona de comunista y terrorista, sirve para justificar la ley antiterrorista y sus asesinatos. Toda persona que moleste, es decir, que defienda los derechos humanos y est¨¦ en contra del Gobierno, autom¨¢ticamente es enemiga¡±, destaca Ramos, enfermera de formaci¨®n que trabaj¨® durante 27 a?os junto a su marido en una peque?a ONG en la isla de Negros, en la defensa de la reforma agraria y el derecho a la tierra.
Ahora, desde el ICHRP en Europa y sus organizaciones aliadas, los filipinos en el exilio trabajan colectivamente para ser escuchados en las instituciones y organismos internacionales. Recientemente, han conseguido que se presente una resoluci¨®n en el Parlamento europeo sobre el deterioro de la situaci¨®n de derechos humanos en Filipinas, mostrando tambi¨¦n las cifras de 146 personas defensoras y al menos 22 periodistas asesinados durante el mandato de Duterte. Igualmente, tambi¨¦n se aprob¨® otra resoluci¨®n en el Parlamento de Catalu?a y una proposici¨®n no de ley en el Congreso de los Diputados de Espa?a. Para ejercer esta presi¨®n, elaboran informes de investigaci¨®n e intervienen en las sesiones plenarias de las instituciones, cuando es posible.
Uno de estos informes se llama Investigate PH y contiene pruebas de los abusos sistem¨¢ticos de derechos en el pa¨ªs. ¡°Sentimos que hemos tenido un impacto fuerte con nuestras acciones, pues la mayor¨ªa de las recomendaciones que damos se incluyen en las resoluciones¡±, clarifica Ramos. Adem¨¢s, tambi¨¦n han organizado una misi¨®n internacional de observaci¨®n (IOM) para vincular la represi¨®n de los derechos civiles y pol¨ªticos en las pr¨®ximas elecciones presidenciales del 9 de mayo.
Aunque en estos comicios Duterte no se puede presentar por mandato constitucional, s¨ª lo hace su hija Sara Duterte como vicepresidenta ¨Cen Filipinas se eligen por separado los cargos de presidencia y vicepresidencia¨C, dando apoyo al candidato que, por ahora, tiene m¨¢s opciones, Ferdinand (Bongbong) Marcos Jr., hijo del dictador Marcos. ¡°Si el t¨¢ndem Marcos-Duterte gana las elecciones ser¨ªa una cat¨¢strofe y el fin de la democracia¡±, opina Ramos. ¡°Estos clanes pol¨ªticos corruptos intensificar¨¢n las injusticias y los asesinatos de opositores y defensores de los derechos, y silenciar¨¢n a la mayor¨ªa pobre, inculcando y manteniendo las pol¨ªticas de mano dura anti-populares. Someter¨¢n a toda la poblaci¨®n a la pobreza extrema y a la opresi¨®n¡±.
La defensora afirma que hay en marcha un plan de manipulaci¨®n de los votos, con una gran desinformaci¨®n en las redes sociales, encuestas controladas y pagadas por el Gobierno y cargos de la Comisi¨®n de Elecciones y del Tribunal Supremo nombrados por el propio presidente. Desde Europa y como refugiada pol¨ªtica, Ramos no podr¨¢ votar.
Las vulneraciones de los derechos de las mujeres
El Informe PH tambi¨¦n pone de manifiesto las vulneraciones de los derechos de las mujeres, con 16 millones de mujeres filipinas econ¨®micamente inseguras. De esta situaci¨®n de desespero, muchas son las que aceptan trabajos como esclavas modernas en pa¨ªses extranjeros. ¡°Desprovistas de toda protecci¨®n legal por parte de su propio Gobierno, tienen que enfrentarse a diversas capas de discriminaci¨®n, violencia y abusos en sus pa¨ªses de acogida¡±, destaca el informe, que tambi¨¦n habla de los casos de violencia contra las mujeres denunciados y que est¨¢n en los niveles m¨¢s altos de la ¨²ltima d¨¦cada. Ya en 2019 alcanzaron un m¨¢ximo de 74 casos al d¨ªa. En el reporte tambi¨¦n se denuncia que muchas de estas violaciones y acoso sexual han sido llevados a cabo por la propia polic¨ªa, como justificaci¨®n de la campa?a de la guerra contra las drogas del Gobierno.

Elnora Held forma parte de Gabriela, alianza de 240 organizaciones fundada en 1984 con el objetivo de luchar por los derechos de las mujeres. En Europa se conform¨® en 2020 de la mano de Held, que tambi¨¦n es la presidenta y coordinadora desde Alemania, donde vive desde hace 38 a?os. ¡°Aqu¨ª vimos todos los problemas de las mujeres filipinas en la di¨¢spora, las p¨¦simas condiciones de trabajo, el racismo, la discriminaci¨®n y el tr¨¢fico de mujeres y ni?as¡±. La activista comenz¨® su trabajo cuando lleg¨® a Europa y se pregunt¨® por qu¨¦ era tratada como una persona de segunda, involucr¨¢ndose en campa?as contra la trata de mujeres. ¡°Muchas mujeres se ven obligadas a salir de Filipinas, aun sabiendo que est¨¢n expuestas a violencia, abuso y explotaci¨®n sexual. Y se arriesgan porque tienen que mantener a sus familias. Para ello, muchas trabajan en el ¨¢mbito dom¨¦stico y de los cuidados, en hogares donde las tratan como esclavas, con contratos abusivos y condiciones inhumanas¡±.
Held asegura que al gobierno de Filipinas este es un problema que no le interesa, ya que la cantidad de remesas que estas mujeres mandan a sus familias supone una cantidad importante de ingresos para el Estado, a trav¨¦s de los impuestos. Y, aunque de momento ella no est¨¢ etiquetada con el red-tagged, s¨ª lo est¨¢ la organizaci¨®n en Filipinas, con muchas de sus integrantes detenidas, acusadas con cargos falsos y asesinadas. Adem¨¢s, Gabriela tambi¨¦n es el ¨²nico partido pol¨ªtico sectorial de mujeres con representaci¨®n en el Congreso de Filipinas, que actualmente se enfrenta a la descalificaci¨®n por parte de la administraci¨®n para impedir su entrada en las elecciones de 2022.
Desde Gabriela y el ICHRP tambi¨¦n defienden los derechos del perseguido colectivo LGBTIQ+. En Filipinas, dice Ramos, han sido detenidas m¨¢s de mil personas por su orientaci¨®n sexual o identidad de g¨¦nero. ¡°Les obligan a besarse en p¨²blico para se?alarlas, como forma de humillaci¨®n¡±. Castigos que tambi¨¦n sufren las mujeres defensoras y lideresas sociales por parte de las autoridades, que les disparan en sus genitales, asegura Ramos.
Tanto Ramos como Held visitaron Espa?a durante la ¨²ltima semana de febrero, de la mano de una delegaci¨®n acompa?ada por la Associaci¨® Catalana per la Pau e International Action For Peace. Durante su visita en Barcelona pudieron exponer su caso y denunciar ante las instituciones p¨²blicas lo que ocurre en su pa¨ªs de origen. Otras de las personas que conformaron la visita tambi¨¦n est¨¢n vinculadas en la reactivaci¨®n de las negociaciones de paz entre el Gobierno y el Frente Democr¨¢tico Nacional de Filipinas, una alianza de organizaciones que representa al ilegalizado Partido Comunista de Filipinas y su brazo armado, Nuevo Ej¨¦rcito del Pueblo. Algunas de ellas no quisieron dar su testimonio p¨²blico por miedo a la represi¨®n de sus compa?eros en Filipinas.
Adem¨¢s, tambi¨¦n est¨¢ en marcha el Acuerdo Final de Bangasmoro, firmado en 2014 con el Frente Moro de Liberaci¨®n Isl¨¢mica. Un proceso del que todav¨ªa no se han visto los frutos de lo pactado.
La paz es lo que m¨¢s anhelan las defensoras. A Held le gustar¨ªa ver su pa¨ªs libre, sin opresi¨®n ni explotaci¨®n de recursos. Un pa¨ªs donde todas las personas puedan tener una vida digna y no tener que recurrir a las armas para luchar contra el Gobierno. Para Ramos, la esperanza est¨¢ en las generaciones futuras, algo que ha visto en sus propios hijos. ¡°Ellos me dicen que, si no puedo estar yo, al menos est¨¢n ellos para continuar la labor, y eso me hace feliz. Las semillas que su padre plant¨® est¨¢n ah¨ª. El sacrificio, tambi¨¦n¡±.
Y destaca que la paz que necesita el pa¨ªs es la que est¨¢ basada en la justicia, no la que dice el Gobierno. Un largo proceso donde el rol de la poblaci¨®n exiliada, refugiada y migrada filipina en Europa es el de educar a la comunidad sobre lo que ocurre. Como concluye Ramos: ¡°Sin paz no habr¨¢ soluci¨®n para Filipinas¡±.
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