Mindanao, para¨ªso quebrado busca superar la violencia
Sobre c¨®mo la apuesta por el desarrollo puede contribuir a una convivencia pac¨ªfica. Y viceversa

En torno a la gran isla de Mindanao, una treintena de culturas y lenguas se entrelazan en un territorio poco mayor que Andaluc¨ªa. Las monta?as, lagos, humedales y cientos de peque?as islas donde a¨²n perviven poblaciones lumads ¡ªind¨ªgenas anteriores a las influencias isl¨¢mica y cristiana¡ª y moras, forman una especie de subconsciente geogr¨¢fico colectivo donde se encuentra, y a veces se sue?a, lo mejor y lo peor de la cultura filipina: la equilibrada relaci¨®n con la naturaleza y la sabidur¨ªa ancestral, la poes¨ªa primera, conviven con la miseria, el contrabando, las industrias extractivas y la guerrilla isl¨¢mica o comunista que lucha por controlar el territorio contra militares y paramilitares sin dejar escapatoria a los j¨®venes.
Mindanao mira al futuro con distintas visiones, como siempre, pero con la ambici¨®n com¨²n de una convivencia posible porque, de hecho, esa ha sido y es la norma entre las mayor¨ªas de todos los grupos culturales frente a la tir¨¢nica violencia radical de los menos. El di¨¢logo intercultural e inter-religioso es pr¨¢ctica cotidiana para quienes creen en ¨¦l. Algo m¨¢s dif¨ªcil es el debate intra cultural e intra religioso para reducir las tentaciones y manipulaciones extremistas en cada grupo identitario desde dentro.
El proceso de negociaci¨®n de paz con las guerrillas independentistas isl¨¢micas, ya iniciado en los a?os setenta con el Frente Moro de Liberaci¨®n Nacional, se ha acelerado en la ¨²ltima d¨¦cada lleg¨¢ndose a un momento de inflexi¨®n tras la firma en 2014 de un Acuerdo B¨¢sico entre el gobierno y el Frente Moro Isl¨¢mico de Liberaci¨®n, la m¨¢s extendida fuerza armada isl¨¢mica. El intento en 2017 de crear un califato isl¨¢mico en la ciudad de Marawi uni¨® a las hasta entonces divididas guerrillas m¨¢s radicales bajo la marca y la orientaci¨®n del ISIS. La batalla de cinco meses acab¨® en la total destrucci¨®n de la ciudad antigua provocando 340.000 desplazados y un n¨²mero indeterminado de muertos, entre ellos 900 guerrilleros y 168 soldados.
Parad¨®jicamente, la presencia de ISIS y el desastre de Marawi han desbloqueado la postergada reforma pol¨ªtica de la Regi¨®n Aut¨®noma del Mindanao Musulm¨¢n, ahora denominada Bangsamoro. Esta oportunidad para la paz no oculta las consecuencias de los sucesivos fracasos en la conciliaci¨®n: m¨¢s pobreza y miseria.
Bangsamoro es la ¨²nica regi¨®n filipina donde la pobreza ha aumentado desde 2015, alcanzado el 61% de sus cerca de cuatro millones de habitantes en 2018. Con un PIB per c¨¢pita nominal semejante al de Hait¨ª, m¨¢s del 45% de ni?os y ni?as sufren desnutrici¨®n cr¨®nica, la mortalidad infantil es de 55 por 1.000 y el 64% de la poblaci¨®n no tiene acceso a saneamiento mejorado. A pesar de la carga ominosa que expresan estos n¨²meros, la luminosidad colorista y la dulce amabilidad de las gentes de Bangsamoro predomina en un paisaje natural que atesora en sus aguas y bosques una biodiversidad excepcional preservada por el aislamiento.
Bangsamoro es la ¨²nica regi¨®n filipina donde la pobreza ha aumentado desde 2015, alcanzado el 61% de sus cerca de cuatro millones de habitantes en 2018
La comunidad internacional ha acompa?ado el proceso de paz participando de un complejo entramado de di¨¢logos que han involucrado a decenas de pa¨ªses y organizaciones internacionales de la sociedad civil especializadas en resoluci¨®n de conflictos y acci¨®n humanitaria. En paralelo a las estrategias de seguridad y del di¨¢logo pol¨ªtico, tan imprescindibles como inciertas, la experiencia internacional gu¨ªa a actuar reduciendo el riesgo de violencia desde las pol¨ªticas de desarrollo. Se trata de atajar los conductores de la violencia. Hoy somos, m¨¢s que nunca, tr¨¢gicamente conscientes de la necesidad de trabajar en todos los rincones del planeta para evitar, entre otras cosas, pandemias. Bangsamoro es uno de los muy preocupantes nuevos focos de polio, por ejemplo.
No hay duda de que la violencia encuentra terreno abonado entre quienes sufren una desigualdad extrema. Los fallos de la sociedad y del Estado en evitar la exclusi¨®n social, la marginalidad, la enfermedad, el hambre, la injusticia o la alienaci¨®n cultural alimentan los conflictos. La violencia engendra violencia y se hereda como pr¨¢ctica entre v¨ªctimas de violencias sociales o pol¨ªticas, incluidas la dom¨¦stica y la de g¨¦nero. Un ejemplo es el rido, especie de venganza entre clanes que no tienen acceso a otras formas de resolver disputas familiares o de tierras y se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n.
Por eso la acci¨®n de la comunidad internacional est¨¢ empe?ada en apoyar el ¨¦xito de Filipinas en sus pol¨ªticas inclusivas. Son las comunidades que sufren los conflictos las ¨²nicas que pueden identificar esos conductores de violencia activos en cada caso y las estrategias para atajarlos, pero necesitan respaldo y conexi¨®n con otras experiencias. El conocimiento internacional no es ¨²til si no se inserta en la realidad local bajo el liderazgo de quienes saben de su tierra.
Dentro de la modestia obligada por la limitaci¨®n de recursos y la distancia, la Cooperaci¨®n Espa?ola contribuye junto a los dem¨¢s actores potenciando su valor a?adido con una estrategia basada en la experiencia. Cumpliendo su mandato, busca asociarse con el pa¨ªs para alcanzar a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable.
Si algo caracteriza a las sociedades v¨ªctimas de conflictos es la falta de datos y la imprevisibilidad de las evoluciones. Hay que estar ah¨ª, junto a las comunidades m¨¢s afectadas, en el l¨ªmite de donde se puede trabajar en desarrollo a pesar de la violencia, para saber qu¨¦ pasa y entender las prioridades de las personas que requieren el apoyo de todos para salir del peligroso laberinto en que se encuentran.

La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (Aecid) ha trenzado durante d¨¦cadas una red de alianzas que integra a todo tipo de actores involucrados (whole of society approach). Se trabaja en comunicaci¨®n con m¨¢s de treinta instituciones internacionales, nacionales y locales, p¨²blicas y privadas. En las 17 intervenciones activas participan directamente 25 organizaciones, incluyendo ocho ONG para el desarrollo espa?olas. Se trata de un sistema de intermediaci¨®n virtuosa para derrumbar los muros de la exclusi¨®n. Para las instituciones espa?olas a veces no es posible ni siquiera visitar zonas pr¨®ximas al conflicto, pero eso no impide llegar a trav¨¦s de otros socios.
En medio de la muerte y el enga?o, construir confianza es cambiar el juego para avanzar no solo hacia la seguridad y la estabilidad, sino tambi¨¦n hacia esa paz generada por el h¨¢bito de convivencia.
A trav¨¦s de esta plataforma de confianza, Espa?a contribuye a transformar la vida de mujeres ind¨ªgenas que defienden los derechos humanos all¨¢ donde nadie m¨¢s que ellas lo pueden hacer; transformar la vida de miles de ni?os y ni?as que se benefician de complejas estrategias para mejorar su acceso a agua, saneamiento e higiene y escapar de la desnutrici¨®n; transformar la vida de familias pescadoras en las paradis¨ªacas islas sin extranjeros del oeste de Basilan, vecinas de la guerrilla de Abu Sayyaf, para imponer la fuerza social de su industria ante la pirater¨ªa terrorista; transformar la vida a trav¨¦s de mejoras en las pol¨ªticas locales de empleo para j¨®venes que perdieron todo en la batalla de Marawi y est¨¢n en riesgo de caer en redes mercenarias o de trata de personas.
No se trata solo de reducir el riesgo para los bienes p¨²blicos globales, sino, sobre todo, de incorporar de forma justa la riqueza de las culturas y la biodiversidad de Mindanao en una visi¨®n com¨²n de un futuro mejor, unido en la diversidad. Un nuevo tejido social libre de pesadillas, creado sobre la pauta de un buen sue?o al modo de los dise?os maravillosos de las mujeres t?boli que, como en tantos otros pueblos, tejen de d¨ªa lo que sue?an de noche.
Juan Pita es coordinador de la Oficina T¨¦cnica de Cooperaci¨®n de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) en Filipinas.
Puede seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirse aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Opini¨®n
- AECI
- Filipinas
- Islas
- Ayuda humanitaria
- Sudeste asi¨¢tico
- Cooperaci¨®n y desarrollo
- Crisis humanitaria
- Pobreza
- Cat¨¢strofes
- Proceso paz
- Solidaridad
- Espacios naturales
- Asia
- Guerrillas
- Guerra
- Religi¨®n
- Relaciones exteriores
- Problemas sociales
- Conflictos armados
- Conflictos
- Sociedad
- Medio ambiente
- Red de Expertos Planeta Futuro
- Planeta Futuro